La rueda de ayer estuvo marcada hasta una hora antes del cierre por la falta de nuevas señales. Los inversores la vivieron como un vuelo a ciegas hasta que tardíamente se conoció la inflación mayorista de septiembre. Antes, en la apertura no fueron pocos los que demandaron dólares por si se acerca el fin del carry trade (invertir en pesos para después tomar las ganancias en dólares).
El contado con liquidación (CCL), el dólar más sensible entre los financieros, llegó a tocar $1.200, pero aparecieron vendedores sobre el final de la rueda que lo bajaron a $1.190, un precio levemente superior (+0,2%) al del día anterior. El MEP cerró sin cambios, pero había llegado a $1.170, comprimiendo el canje a 1,75%. En ese momento aparecieron vendedores. No son pocos los que se preguntaron si no estuvo la mano del Banco Central atrás de esa oferta. Lo cierto es que el canje, la diferencia entre ambos dólares, se amplió a 3%. La brecha influye en los bonos soberanos porque significa que subieron más los títulos “C” (cable) que los “D” (dólares). El “blue” estuvo al margen del movimiento y se mantuvo en $1.220.
Los bonos soberanos estuvieron ofrecidos desde temprano y terminaron con bajas superiores al 1%, lo que hizo subir el riesgo país 47 unidades (+4,5%) a 1.099 puntos básicos. Un cierre más benigno hizo que el riesgo volviera a niveles inferiores a los 1.200 puntos, nivel que había sobrepasado a media tarde.
En el Mercado Libre de Cambios (MLC) se operaron USD 402 millones y el Banco Central compró USD 115 millones, lo que no impidió que las reservas bajaran 20 millones a USD 28.274 millones.
En el final de la rueda se conoció una noticia que favorece a los importadores, al reducir desde el lunes el pago por compras al exterior de 60 a 30 días. Según la consultora F2 de Andrés Reschini, “la norma que alcanza a todas las empresas sin importar su envergadura puede ayudar a mejorar la fluidez de la actividad y contribuir a alguna mejora en el nivel de precios. ¿Atenta contra las reservas? Sin dudas presiona, pero a priori no luce demasiado arriesgado a la luz de la performance del Central en lo que va de octubre. En futuros, la rueda dejó ajustes positivos en toda la curva, algo a lo que no estábamos acostumbrados”.
La contracara estuvo en las LECAP, bonos a tasa fija, que tuvieron subas importantes que bajaron sus rendimientos para los plazos más largos. Hasta junio próximo, los rendimientos oscilan entre 3,60% y 3,65%. Pero de allí en adelante, la demanda de LECAP y BONCAP las hizo subir hasta más de un 1% y las tasas que devengan quedaron por debajo de 3,5% efectivo mensual. La brecha con una LECAP que vence en febrero, que paga 3,75% efectivo mensual, es amplia.
Los bonos que ajustan por CER tuvieron bajas generalizadas. Los títulos provinciales, que son buscados en particular por fondos del exterior que los incorporan a sus carteras para mejorar los rendimientos, tuvieron un día de calma. Juan Martín Yanzon, jefe de mesa de ConoSur, señaló que “no se acoplaron a los soberanos y estuvieron levemente ofrecidos, pero sin profundidad. Hubo negocios en Entre Ríos 28 y PBA 37, aflojando un 1%. Se pidió Salta 27 desde temprano en zona de 93% y sigue muy activa la curva de Córdoba, sobre todo el 25. También pidieron Chubut 30 y (Tierra del) Fuego 30, swap raro”.
Sobre los bonos corporativos, el operador de ConoSur indicó que “voló Albanessi 27. Se rumorea que llegaron a un acuerdo para la deuda y el mercado lo tomó muy bien. Manos locales y extranjeras lo pidieron desde temprano”.
La demanda de bonos de empresas argentinas es creciente. De hecho, la semana se amplía el menú porque salen IRSA y Tecpetrol en dólar MEP.
La Bolsa, en tanto, tuvo una rueda positiva. El Merval de las acciones líderes subió un 1,4% en pesos y un 1,2% en dólares. Las acciones más demandadas fueron las de empresas energéticas. Si los bancos hubieran acompañado el movimiento, hubiera sido una rueda de excelencia. Pampa subió 5,09%; Edenor, 3,71%; y Transener, 3,09%.
Los ADR, certificados de tenencias de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York, tuvieron subas generalizadas. Lo mejor pasó por Despegar (+7,4%) y Pampa (+5,4%).
A una hora de finalizar la rueda apareció un dato que puede mejorar el humor para hoy: la inflación mayorista de septiembre subió 2%. Para muchos, es la posibilidad de salir del cepo a principios de 2025.
Según Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso, “al desglosar el índice, observamos que los productos nacionales registraron un aumento levemente superior al 2%, mientras que los importados presentaron una caída de más del 1%, evidenciando el impacto de la reducción de 10 puntos en el impuesto PAIS. Aunque esta baja tiene un efecto temporal, se destaca que el crecimiento de los precios internos se está alineando cada vez más con la tasa inducida por el programa”, según las palabras del presidente.
En cambio, Javier Casabal, estratega de renta fija de Adcap Grupo Financiero, señaló que la inflación de 2% era algo esperado: “Hubiera sido negativo que midiera más alto. Sobre los bonos soberanos señaló que ‘hoy (por ayer) estuvieron más flojos y sigo con la idea de que puede seguir la corrección que empezó el martes. Respecto del cepo, los mensajes que viene mandando el Gobierno apuntan en dirección contraria. El otro día Milei dijo que estaba pensando en una flotación. Vladimir Werning, vicepresidente del Banco Central, señaló que creía que todos los depósitos del blanqueo se iban a convertir en reservas. Luis Caputo, el ministro de Economía, cuando habla de salir del cepo, dice que hay que hacerlo sin sobresaltos. Todos estos mensajes me hacen pensar que es muy temprano para hablar de la salida del cepo. Lo que sí viene bien es el dato de inflación y el mercado está mostrando más firmeza en los bonos locales a tasa fija”.
“Lo que hay que tener es que este statu quo es dentro del cepo. Cuando me pongo a pensar en el dólar y la estabilidad de la Argentina en general, me parece que tenemos mucha fragilidad en la imagen política del Presidente. Tuvimos un último dato bastante negativo que es natural porque sucede con cualquier presidente para esta época. Por eso lo positivo, es que la inflación siga bajando. Esta corrección del precio de los bonos soberanos se veía venir y tiene que ver con las preocupaciones de los inversores por el largo plazo porque en el corto no se esperan noticias relevantes. Las noticias más importantes las ven lejanas: la salida del cepo y las elecciones de 2025. Los pagos de enero y de julio que creo se van a cumplir, por eso me pongo conservador y me estaría pasando a los bonos soberanos más cortos”, agregó Casabal.
El replanteo que se hace el mercado pone a los bonos y al dólar en el centro de la escena de la rueda de hoy.