Según un relevamiento entre decenas de analistas locales y del exterior, el dólar oficial debería subir 15% en lo que queda de 2024 para terminar el año en $1.135 por unidad y otro 41% en 2025 para culminar en $1.605 por dólar. Movimientos apenas por encima del 2% mensual que fija el Banco Central como tasa de crawling peg, lo que muestra que la mayoría de los encuestados estima que la pauta oficial de devaluación se mantendrá en el tiempo.
En cuanto al mercado paralelo, el consenso de los especialistas marca que terminaría este año en $1.311 y el 2025 en $1.644, muy cerca de una convergencia con el precio en el mercado formal. Y suponen dos bajas respecto de la previsión del mes previo.
Las estimaciones surgen del FocusEconomics Consensus Forecast - LatinFocus, la edición de octubre de una tradicional encuesta privada de expectativas económicas. La marcha del tipo de cambio optimista en cuanto a la capacidad del Gobierno de conseguir aterrizar las variables alrededor del 2% de crawling sin un salto cambiario, tiene su correlato en una también positiva expectativa de inflación.
Aunque la inflación seguirá siendo un desafío en el corto plazo, las perspectivas de un dólar más estable y una política fiscal y monetaria más estricta ofrecen un respiro en el horizonte. El crecimiento económico en 2025 dependerá de la capacidad del Gobierno para implementar sus reformas de manera efectiva y controlar los factores de riesgo, como la volatilidad cambiaria y la presión inflacionaria.
En palabras de los analistas de Itaú Unibanco, “esperamos que la actividad económica mejore gradualmente a partir del tercer trimestre de 2024″, a medida que los indicadores líderes comienzan a mostrar señales positivas. Este optimismo es compartido por varios panelistas, que proyectan una recuperación sostenida en los años venideros, con un crecimiento robusto a partir de 2025.
Un 2025 con inflación más baja y un dólar estabilizado
El informe de FocusEconomics también proyecta una inflación que, aunque elevada, continuará su tendencia a la baja. Para 2024, los panelistas esperan que la inflación cierre en 226,5%, una leve baja en relación con las estimaciones del mes anterior, que la ubicaban en 230,5%. Para 2025, el escenario se ve mucho más optimista, con una inflación promedio proyectada de 60,5%, lo que representaría una fuerte desaceleración si se compara con los valores actuales. Esta expectativa está impulsada por la moderación de las presiones inflacionarias debido a la política fiscal más estricta y la disminución del gasto público.
No obstante, FocusEconomics advierte que ciertos factores podrían mantener la inflación por encima de los niveles deseados. Entre ellos, destacan los subsidios que el Gobierno deberá reducir y la depreciación del peso. “El gasto en subsidios se recortó significativamente, pero las reducciones adicionales serán clave para mantener a raya la inflación,” señala el informe.
El impacto de la política monetaria y las reformas del Gobierno
El Banco Central juega un papel crucial en estos pronósticos al mantener una política monetaria restrictiva. Según el informe, la institución centra sus esfuerzos en limpiar su balance y limitar la oferta de dinero, con el objetivo de reducir la inflación y crear las condiciones necesarias para levantar los controles cambiarios. En este sentido, el Banco Central redujo la tasa de su operación de un día (1-day reverse repo) de manera agresiva, llevándola al 40% en lo que va del año, tras un ajuste de 93 puntos porcentuales. FocusEconomics proyecta que la tasa terminará 2024 en un nivel similar, alrededor de 40,64%, para luego bajar a 33,41% hacia el cierre de 2025.
La política de liberalización económica impulsada por el gobierno también se considera un factor clave para la recuperación económica, aunque los analistas advierten que los riesgos persisten. La eliminación de los controles de cambio es vista como un elemento crucial para estabilizar el mercado cambiario. “Si bien la remoción de los controles cambiaros podría traer estabilidad en el largo plazo, existe el riesgo de que el proceso genere volatilidad en los precios a corto plazo”, destacan algunos analistas del panel.
La evolución del PIB: caída en 2024 y repunte en 2025
En cuanto al crecimiento económico, los panelistas proyectan una contracción del PIB para 2024 del 3,6%, ligeramente mayor a la previsión de meses anteriores. La economía está aún lidiando con los efectos de la sequía provocada por el fenómeno de La Niña y la alta inflación. Sin embargo, las perspectivas para 2025 son considerablemente más optimistas, con un crecimiento proyectado del 3,4%, impulsado por una mayor estabilidad macroeconómica y la implementación de las reformas económicas.
Un aspecto destacado es la mejora esperada en sectores como la agricultura y la energía, que ya comenzaron a mostrar signos de recuperación. Según el informe, “la recuperación de la producción agrícola tras la sequía del año pasado y el aumento de la producción energética están comenzando a generar un impacto positivo en las exportaciones”, lo que proporcionará un alivio necesario a la economía.
Exportaciones e importaciones: el comercio exterior en 2025El FocusEconomics Consensus Forecast también pone el foco en las exportaciones, que se espera crezcan un 16,6% en 2024 y un 4,8% en 2025. Aunque las cifras para el próximo año son positivas, el crecimiento se desacelerará en comparación con 2024, cuando el sector agrícola debería haber superado el impacto de la sequía.
Por el lado de las importaciones, los analistas ven una caída significativa del 19,0% en 2024, debido a la debilidad de la demanda interna, pero anticipan un repunte del 11,4% en 2025 a medida que la actividad económica se recupere. En conjunto, estas proyecciones auguran un superávit comercial para los próximos años, con un saldo positivo de USD 18,2 mil millones en 2024 y USD 15,1 mil millones en 2025.