Los dólares financieros mostraron que lo que sucedió el lunes no fue tendencia y se mantuvieron en calma, mientras el blanqueo sigue aportando divisas a niveles récord. Una de las pruebas más contundentes de que el carry trade (invertir en pesos para después tomar ganancias en dólares) sigue en pie fue la fuerte demanda de LECAP, las letras nuevas que emitió el Tesoro y que, por la suba de precios, su rendimiento a largo plazo —las que vencen el 30 de septiembre próximo— bajó a 3,73%, lo que equivale a una tasa efectiva anual de 55,18%. En la licitación se habían colocado hasta en 3,95% efectivo mensual (59% efectivo anual). Los que quedaron afuera (inversores por $1 billón) que pedían más tasa, hoy lo deben estar lamentando.
Hay una razón para esta demanda. La tasa resulta positiva frente a la probable inflación de septiembre de 3,5%; casi todas las consultoras coinciden en ese número.
Por eso, los dólares financieros estuvieron en segundo plano. El MEP subió $1,04 (+0,4%) a $1.220,07 y el contado con liquidación (CCL) $2,60 (+0,2%). El “blue” bajó $15 a $1.220.
En el Mercado Libre de Cambios (MLC) se negociaron USD 223 millones, lo que permitió al Banco Central comprar USD 101 millones. Las reservas recuperaron una parte de lo perdido y subieron USD 1.291 millones a 28.458 millones. En los próximos días podrían volver al nivel de USD 29 mil millones del viernes pasado.
El informe de la consultora F2 indica que “la tasa fija en pesos sigue demandada, y las LECAP volvieron a comprimir su rendimiento de manera más pronunciada que en las ruedas anteriores. De la mano de caídas en las expectativas inflacionarias, los futuros del dólar volvieron a ceder. Las tasas implícitas son las más bajas en, al menos, las últimas 20 ruedas”.
Otro dato es que el viernes entraron al blanqueo USD 890 millones y los depósitos privados en dólares subieron a USD 30.879 millones. El analista financiero Salvador Vitelli observó que “los depósitos privados en dólares superaron las reservas del Banco Central”.
En tanto, los bonos CER siguieron su rumbo intrascendente, salvo cuando se trató de los que vencen en 2026, que venían atrasados en sus precios y exhiben sobretasas de dos dígitos, y subieron 0,47%.
Los bonos soberanos tuvieron subas inferiores al 1% cuando se trató de los Globales, que son los bonos que tienen ley extranjera y los de mayor ponderación en la confección del índice Embi+ de J. P. Morgan, que mide el riesgo país. De esta manera, el riesgo cedió apenas 2 unidades a 1.288 puntos básicos.
Las acciones abrieron en baja, pero pronto ingresaron los cazadores de oportunidades. En realidad, el mercado está devolviendo parte de las fuertes ganancias de los últimos meses. El ingreso de estos inversores revirtió la tendencia pesimista inicial que coincidía con la de las bolsas de Nueva York, y el Merval de las acciones líderes subió 1,8% en pesos y 1,6% en dólares.
Los papeles más beneficiados fueron Telefónica (+6,2%), seguido de Transportadora Gas del Sur (+3,73%), un papel que había cedido fuerte en las últimas ruedas, y Central Puerto (+3,37%).
Los ADR —certificados de tenencias de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York— tuvieron subas generalizadas, pero de mediana magnitud porque cotizan en pesos al tipo de cambio del CCL. Los más destacados fueron Telefónica con 3,4%, Central Puerto con 3,1% y Transportadora Gas del Sur con 2,9%.
Los inversores intuyen que pronto se anunciará algo sobre el sector exterior y el cepo. Se espera que el Gobierno capte de alguna manera los dólares que ingresaron del blanqueo y los utilice para pagar vencimientos de la deuda el año próximo.
Respecto a los rumores de un préstamo del Banco de Basilea, el Banco Central de los bancos centrales del mundo, hay que descartarlo porque este organismo no presta salvo que se le entregue oro como garantía y son créditos de corto plazo para situaciones puntuales. Dar el oro de garantía es cambiar la calidad de las reservas y no sirve como método de pago de la deuda soberana.