La jugada no podría haber salido mejor: el equipo económico que conduce Luis Caputo apostó fuerte al blanqueo de capitales y la medida rinde cada vez más. Si bien ya se frenó el crecimiento de los depósitos aun cuando siguen ingresando dólares a los bancos ya que desde el martes 1° de octubre los ahorristas que blanquearon durante septiembre pueden retirar esos fondos, los efectos positivos en el mercado de capitales se potenciaron en las últimas semanas. Además, lo que se preveía un trimestre más que complejo en términos cambiarios para el Banco Central, terminó con un saldo más que aceptable, lo cual parece extenderse también a octubre y, ahora, en el mercado empiezan a descontar que el veranito durará hasta fin de año.
Esa expectativa está marcada, precisamente, por las condiciones del blanqueo según las cuales recién a partir de 2025 los “blanqueadores” acceden a la libre disponibilidad de sus fondos. Mientras tanto, existe un relativamente amplio menú de inversiones que garantiza la demanda de activos argentinos. El resultado: suben las acciones y baja el riesgo país.
“El blanqueo de capitales ha generado un flujo de dólares que impactó en el mercado local, provocando caídas en los tipos de cambio paralelos y revalorización de activos locales”, sintetizó la consultora financiera Outlier
Es lo que viene ocurriendo en los últimos días, con una tendencia cada vez más marcada. Después de semanas complejas en julio, una mejora en agosto y un amesetamiento en septiembre, finalmente la brecha cambiaria y el riesgo país retomaron con contundencia y al unísono la tendencia a la baja. Todas las variantes del dólar cotizan por debajo de los $1.200 pesos, lo que implica una brecha por debajo de 20%, mientras el riesgo país no sólo perforó los 1.200 puntos básicos sino que llegó a nuevos mínimos en la era Milei al ubicarse en los 1126 puntos. Los bonos suben por cuestiones más técnicas más que por alguna mejora rotunda en el escenario económico respecto de hace uno o dos meses pero el mercado se entusiasma. Y, en el mejor de los casos para Caputo, se retroalimenta.
“El blanqueo de capitales ha generado un flujo de dólares que impactó en el mercado local, provocando caídas en los tipos de cambio paralelos y revalorización de activos locales”, sintetizó en su informe “El pulso de la semana”, la consultora financiera Outlier. “En agosto -agregó-, se observó un punto de inflexión en el comportamiento del mercado de deuda, impulsado por este nuevo flujo de dólares. Aplanamientos en las curvas de bonos soberanos y subas en obligaciones negociables y deuda corporativa reflejan este fenómeno”. El punto central, según el informe, es que dado que los fondos blanqueados deben mantenerse hasta 2025, “se espera que este efecto continúe, manteniendo la presión sobre los precios de activos locales”. En otras palabras, el veranito financiero se puede dar hasta enero, fecha para la cual probablemente la mejora financiera tenga un impacto decisivo en el resto de la economía.
De hecho, desde Delphos Investments anticipan que para ese momento el riesgo país puede ubicarse entre los 800 y 900 puntos básicos, lo que implica un cambio favorable drástico ya que allanaría el camino para levantar el cepo cambiario sin poner en riesgo el pago de la deuda.
“En el marco actual y con los números macroeconómicos que podría dejar el plan económico en marcha, consideramos que estamos en condiciones de operar antes de fin de año en la zona de 800/900 puntos de riesgo país”, afirmó la consultora.
Vale un breve repaso de las variables que se aceleraron desde que se inició el blanqueo. El primer efecto se registró en el sistema financiero, con un nivel de depósitos que superó los USD 31.000 millones (ahora se ubica en torno a los USD 30.000 pero, en cualquier caso, implica una mejora de unos USD 15.000 millones respecto a la foto de diciembre del año pasado). Esos dólares no alimentaron las reservas netas, apenas tuvieron un impacto en las brutas pero sí, de manera indirecta, mejoraron la oferta de divisas en el mercado cambiario. Así,contra todo pronóstico, el Banco Central acumula en las últimas 10 ruedas compras por USD 830 millones, casi el doble de lo que compró los últimos dos meses. El dato es tranquilizador para el mercado que, de a poco, empieza a mitigar las dudas respecto de la capacidad del Gobierno de cumplir con los próximos vencimientos de la deuda.
También efecto colateral de esa mayor liquidez en el sistema, grandes empresas como PAE, Pampa o Galicia lograron fondeo en dólares a tasas menores a un dígito, es decir, con un nivel de riesgo país que bajó mucho más rápido que el de los bonos soberanos.