“El uso de billetes en circulación se ha mantenido relativamente sin cambios en los últimos años. Según el Banco de la Reserva Federal, alrededor del 60% de las transacciones financieras se realizan utilizando una tarjeta de débito o crédito. El efectivo es el tercer método de pago más popular en los Estados Unidos”, comienza el artículo que publicó en las últimas horas el escritor y coleccionista Richard Giedroyc en el sitio web Numismatic News.
Se titula “Sacar los billetes de USD 100 de circulación”, en referencia a una propuesta que en reiteradas ocasiones realizó el profesor de economía de la Universidad de Harvard, Kenneth Rogoff.
Según el artículo, Rogoff aboga por retirar el billete de 100 dólares. “Rogoff, quien también es gran maestro de ajedrez, hizo algunos cálculos y concluyó que, aunque más de la mitad de nuestros billetes de 100 dólares se mantienen en el extranjero, todavía había suficientes billetes de 100 dólares disponibles en 2022 para que cada estadounidense tuviera 55 de ellos en sus billeteras”, dice el texto. Y agrega: “Rogoff argumenta que la mayoría de los billetes de 100 dólares se utilizan para fines ilícitos y la economía subterránea global. Él considera que todo el dinero en efectivo fiduciario está perjudicando la política monetaria”.
Apelando a esta y otras fuentes, el autor remarca que “el billete de 100 dólares es una curiosidad” y que se sabe que “es un objetivo para los falsificadores”. “Se sabe que Corea del Norte ha producido billetes de 100 dólares ‘super note’. Según Adcock Solutions, el ‘efecto denominación’ es un sesgo cognitivo relacionado con la moneda, que sugiere que las personas son menos propensas a gastar billetes de denominaciones grandes que su mismo valor en denominaciones más pequeñas.”
Y para referirse a ello, el autor del artículo cita a Helen Colby, profesora asistente de marketing en la Escuela de Negocios Kelley (en la Universidad de Indiana), quien estudió este efecto y concluyó que los estudiantes universitarios son menos propensos a comprar artículos cuando se les da un billete de 100 dólares que cuando reciben cinco billetes de 20 dólares. “Según Colby –dice el texto- ‘si gastas dinero con una tarjeta de crédito, te devuelven esa misma tarjeta después de la transacción. Gastar un billete de 100 dólares esencialmente lo destruye’”.
“Nuestros billetes de 100 dólares sobreviven más de una década en circulación, mientras que nuestras dos denominaciones más bajas en uso general (de 1 y 5 dólares, no el de 2 dólares) se desgastan en 18 meses. Tal vez deberíamos considerar ir en la otra dirección: revivir el billete de 500 dólares”, apuntó el escritor.
En su libro la La maldición del efectivo (The Curse of Cash), publicado en 2016, el economista Rogoff insta a los Estados Unidos a eliminar gradualmente el papel moneda y, en concreto y por orden, el billete de 100 dólares, luego el de 50 dólares y luego el de 20 dólares, dejando solo las denominaciones más pequeñas en circulación. Es uno de los defensores de la eliminación del efectivo (cash) que puede dar un control total al sector financiero sobre los movimientos de dinero.
Para Rogoff la eliminación del efectivo permitiría a los bancos centrales podrían aplicar tasas de interés negativas y cobrar por los depósitos. Argumenta que en una sociedad sin efectivo, todo el mundo estaría obligado a mantener su dinero en forma de depósitos bancarios digitales.
En los primeros años de su carrera, Rogoff fue economista del Fondo Monetario Internacional (FMI) y luego de la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal. Años después se convirtió en el profesor de Asuntos Internacionales de la Universidad de Princeton. También fue profesor en Harvard. En 2002, Rogoff fue el foco de atención pública debido una disputa que tuvo con Joseph Stiglitz, ex economista en Jefe del Banco Mundial y ganador del Premio Nobel en economía en 2001.