Desde Mar del Plata.- El intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, llegó al 60° Coloquio de IDEA este viernes para participar de un panel dedicado a debatir acerca de la transformación del Estado. El de su municipio es un “caso de éxito”, en momentos en que una gran parte de las jurisdicciones del Gran Buenos Aires (GBA), y algunas del interior del país, echan mano a la suba de tasas para compensar la caída en la recaudación sufrida durante este año. Pero Valenzuela avanzó por el camino contrario e impulsa fuertemente una reducción de impuestos para que las actividades económicas puedan desarrollarse. Dialogó con Infobae sobre su receta y anticipó sus planes para el corto y mediano plazo en materia tributaria.
— Usted es el intendente que baja impuestos cuando hay muchos de sus pares en la provincia que los están subiendo. ¿Cómo se hace?
— Hemos demostrado en Tres de febrero que se puede, que menos impuestos es más trabajo. En un momento económico difícil, logramos con habilitación gratis que abran muchos negocios. Es más fácil trabajar cuando el Estado no te frena, no te impide, no te pone burocracia y además con tasas bajas. Esto multiplica la capacidad de trabajar y también, en el mediano plazo, mejora la recaudación. Nosotros demostramos que sí se puede y que no es cierto que, como ahora no hay obra pública, hay que aplicar una nueva tasa o aumentar las que ya existen. Al final del día, si aumentás mucho, como pasó con alguna tasa al supermercado, la gente se va a comprar a otro lado.
— ¿Tuvo casos de empresas que mudaran sus sucursales a Tres de Febrero para pagar menos impuestos?
— Por lo pronto, pasa que cuando un supermercado pone un cartel y dice ‘acá los precios son más altos porque usted está pagando un aumento de tasas’ el consumidor va a comprar a otro lado. Además, hay empresas que están averiguando para mudarse porque les resulta más conveniente venir a Tres de Febrero. Ahí yo hablo de la teoría votar con los pies. Esto es no solamente votar en la urna, sino decidir dónde vivís o dónde trabajás o dónde consumís en función de cómo te tratan, de qué gestión que te dan y de qué impuestos te cobran. Me parece que tenemos que hablar más de esto, de la competencia tributaria, de que para el trabajo tiene que haber una mejor condición y el que no lo hace, paga un costo con la gente o con el consumidor.
— De eso habló esta mañana en el panel del Coloquio.
— Sí, planteando que quizás llegó el momento, por lo disruptivo de esta época con Milei en el país, de renovar la mirada del acuerdo federal, de la coparticipación, de definir bien qué hace cada nivel del Estado, nacional, provincial y municipal. Porque hoy todos hacemos de todo y no corresponde. Si hay una tarea que la tiene que hacer el gobierno nacional, que se haga en ese nivel. Y a su vez, ¿qué impuestos cobramos? Porque si nosotros, por ejemplo, logramos un IVA integrado con Ingresos Brutos y con las tasas municipales, vamos a simplificar y también abaratar para el trabajo, porque no va a ser tan fácil que un municipio de un día para el otro te duplique o triplique una tasa.
— ¿Cuál fue la receta para que cierren los números y poder bajar impuestos en su ciudad?
— Tener una economía municipal sensata, no pensar que el gasto público lo resuelve todo. Además, tener una cantidad de empleados lógica para los servicios que das; porque si vos haces política con el empleo público, se te va mucho gasto corriente en salarios. Yo tengo 3.400 empleados y hay municipios de la zona donde yo estoy que tienen el doble o el triple. Entonces ahí no te queda plata para la obra pública o para bajar impuestos como venimos haciendo.
— ¿Cómo repercutió la medida adoptada por el Gobierno que le impide a los proveedores de bienes y servicios cobrar por un servicio que no presta?
— Más allá de la judicialización de algunos municipios, el gobierno nacional ha sacado una resolución muy clara con las empresas de servicios públicos que no lo pueden seguir haciendo. No es un tema con los municipios para el gobierno nacional, es con las empresas que lo hacen, que lo permiten. Así que si lo siguen haciendo, van a tener multas con el gobierno nacional. Pero el fondo de la cuestión es este: el consumidor de luz, de gas o de agua no puede estar pagando 100 pesos sin saber que adentro hay 50 o 60 de otras tasas. Hay que visibilizar las tasas y los impuestos, no los podemos esconder. Y además, si un intendente quiere cobrar una tasa, se lo tiene que blanquear, clarificar a sus vecinos, y no meterlo dentro de un servicio público.
— ¿Cuál es el plan hacia adelante? ¿Seguirán reduciendo impuestos?
— Sí, para la próxima ordenanza fiscal-impositiva, vamos a eliminar nuevas tasas. Por ejemplo, la tasa del cementerio, que está en muchos municipios, la vamos a dejar de cobrar. El que vive en Tres de Febrero y ya paga el ABL tiene el cementerio incluido. Es decir, seguimos revisando impuestos para que sea más fácil vivir y trabajar en Tres de Febrero.
— ¿Se paga esa tasa?
— Algunos la pagan y otros no. Esto es lo otro. A veces, mantenemos tasas que no recaudan o que son una burocracia que molesta. Así que permanentemente lo vamos a seguir haciendo y vamos a seguir fomentando el trabajo, por ejemplo, con un parque industrial para que vengan más empresas a trabajar a Tres de Febrero; porque además tiene un clima business friendly o amigable con el trabajo y con la inversión.
— ¿Te genera enemistad con tus colegas tu posición respecto del tema impuestos?
— Me tiene sin cuidado. Yo trabajo para la gente.