Con el foco en Vaca Muerta y Cavallo como invitado estrella, Mindlin celebró que hace 30 años TGS cotiza en Wall Street

Los dueños de Transportadora de Gas del Sur tocaron la campana de apertura de sesiones en el New York Stock Exchange

TGS tocó la campaña en Wall Street (Photo Credit: NYSE)

Desde Nueva York, EEUU - Hubo euforia, aplausos y pulgares para arriba del equipo directivo de Transportadora de Gas del Sur (TGS), una de las principales empresas del negocio del gas del país, cuando esta mañana, en esta ciudad, hicieron sonar la tradicional campana de inicio de sesiones en el New York Stock Exchange, la bolsa de Wall Street. Este año se cumplen tres décadas de que la empresa fue listada.

La empresa, que tiene más de 9.000 kilómetros de gasoductos en siete provincias, lleva invertidos unos USD 700 millones en Vaca Muerta, hoy el foco principal de su negocio, al igual que el de todo el sector energético local. No sólo eso: allí está puesta gran parte de las chances de recuperación para el país y de ingreso de dólares. TGS aporta los “caños” para transportar el gas de la segunda reserva de shale del planeta y se posiciona en el sector de midstream, de transporte pero también de agregar valor a la producción de fluido.

Encabezó la celebración neoyorkina Marcelo Mindlin, presidente de Pampa Energía, el holding que comanda TGS junto a la familia Sieleki, que estuvo representada por Marcelo Sielecki y su sobrino Micael, quien personalmente invitó al ex ministro de Economía Domingo Cavallo para que fuera parte y orador en el evento.

La bandera de TGS frente al NYSE en Wall Street

Mindlin resaltó y reivindicó la figura del economista. Hubo aplauso cerrado para el ex ministro. “TGS existe por las reformas de Cavallo, quien se puso al frente de una transformación tremenda en los 90”, le dijo el empresario a Infobae. Cavallo, que estuvo acompañado por su esposa Sonia, viajó también con Carlos Bastos, quien fue su secretario de Energía.

“Ambos hicieron una enorme tarea en esos años. Ese programa que llevaron adelante cambió la Argentina para siempre”, destacó Mindlin cuando habló a los invitados de la empresa coqueto y señorial salón principal del NYSE.

Cavallo, por su parte, repasó parte de su gestión y habló de cómo algunas de sus medidas perduraron en el tiempo. Recordó la campaña presidencial de Carlos Menem, en 1989, y cómo se gestaron las ideas privatizadoras como medida clave para salir de la hiperinflación.

“Deben haberse creado no menos de 100 empresas de las cuales unas 30 accedieron a mercados de capitales en EEUU. Eso fue muy importante porque se resolvió el problema fiscal por el lado de que ya las empresas no perdían más dinero y no necesitaban más aportes del Tesoro. Se vendieron empresas que estaban muy mal organizadas, sobredimensionadas, con pasivo, pero que incorporaron capacidad de gestión y de movilizar capitales de riesgo. Ese fue el éxito del programa de privatización”, repasó.

La historia de TGS

Mindlin comenzó como inversor junto a Eduardo Elsztsain, a fines de los 80, y después manejaron 10 millones de dólares de George Soros para invertir post hiperinflación en la bolsa de Buenos Aires. Luego, en 1991, armaron IRSA, que comenzó a cotizar en Wall Street en 1994, casi al mismo tiempo que Cavallo lanzaba su plan de privatizaciones de empresas del Estado. En 2011, ya en su faceta de inversor individual, compró la deuda de TGS e ingresó a la transportadora como accionista.

Domingo Cavallo, Marcelo Mindlin, Marcelo Sieleki y Oscar Sardi, esta mañana en el NYSE

TGS nació luego de la privatización de Gas del Estado, con el grupo Perez Companc y la americana Enron como inversores. Luego del escándalo que llevó a la quiebra global de esta última, la brasileña Petrobras ingresó como accionista (2002). En 2011, Pampa adquirió un porcentaje accionario, y posteriormente, en 2016 se quedó con las acciones de Petrobras. Como por regulación no podía tener el 100% del paquete accionario de la empresa, se asoció con las familias Sielecki y Werthein. Estos últimos luego salieron para dar lugar al ingreso del grupo Safra, de Brasil.

Hoy el accionista principal de TGS es Compañía de Inversiones de Energía S.A. (Ciesa), que posee el 51% del capital social. El porcentaje restante cotiza en Buenos Aires y Nueva York. Los accionistas co-controlantes de Ciesa son Pampa Energía (50%), Grupo Inversor Petroquímica (integrante del grupo GIP, liderado por la familia Sielecki) y PCT (Safra) por el restante 50 por ciento.

“Es un momento muy especial para la empresa, por la celebración y porque esa cotización es un reflejo de nuestra gestión. Nuestra fortaleza financiera nos permitió mantener una posición de liderazgo. Hoy operamos 5 unidades de negocios, con Vaca Muerta como nuestra inversión estrella”, destacó Oscar Sardi, CEO de TGS.

El evento previo al toque de campana se realizó en el salón central del NYSE

“La cotización en la Bolsa de Nueva York ha sido un pilar fundamental en el acceso de TGS a los mercados internacionales de capitales, lo que ha permitido a la compañía expandir su infraestructura, modernizar sus operaciones y continuar apoyando el crecimiento de Vaca Muerta”, agregó el CEO.

También estuvieron el NYSE importantes ejecutivos de Pampa, como Damián Mindlin, Ricardo Torres y Gustavo Mariani.

La empresa busca por estos días extender por 20 años, hasta 2047, la concesión de transporte de gas que consiguió luego de la privatización de Gas del Estado que vence en 2027. Y negocia con el Gobierno en ese sentido.

Salir a los mercados

En las últimas semanas, en el contexto del blanqueo, Pampa Energía se convirtió en una de las primeras empresas en salir a buscar fondos en el mercado local. “Mucha gente recomendando que el Gobierno salga a capturar con deuda dólares del blanqueo. Nosotros no queremos hacerlo, porque buscamos que esos dólares vayan a financiar al sector privado”, había dicho el ministro Luis Caputo. Entre las opciones para los dólares que ingresen al sistema financiero del blanqueo está comprar Obligaciones Negociables y con eso se evita pagar la multa del 5%.

Este mes, Pampa anunció la emisión de un bono a cuatro años y una tasa de 5,75 por ciento. Así mejoró las propias condiciones que había logrado un mes antes, esta vez en EEUU, cuando emitió un bono a siete años 410 millones de dólares equivalentes y una tasa de 8,25 por ciento.