Sin comprar ni vender, el Banco Central mantuvo el primer día de la semana un saldo neutro, en parte por la poca actividad del mercado dado el feriado en Estados Unidos. Así, la entidad se mantiene con un saldo positivo a favor de USD 621 millones, tan inesperado o incluso más que los resultados favorables de agosto y septiembre, para cuando se esperaba una contexto cambiario más tenso.
Dos factores que estaban en la mira de todos pero cuyas impactos resultaron mal calculados, incidieron favorablemente en las posibilidades del Banco Central de acumular divisas, aunque no necesariamente ambos positivos.
El primero y más comentado es el éxito del blanqueo, que alimenta de manera indirecta a través del crédito y financiamiento a privados, la oferta de divisas en el mercado oficial. El segundo, en cambio, pasó más desapercibido y tiene un trasfondo más complejo, asociado a la lenta reactivación económica que mantiene plancha la demanda de dólares para importar. Lo advirtió la consultora PPI en su informe semanal: “La demanda por importaciones se impulsaría en un contexto de recuperación económica y un tipo de cambio real más apreciado”. Eso por ahora no ocurre, aun cuando para octubre se esperaba un salto en el acceso al mercado por parte de los importadores debido al solapamiento del cronograma que rigió hasta agosto y el que entró en vigencia ese mes, con un acortamiento de los plazos. Además, también por la eliminación del impuesto PAIS, se asumió un parate de importaciones en agosto de importaciones que se estimaba se empezarían a cursar al mes siguiente. Dado el calendario mencionado, ese impactaría en el mercado este mes. En tercer lugar, un mayor dinamismo de la economía entrando ya en el último trimestre del año, debería haber incrementando la demanda.
“A fines de septiembre, se veía poco probable que (el Banco Central) pudiera sostener su buena performance. De mínima, se preveía que su ritmo de compras desacelere significativamente. Para sorpresa de todos, esto no ocurrió. El BCRA pasó de comprar USD 51 millones diarios en promedio en la segunda quincena de septiembre a USD 78 millones en octubre”, puntualizó PPI, que admitió que se esperaba que el salto de la demanda privada fuera mucho mayor. “Sin embargo, de momento, la suba fue muy acotada. La media móvil de cinco días aumentó de un mínimo reciente de USD 78 millones el 4 de octubre a USD 109 millones el jueves 10, lejos de los picos arriba de USD 300 millones alcanzados en julio”, detalló.
Para completar el cuadro, la oferta de dólares también hizo su aporte y no solamente por el blanqueo de capitales, que resultó fundamental para que el ingreso de divisas se mantuviera en niveles elevados para esta época del año, sino también el aporte del agro. De hecho, hacia fines septiembre, ingresaron más de USD 200 millones por día, que se redujeron a poco más de USD 160 millones la semana pasada. La expectativa de que el cepo permanecerá por más tiempo, la brecha cambiaria acotada y la tasa real en pesos hace que, en definitiva, el campo tenga incentivos suficientes para liquidar.
Eso se produce, además, en un contexto de clara mejora del clima financiero en el que, otra vez, resulta determinante el impacto del blanqueo ya que estimula la demanda de activos argentinos, particularmente los bonos soberanos que ya se han beneficiado de una clara mejora. Tras perforar los mínimos de abril, el riesgo país siguió bajando la semana pasada y se ubica ahora en los 1106, con la expectativa en el mercado que siga a la baja en las próximas semanas.