En la medida en que las operaciones de deuda que conduce el Tesoro pasaron a ser el eje del manejo de la liquidez en el mercado de pesos, con la desaparición de las Leliq y el desarme del stock de pases pasivos del Banco Central, las tasas de los títulos públicos ganan relevancia en las inversiones de corto plazo. En ese proceso, los rendimientos que ofrecen las Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos (Lecap) atraen la mirada a la hora de colocar pesos a tasa, con resultados que superan incluso al de los populares depósitos a plazo fijo a 30 días.
Las Lecap son letras del Tesoro a corto plazo. El Ministerio de Economía la emite en licitaciones periódicas que, sistemáticamente, pagan más que la tasa de referencia del Banco Central. La semana pasada, sin ir más lejos, tuvo lugar la última colocación. En cada una de esas emisiones se da un fenómeno particular en el que el Tesoro paga más tasa de la que reina en el mercado secundario y, en pocos días, las propias letras recién emitidas tienden a comprimir tasa.
La más corta, con vencimiento el 31 de octubre, operaba ayer a un rendimiento consecuente con un 45,01% nominal anual, o visto en términos de 30 días, al equivalente a una tasa efectiva mensual del 3,44 por ciento. La siguiente en términos de duración, con vencimiento el 11 de noviembre, paga un 49,37% nominal anual o un 3,75% de tasa efectiva mensual.
Para poder comparar con el plazo fijo minorista tradicional, la mejor tasa del mercado está en el 40% nominal anual, lo que equivale al 3,29% mientras que la del Banco Nación al 39% nominal anual equivale a un rendimiento en 30 días del 3,21% efectivo mensual. Entonces, el mercado de deuda en pesos de corto plazo -accesible a través de cualquier home banking o app de sociedad de Bolsa- permite colocar pesos a un rendimiento más alto que el tradicional plazo fijo. Y con un plus: la liquidez. A diferencia del depósito a plazo, que no se puede cancelar antes del vencimiento, las Lecap tienen un muy nutrido mercado secundario que permite cambiar esos papeles por efectivo ante cualquier necesidad, en cualquier rueda hábil del año. No es necesario esperar.
Puesto en números más concretos, si un ahorrista colocara $1.000.000 a 30 días a un plazo fijo del 40%, obtendría al cabo de un mes $1.032.876,71, es decir, $32.876,71 de intereses por sobre el capital original invertido.
Si en cambio colocara durante el mismo período de tiempo (algo imposible, dado el vencimiento fijo de las Lecap, pero válido a fines comparativos) la misma cantidad de dinero en la Lecap más corta, el rendimiento en un plazo equivalente alcanzaría $1.034.400,00 o $34.400,00 en intereses por sobre el capital. El mismo plazo, pero considerado con la segunda Lecap más corta, arrojaría $1.037.500,00 de resultado, es decir $37.500,00 en intereses.
Sin dudas, la inversión es más atractiva que un plazo fijo. Sin embargo, no es común el uso minorista de esos instrumentos. Y hay dos claves para ello. La primera, la comodidad. Seguir los vencimientos de Lecap para obtener los rendimientos y reinvertirlos no es tan sencillo como colocar un plazo fijo.
La segunda clave, mientras tanto, es mucho más relevante. Operar esos instrumentos es caro. El pago de comisiones a sociedades de Bolsa y bancos es tal que puede borrar la totalidad de la diferencia. No es raro que sociedades y bancos cobren 0,50% de comisión para comprar o vender valores como las Lecap. Aunque hay comisiones más bajas: Infobae pudo encontrar, en algunos casos, ofertas minoristas al 0.2% de comisión.
Entonces, las comisiones de operar en el mercado de deuda juegan un papel clave en la poca adopción de las Lecap en el menú minorista. El ahorrista paga comisión en cada compra de una Lecap que hace. También lo haría en una venta, si es que decidiera liquidar sus tenencias ante una necesidad puntual de dinero para cubrir un gasto. Pero en principio, asumamos que espera al vencimiento. En ese caso, paga comisión una sola vez por letra. Vuelve a pagar sólo si con el resultado obtenido reinvierte en la siguiente letra corta, para seguir obteniendo rendimientos.
“Con comisiones del 0,20% omando en cuenta que se queda la letra al vencimiento,” por ejemplo la letra a 30 días que es la S11N4 te estaría quedando aproximadamente en 3,75% menos 0,2%, es decir en 3,55% que es mayor al 3,29% de un plazo fijo”, dijo Maximiliano Donzelli de IOL Invertironline.
La clave para reducir el impacto de las comisiones está en la cantidad de compras que se hacen. Por ejemplo, si un ahorrista compra una Lecap corta, espera al vencimiento, y luego vuelve a comprar la siguiente letra cada mes pagará comisiones 12 veces en el año. Si eligiera en cambio letras algo más largas, digamos a dos meses, el pago de comisiones se reduciría a la mitad: 6 veces en el año.
La estrategia es atractiva y una buena entrada al mercado de deuda para recién iniciados. Pero, dados los cálculos algo milimétricos de vencimientos y rendimientos, más la necesidad de tener bien en cuenta qué comisione se están pagando, se entiende por qué la adopción minorista es limitada. Las Lecap, junto con otros instrumentos en pesos, son hoy uno de los principales vehículos con los que empresas, fondos e inversores particulares arman estrategias de carry trade, la también conocida como “bicicleta financiera” que consiste en arriesgar a que la tasa de interés va a rendir más que el avance del dólar financiero. Si ese escenario esperado se concreta, las ganancias se cuentan en dólares.
Por eso las Lecap suelen ser parte del menú minorista más dentro de fondos comunes de inversión, más fáciles de operar.”Si la comisión es del 0,25% y te metés a renovar mensualmente te come toda la diferencia con el plazo fijo. Por eso, en general los minoristas usan fondos comunes de inversión que invierten en Lecap. El rendimiento es el mismo que el de un plazo fijo, pero al premio por liquidez no hay que despreciarlo”, dijo Juan Manuel Truffa de Outlier en referencia a que un fondo común de Lecap paga lo mismo que un plazo fijo, pero a diferencia del depósito bancario permite disponer del dinero en cualquier momento, con sólo solicitar el retiro con un día hábil de anticipación.