El referencial S&P Merval de la bolsa porteña arrojaba un alza del 0,8%, en momentos en que el riesgo país elaborado por el banco JP Morgan se mantenía por debajo de la línea de los 1.300 puntos básicos: 1.276 (-0,70%). La baja del índice del mercado de Buenos Aires acompañaba un día más bien bajista para los mercados de referencia.
Los índices S&P 500 y el Nasdaq de la Bolsa de Nueva York cotizaban el miércoles cerca de mínimos de dos semanas, ya que los inversores valoraban una posible escalada de la tensión geopolítica en Oriente Medio, mientras que una encuesta disipó el temor a un rápido enfriamiento del mercado laboral estadounidense.
Los mercados se mostraron cautelosos cuando Israel y Estados Unidos prometieron responder después de que Irán atacó Israel el martes, tras lo cual el S&P 500 y el Nasdaq registraron sus mayores caídas en un día en casi un mes.
El Promedio Industrial Dow Jones ganó 0,1%; el S&P 500, 0,2%, a 5.694,09 unidades; y el Nasdaq Composite subió un 0,49 por ciento.
Esta mañana, el dólar libre cayó $5 a $1.215 (-0,41%)a las 15 de Buenos Aires.
El MEP, en tanto, baja 1% y se vende a 1.207,85 pesos, mientras que el contado con liqui se ubicó en $1.241,8| (-0,51%).
Ayer martes, la cotización alternativa volvió a bajar y cerró en $1.220 para la venta.
El plan de blanqueo de capitales entró ayer en una nueva etapa. Si bien se prorrogaron por un mes las diferentes instancias del programa, una de las condiciones clave del plan se mantiene: desde ayer, quienes ingresaron dólares en efectivo al sistema financiero por montos inferiores a los USD 100.000, lo que los eximió del pago de la multa de 5% que rige a partir de montos mayores a esa suma, pueden retirar de los bancos los fondos depositados.
Los dólares financieros mostraron que lo que sucedió el lunes no fue tendencia y se mantuvieron en calma, mientras el blanqueo sigue aportando divisas a niveles récord. Una de las pruebas más contundentes de que el carry trade (invertir en pesos para después tomar ganancias en dólares) sigue en pie fue la fuerte demanda de LECAP, las letras nuevas que emitió el Tesoro y que, por la suba de precios, su rendimiento a largo plazo —las que vencen el 30 de septiembre próximo— bajó a 3,73%, lo que equivale a una tasa efectiva anual de 55,18%. En la licitación se habían colocado hasta en 3,95% efectivo mensual (59% efectivo anual). Los que quedaron afuera (inversores por $1 billón) que pedían más tasa, hoy lo deben estar lamentando.