El Gobierno volvió a anunciar superávit financiero en septiembre por 0,4% del PBI y, con ello, la lupa volvió a quedar en cuáles fueron los rubros que más aportaron al ajuste de 25% en términos reales. Al tope del ranking volvieron a quedar las transferencias a provincias y también los gastos de funcionamiento del Estado, rubros que no siempre lideraron el recorte. Lejos de eso, las prestaciones sociales, por la licuación de las jubilaciones, fueron el gasto que más aportó al superávit en los primeros meses del año. Eso dejó de ser así a partir de abril, por lo cual ahora el pago de los haberes previsionales y otras prestaciones quedan relegadas al segundo lugar junto con los propios gastos del Estado a nivel nacional.
En tanto, el torniquete al envío de fondos para los gobernadores -en quienes el Gobierno deberá apoyarse para sacar el Presupuesto adelante-, contribuyó en 16% al resultado positivo de las cuentas nacionales, 2 puntos más de lo que aportó el propio Estado nacional recortando gastos de su propio funcionamiento. Esos recortes explican otro 14% del ajuste, lo mismo que las jubilaciones.
Otros 4 rubros completan el ranking de gastos con podas significativas, entre ellos, las transferencias a universidades, aunque en último lugar.
El menor gasto en planes sociales explica 11% del saldo positivo mientras que la reducción de subsidios económicos implicó apenas 4% mientras que “otros gastos corrientes” hizo un aporte mayor de 9% del superávit. En séptimo lugar quedaron las transferencias a universidades, motivo por estos días del fuerte conflicto que mantiene a muchas casas de estudio en todo el país tomadas, además de marchas y paros de los docentes.
En contrapartida, existen dos gastos específicos que crecen, a contramano del resto. Por un lado, la Asignación Universal por Hijo, es un rubro que aumenta por encima de la inflación, con un incremento de 308% entre diciembre último y septiembre.
El otro gran rubro que crece es el de los intereses de la deuda. “Pese a la caída de los ingresos en términos reales (-6.6% interanual.), desde el lado del gasto la contracción, considerando inflación, fue del 25%. Incluso considerando que los intereses crecieron de forma interanual un 167%, el resultado financiero también arroja un superávit de $467.000 millones”, analizó la consultora Aurum que desglosó el ránking. “Evaluando la caída del gasto, los rubros con mayor ajuste fueron los relacionados con el Estado y su funcionamiento (provincias y gastos) y prestaciones sociales (principalmente jubilaciones y jubilaciones familiares, dado que el AUH es la excepción al ajuste del gasto”. detalló.
Esas cifras están detrás del anuncio del Ministerio de Economía respeto del superávit financiero, por $466.631 millones, producto de un superávit primario de $816.447 millones, y de un pago de intereses de deuda pública neto de los intra-sector público por $349.816 millones.
“Este resultado primario es consistente con el sendero de gasto considerado sostenible, y se genera en ingresos que respondieron a situaciones puntuales como los recursos obtenidos a partir del Régimen de Especial de Ingreso sobre el Impuesto a los Bienes Personales (REIBP)”, se explicó a nivel oficial.
Con esas cifras, el sector público Nacional acumuló en los primeros nueve meses del año un superávit financiero de aproximadamente 0,4% del PIB (superávit primario de aproximadamente 1,7% del PIB). Los ingresos totales en el mes alcanzaron los $9.114.215 millones (+197,3% interanual). En lo que respecta a la recaudación tributaria, la misma presentó un crecimiento de +197,3% interanual. explicado principalmente por la variación de los ingresos correspondientes a los Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social (+219,6% i.a.), los Derechos de Exportación (+379,3%), y Bienes Personales (+1.536,0% i.a.)