Jan de Nul, la empresa noruega de dragado que tiene más de 30 años de presencia en Argentina, anunció que continúa consolidando su compromiso con el país a través de importantes obras de dragado, vitales para la infraestructura portuaria, la economía local y las actividades de comercio exterior.
“Las recientes intervenciones exitosamente finalizadas en la Patagonia y Buenos Aires dan cuenta de la capacidad operativa y la efectividad del grupo en estas iniciativas”, destacó la compañía.
Entre los últimos proyectos destacados se encuentra el dragado de mantenimiento del Puerto “Antonio Morán” en Comodoro Rivadavia. La obra abarcó tanto el antepuerto como la hoya del muelle de ultramar, cubriendo una superficie de aproximadamente 13.520 m². En total, se dragaron 255.000 m³, restaurando el calado original de 33 pies y permitiendo así la llegada de buques de gran porte, como aquellos que transportan generadores eólicos y otras mercancías.
Las obras recientes dan cuenta de la capacidad operativa y la efectividad del grupo en estas iniciativas
“Este puerto, considerado un eje fundamental para el comercio exterior en la Patagonia, necesitaba con urgencia estas obras para asegurar y optimizar su operatividad durante al menos los próximos 15 años”, destacó la belga.
La obra, originalmente prevista para ejecutarse en 60 días, fue completada en solo 30 días, marcando un avance significativo para la región al mejorar su competitividad y sostenibilidad.
Otro proyecto culminado fue el dragado de mantenimiento del canal de acceso al Puerto de La Plata, alcanzando una profundidad de calado de 32 pies (10 metros) de manera permanente. Esto ha posicionado a TecPlata como una de las terminales portuarias con mejor infraestructura de acceso en Buenos Aires.
“Estas obras de dragado resultan determinantes y necesarias para mantener operativos los canales navegables y las áreas de maniobra”
Para llevar a cabo estos proyectos, Jan de Nul dispone de una flota ultramoderna operativa en Argentina, que incluye las dragas de succión por arrastre Afonso de Albuquerque (con capacidad de cántara de 3.500 m³) y Orteluis (6.000 m³), ambos con tratamiento de bandera nacional y cumpliendo los más rigurosos estándares medioambientales, como la Fase V de la Unión Europea y las normas Tier III de la Organización Marítima Internacional (OMI).
Además, estas embarcaciones respetan los programas de Seguridad, Salud e Higiene (SHE), protección del medioambiente y gestión de residuos. Actualmente, estos equipos de última generación operan de manera alternada en la Vía Navegable Troncal y en proyectos privados a lo largo del río Paraná.
“Estas obras de dragado resultan determinantes y necesarias para mantener operativos los canales navegables y las áreas de maniobra, permitiendo un flujo constante de bienes y servicios. De esta manera, Jan de Nul continúa demostrando su compromiso con el desarrollo de la infraestructura esencial para conectar la Argentina con el mundo”, cerró la compañía.