El ministro de Economía, Luis Caputo, y su co-equiper en el Banco Central, Santiago Bausili, presidente de la entidad, cerraron una semana casi ideal: bajó el dólar, subieron los bonos y acciones, el Banco Central compró más de USD 350 millones contra todos los pronósticos y el blanqueo se encamina a un éxito mayor al previsto. Pero siempre se puede pedir más.
En el caso de Caputo, ese deseo podría haber sido que también el índice de riesgo país perforara los 1.200 puntos básicos y reflejara así una señal de confianza internacional más contundente. Al menos, en línea con la mucha mejor predisposición que los inversores están demostrando para con empresas argentinas de primera línea que sí logran financiamiento en dólares a tasas razonables.
El riesgo país “privado” ya se acomodó y el mercado parece haberse abierto ya para las empresas con balances sólidos y buenas proyecciones, a diferencia de lo ocurre con el Estado.
El riesgo país “privado” ya se acomodó y el mercado parece haberse abierto ya para las empresas con balances sólidos y buenas proyecciones
Típicamente, son los gobiernos quienes abren el camino a través de la colocación de deuda soberana a las grandes compañías de sus respectivos países para que se financien en los mercados internacionales. En la Argentina, eso parece hoy estar funcionando al revés, en el mejor de los casos.
Mientras las empresas privadas de primera línea logran fondearse en dólares a tasas en dólares a 1 dígito porcentual anual, al ministro Luis Caputo y su secretario de Finanzas, Pablo Quirno, todavía les toca esperar que las reformas -y también los dólares que aportan esas mismas compañías que logran financiamiento para invertir- hagan su trabajo y finalmente presionen a la baja del índice de riesgo país.
Esa evolución es determinante para que el Gobierno logre refinanciar los vencimientos de la deuda en dólares que empiezan a acumularse a partir del próximo año. Por ahora, el pago del vencimiento más cercano en enero está asegurado, lo que debería aportar al mejor clima financiero de las últimas semanas.
“El mercado retomó la baja del riesgo país hasta los 1.258 puntos, reconociendo lentamente las mejoras macro de los últimos meses luego de algunas semanas en torno a los 1.300 puntos. La efectivización del giro anticipado de los intereses a pagar en enero por los bonos Globales al fiduciario (Bank of New York) este viernes seguramente contribuyó a continuar la tendencia bajista del riesgo argentino”, analizó la consultora Delphos Investments, donde se destacó que se mantiene el “apetito por riesgo corporativo”. La envidia del ministro.
El pago del vencimiento más cercano en enero está asegurado, lo que debería aportar al mejor clima financiero de las últimas semanas
Esto es, los inversores están dispuestos a apostar al riesgo argentino, siempre y cuando no se trate de títulos públicos, al menos por el momento. Según el análisis, esto se debe en parte al flujo de dólares del blanqueo que empiezan a buscar rentabilidad.
Una breve síntesis:
- el miércoles de la semana anterior, Pan American Energy adjudicó en el mercado local USD 23 millones a tres años y USD 177 millones a cinco años, con tasas de 4,97% y 7% anual, respectivamente.
- El lunes siguiente, Pampa Energía colocó USD 83 millones a cuatro años en el mercado local a una tasa de 5,75% anual.
- Vista Energy anunció una licitación de USD 75 millones, ampliable hasta USD 150 millones a siete años, programada para el 8 de octubre.
- En el mercado internacional, Banco Galicia emitió USD 325 millones (con ofertas que superaron los USD 1.400 millones) a cuatro años con una tasa de 7,875% anual.
“Nuevamente, el spread de rendimiento corporativo parece ser una medida del riesgo argentino más adecuada que el riesgo país, debido a la fuerte demanda por estos papeles en el mercado internacional”, afirmaron en Delphos.
El spread de rendimiento corporativo parece ser una medida del riesgo argentino más adecuada que el riesgo país (Delphos)
Lo cierto es que esas colocaciones se producen en el contexto del veranito financiero y cambiario que promovió el ingreso de dólares por el avance del blanqueo de capitales, cuyo impacto más evidente es la abrupta suba de depósitos por más de USD 12.000 millones en poco más de un mes.
“Debido a la extensión de la etapa 1 del blanqueo hasta final de octubre, continúa viéndose un flujo de dólares adicional que continúa impulsando las paridades de la deuda. Si bien el crecimiento del stock de depósitos en dólares viene desacelerándose en el margen, acumula un incremento desde el inicio del régimen de adhesión de USD 12.900 millones, lo que puede considerarse una buena cifra. Los depósitos habían crecido USD 890 millones el último viernes (de septiembre) mientras que el lunes la variación fue de USD 560 millones”, apuntó el informe semanal del Grupo IEB.
A partir del martes 1, cuando quedó habilitada la posibilidad de retirar los dólares blanqueados sin penalidad en septiembre, los depósitos en dólares en la cuenta especial comenzaron a caer marginalmente en términos netos.