Las variables financieras vienen evolucionando con tendencia positiva, en un sendero que tomaron desde mediados de julio último a esta parte.
El dólar libre a $1.180 representa un precio nominal similar al de fin de mayo, y también las paridades bursátiles del “contado con liquidación” y MEP, por debajo de los 1.200 pesos.
Así, la brecha cambiaria con el dólar mayorista queda cerca del 20%, también en su rango más bajo en cinco meses. En términos reales -descontada la inflación- el precio de los dólares paralelos es prácticamente el más bajo desde que se reinstauró el “cepo” cambiario en septiembre de 2019.
Por efecto del blanqueo de capitales los depósitos en dólares en efectivo volvieron a superar los USD 30.000 millones por primera vez desde agosto de 2019, cuando se restablece el cepo.
Los depósitos en dólares en efectivo volvieron a superar los USD 30.000 millones por primera vez desde agosto de 2019
En cuanto a los activos bursátiles, las acciones argentinas alcanzan precios récord en pesos, mientras que medidas en dólares tocan máximos desde abril de 2018, como lo refleja el S&P Merval, por encima de 1.400 puntos medido en “contado con liqui”.
También fue noticia la última semana el ascenso de las cotizaciones de los bonos en dólares, cuyo promedio superó USD 60, en máximos desde su salida al mercado en septiembre de 2020, después de la reestructuración de deuda soberana, con un riesgo país que se acerca a los 1.100 puntos básicos por primera vez en más de cuatro años.
El visible optimismo del mercado carece, sin embargo, de un fundamento relevante, que es el del nivel de reservas netas en el Banco Central.
El saneamiento de los pasivos remunerados de la entidad, que fueron absorbidos por el Tesoro a través de la emisión de nueva deuda en pesos a corto plazo, fue un paso trascendente en pos de normalizar las cuentas y dejó en segundo plano el debate acerca de la eventual y difusa “restricción externa” que supuestamente seca de divisas las arcas del organismo.
En este aspecto hay que destacar que las reservas brutas del BCRA no pudieron recuperar el nivel de los USD 30.000 millones que habían alcanzado ya en abril de este año.
Los pagos de vencimientos con acreedores privados y organismos internacionales impidieron que los más de USD 18.000 millones adquiridos por la intervención oficial en la plaza mayorista en los últimos diez meses, desde el arribo de la administración de Javier Milei, se plasmaran en un crecimiento similar de las reservas.
Un informe de Geres (Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social) detectó que al 30 de septiembre las reservas totales se situaron en USD 27.172 millones, mientras que al descontarle los depósitos privados contabilizados como encajes y préstamos como el “swap” de monedas con el Banco Popular de China, las reservas netas de la entidad -que son las divisas estrictamente pertenecientes al Central- fueron negativas en USD 4.062 millones.
“Desde una perspectiva más amplia, las reservas netas expusieron un aumento de USD 928 millones si las comparamos con el stock registrado hace un año (al 29 de septiembre de 2023-. Las reservas brutas se incrementaron USD 4.099 millones al 30 de septiembre respecto al cierre del año pasado, lo que representó una suba del 26,4%. En comparación al 10 de diciembre de 2023, aumentaron USD 5.963 millones”, añadieron desde Geres.
En igual sentido, el ex director del BCRA Jorge Carrera, refirió que al restar en la cuenta de las reservas netas los vencimientos de los Bopreal (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre) para los próximos doce meses -tal como establece la metodología del FMI-, el resultado negativo se ampliaría al cierre de septiembre a 6.394 millones de dólares.
Por qué será un desafío lo que viene
Hasta la liquidación de exportaciones que se hace más intensa ya entrado marzo, durante la cosecha gruesa de soja y maíz, los próximos meses tendrán una demanda creciente por la liberación de divisas adeudadas a importadores, además de los pagos de deuda soberana pendientes.
En octubre, el BCRA tendrá que cubrir un 20% más de importaciones postergadas (Mazza)
Martín Mazza, director de MM Investments, explicó que “el escenario cambiario enfrenta mayores desafíos para la acumulación de reservas. En octubre, el BCRA tendrá que cubrir un 20% más de importaciones postergadas, lo que ejercerá mayor presión sobre la demanda de dólares. Al mismo tiempo, se anticipa una desaceleración en la liquidación de divisas del sector agropecuario, lo que reducirá la oferta de dólares en el mercado. Esta combinación de factores intensificará la presión sobre el Gobierno para sostener las reservas y mantener el equilibrio cambiario en los próximos meses”.
“Para que se recuperen las reservas netas vemos tres formas: i) que el BCRA acelere su compra de divisas en el mercado oficial, ii) que el Tesoro capte parte del aumento de liquidez, con emisiones de deuda en moneda extranjera (Letes en dólares, por ejemplo) o iii) que aumente el crédito en divisas a privados, producto de la mayor liquidez del sistema y en consecuencia la menor tasa. En tanto que i) es incompatible con una recuperación de la actividad, ii y iii conllevan riesgos inherentes importantes”, apuntaron los analistas de la gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia.
Con el foco en el nivel del tipo de cambio y un horizonte de salida del “cepo”, Wise Capital resaltó en su último informe que “el Impuesto PAIS se ha establecido en la economía argentina, convirtiéndose en una importante fuente de recursos para el Gobierno. La baja y eliminación del impuesto no compensada con suba en el dólar mayorista es una apuesta a continuar con el proceso de desinflación a costa de más inflación cuando se libere el cepo. Nosotros estimamos que es una apuesta con pocas perspectivas de prosperar, debido a que este impuesto está incluido en los costos empresariales”.
“Finalmente la baja del Impuesto PAIS se cristalizó el 2 de septiembre, mientras que la eliminación completa sería a partir de enero. Puntualmente aplica para la importación de bienes y fletes. No se convalida por el momento la baja para servicios y consumos con tarjeta. Las distorsiones generadas por el cepo cambiario continúan. La Argentina sigue siendo un país caro en términos de dólares, lo que afecta su competitividad internacional y puede mantener la presión sobre los precios internos y las reservas de divisas”, agregó Wise.