Ricardo Arriazu, quien es señalado como el economista más escuchado por el presidente Javier Milei, consideró que en 2025 la tasa de devaluación mensual va a disminuir paulatinamente con el objetivo de que siga bajando la inflación, la cual el Gobierno estimó en el proyecto de Presupuesto en 18% para el año.
“El programa de corto plazo viene mejor de lo esperado”, agregó con respecto al plan que lleva adelante Luis Caputo.
En la Cumbre Aseguradora Argentina “Seguro, Economía y Bienestar” –llevada a cabo este martes y organizada por el Comité Asegurador Argentino que integran ADEAA, ADIRA, AACS, AVIRA y UART– Arriazu explicó: “En materia cambiaria lo que hizo el Gobierno es básicamente aplicar un programa del tipo de la década del 60′ y 70′, como Alsogaray y Krieger Vasena. Es sobredevalúo y luego lo mantengo relativamente fijo. Y la clave del programa, es mantener el tipo de cambio relativamente fijo. Si yo muevo eso, subo la tasa de inflación. Entonces, hay otro factor en la Argentina que es la calesita de los precios relativos. Todo el mundo cree que su precio relativo está atrasado”.
“Si ustedes le preguntaban a la gente el año pasado, ¿cómo estaba el tipo de cambio real, atrasado o adelantado? Todo el mundo decía atrasado. Y las tarifas, atrasadas. Y los salarios, atrasados. Sí, bueno, pero la economía sólo fija precios relativos. ¿Entonces cuál está adelantado? Lo que llaman atrasado es con respecto a su aspiración. Y su aspiración es el máximo precio relativo histórico, que sumados dan bastante más que el PBI. O sea, que es una imposibilidad. Pero lo intentan en lo que yo llamo la calesita de precios relativos”, sostuvo.
En tanto, consideró: “¿Qué dicen los economistas? ‘Atrasaron el tipo de cambio. Hay que volver a devaluar’. Si uno no para la calesita de los precios relativos, jamás va a parar la inflación”.
“Nosotros decimos que este año la inflación va a cerrar en 120%. Si yo moviera el tipo de cambio, ¿qué creen que pasaría? Todos los precios se van para arriba. Los precios están convergiendo a la tasa de devaluación. Entonces, lo que digo es que el 2% de inflación es inaceptable. ¿Cómo hacemos para bajar del 2%? Bajando la tasa de devaluación, obviamente. Entonces la gente se pone histérica”, dijo el economista.
Cabe destacar que, tras la devaluación de diciembre que llevó el tipo de cambio oficial a $800, el crawling peg realizado por el Banco Central se mantuvo estable en 2% mensual, mientras que la inflación se ubicó muy por encima de esa cifra. El supuesto de Arriazu es que “a partir de febrero comienzan a bajar la [tasa mensual] de devaluación –1,9%, 1.8%, 1,7%, 1,6%, 1,5%, 1,4%, 1,3%, 1,2%- y en diciembre del año que viene da 09 por ciento. ¿Me puedo equivocar? Completamente. Si me mueven la tasa de devaluación, completamente me equivoco”.
En paralelo, los economistas y analistas que participan del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Central ajustaron a la baja las proyecciones sobre el dólar oficial ubicándolo en $1051 para fin de enero y para los próximos 12 meses, en $1.279.
Esto difiere de las proyecciones del Gobierno, que según el proyecto de Presupuesto 2025, espera un nivel del tipo de cambio de $1.207 para fines del año que viene.
En otro orden, Arriazu proyectó que en 2025 la economía va a presentar un 5,2% de crecimiento, en línea con las proyecciones oficiales. “¿Me puedo equivocar? Sí. ¿Cómo? si hay una crisis política, salida de capitales de Argentina y un error de política económica”, sostuvo.
Asimismo, afirmó: “El programa del Gobierno de corto plazo en este momento viene mejor de lo esperado. Entonces la gente me dice, pero vos estás loco: 100% de inflación, caída de actividad económica, caída del empleo, caída del salario real, ¿cómo me decís que viene mejor de lo esperado? Yo digo que viene mejor de lo esperado, no digo que viene bien. Si yo devalúo 150% para exportaciones, y 300% para importaciones, y el gobierno ajusta 6 puntos del producto de gasto, ¿qué esperaban que pase? Una devaluación es básicamente un impuesto en primer lugar. El valor de los pesos que tengo en el bolsillo pierde valor”
Y definió: “Argentina es una economía bimonetaria. Los pesos se usan para pequeñas transacciones, para pagar sueldos, impuestos y para medir la inflación. Y todo el resto se hace en Argentina con dólares”.