Boom de cafecitos: números y precios detrás de la creciente demanda de locales gastronómicos

A pesar del contexto económico, las franquicias y marcas de autor continúan siendo las que demandan más locales en CABA

Los cafecitos se expanden por la ciudad. La ubicación es crucial, ya que influye directamente en la visibilidad y afluencia de personas

En los últimos dos años, la búsqueda de locales comerciales en alquiler para negocios gastronómicos experimentó un marcado crecimiento, especialmente para franquicias y marcas de autor. El fenómeno no es sólo local y también se observa en países como España, México, Colombia y Chile, entre otros.

Las franquicias gastronómicas, cadenas de comida rápida, heladerías y cafecitos, ofrecen una percepción de seguridad a los inversores, lo que las hace atractivas incluso en tiempos de crisis económica.

Daniel Arce, consultor y desarrollador de Franquicias que Crecen, destacó a Infobae que la ubicación se considera óptima si durante las horas pico pasan más de 10 personas por minuto frente al local en la ciudad de Buenos Aires. “Además, un local en una esquina ofrece mayor visibilidad, y se recomienda que tenga al menos 5 metros de frente. La inversión en un cartel grande también es aconsejable para aumentar la visibilidad”, sostuvo.

El tamaño del local es otro factor determinante. Para un negocio gastronómico, se sugiere un mínimo de 100 metros cuadrados para acomodar suficientes mesas y recuperar la inversión.

En el caso de un local de delivery, un espacio de 50 m2 podría ser suficiente, mientras que para aquellos con picos de ventas, un local de 70 m2 puede ser necesario para asegurar una operación eficiente.

Las avenidas porteñas son puntos estratégicos para los negocios gastronómicos debido al flujo constante de personas y vehículos. “Corrientes, Santa Fe, 9 de Julio y Callao son especialmente atractivas para estos negocios. Sin embargo, el valor de los alquileres en estas zonas tiende a ser más alto debido a su ubicación privilegiada”, amplió Arce.

Los locales situados en áreas de alto tránsito peatonal y vehicular suelen tener un alquiler más alto

Antes de alquilar un local comercial, es fundamental consultar con un gestor de habilitaciones para asegurarse de que el espacio sea apto para el rubro deseado.

Además, es importante verificar con un broker o martillero si el contrato de co-propiedad permite la actividad comercial planificada

Según Arce, el mercado está cambiando y surgen oportunidades únicas. “Los locales más exitosos cuentan con un equipo enfocado en producto, marketing y capacitación. Los negocios tradicionales o de un solo dueño difícilmente compiten, dejando locales disponibles para cadenas que ganan más espacios”, destacó.

Valores y contratos comerciales

El precio de un local adecuado para gastronomía está influenciado por varios factores, como la ubicación, la visibilidad y alto tránsito de personas.

Arce explicó que el estado del local y las obras necesarias pueden influir en el precio. “En algunas franquicias, el valor del alquiler se ajusta según productos específicos, como el volumen de helado en heladerías, para actualizarlo según la inflación”.

La demanda de locales comerciales es alta, especialmente para aquellos de entre 50 y 150 m2 en zonas barriales con gran afluencia de público, aunque sin estar ubicados en avenidas porteñas principales.

Lo importante es que tanto los negocios gastronómicos como los cafecitos tengan espacios para colocar estantes o muebles en donde los productos propongan buena visibilidad a los clientes

Los precios varían según el barrio, la superficie y las características del inmueble, y oscilan entre 1 y 3 millones de pesos, con ajustes trimestrales en los contratos para inmuebles de más de 50 m2.

Ariel Yeger, de Yeger Negocios Inmobiliarios, explicó que el crecimiento del sector gastronómico y los cambios en los hábitos de consumo impulsaron esta demanda. “Vemos a varios emprendedores con poco capital que optan por franquicias para contar con respaldo y know-how, mientras que aquellos con experiencia en el rubro lanzan su propia marca. En el primer caso, encontramos grupos de amigos o familiares, y en el segundo, ex empleados de comercios cerrados que deciden iniciar su propio camino”, detalló.

Los barrios más solicitados para montar locales gastronómicos son Palermo, Villa Crespo, Almagro y Caballito.

Yeger explicó que los emprendedores buscan locales cerca de polos de atracción como parques, facultades y centros de salud. Además, los locales en esquinas con amplia vereda y posibilidad de deck exterior son muy valorados, especialmente en calles sin bicisendas o tránsito de colectivos.

Los contratos comerciales suelen tener plazos de 3 a 5 años. Si el local necesita adecuaciones o reformas, se otorga generalmente un mes de gracia.

En cuanto a las garantías, es común que se aceptan propiedades en CABA, aunque recomiendan utilizar seguros de fianza privada, ya que brindan mayor flexibilidad y seguridad tanto para propietarios como para inquilinos.

El ajuste más común en los alquileres comerciales es trimestral, basado en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Hay negocios que ubican decks de madera en veredas para ubicar mesas y sillas

“Este índice público es considerado justo para ambas partes, ya que refleja las variaciones en la inflación y mantiene un equilibrio en los pactos a largo plazo”, amplió Yeger.

Acceso

Se recomienda que el contrato de alquiler esté alineado con el de franquicia, que según la ley argentina, tiene un mínimo de 4 años. Para inversiones significativas, es común establecer plazos de hasta 10 años.

Los locales en áreas de alto tránsito suelen tener alquileres más altos.

Montar un negocio gastronómico puede variar significativamente en costo.

Una pequeña franquicia de cafetería puede requerir una inversión promedio de alrededor de USD 45.000, mientras que una low cost (bajo costo) de pizzas o empanadas puede costar aproximadamente 25.000 dólares.

Las franquicias suelen ofrecer locales llave en mano, lo que significa que el inmueble se entrega equipado para comenzar a operar.

Es fundamental definir si el local será solo para delivery o ensamblaje, o si tendrá mesas para recibir clientes. Esto afecta directamente la inversión, ya que una cocina equipada con heladeras exhibidoras, mesas de trabajo de acero inoxidable, cámaras de frío y hornos es mucho más costosa que un negocio de ensamblaje, como los locales de sushi.

“Aunque los costos de cartelería y otros elementos son importantes, no impactan tanto en la inversión total”, concluyó Arce.