El Gobierno espera que durante octubre terminará de definir, en negociación con un grupo de bancos, la posibilidad de tomar un préstamo en dólares para reforzar las reservas del Banco Central. Este lunes finalizó la última meta de acumulación de divisas acordada con el FMI y la autoridad monetaria habría quedado más de USD 2.000 millones por debajo de ese umbral a pesar de que en agosto y septiembre el saldo en el mercado cambiario fue comprador.
Según aseguraron fuentes oficiales, la culminación de un acuerdo con entidades internacionales para vehiculizar un crédito en moneda dura de corto plazo -como el que el Ministerio de Economía tomó en 2017, también con Luis Caputo como secretario de Finanzas- tendría lugar en las próximas semanas.
Esto indica que el tira y afloje con los bancos para establecer las condiciones por las cuales el país podría volver a contar con financiamiento en dólares todavía no son las indicadas. Infobae había anticipado la semana pasada que la conversación había incluido una oferta de tasa de interés anual de entre 13 y 17%, con Bopreales en dólares del BCRA como colateral -garantía- de la operación.
Desde el BCRA y el Palacio de Hacienda no confirmaron si el Gobierno estaría dispuesto a firmar un acuerdo con un interés de esa magnitud. Aunque está en niveles mínimos desde mayo, el riesgo país todavía se sostiene por encima de los 1.200 puntos porcentuales, lo que preanuncia que cualquier financiamiento al país ronda los dos dígitos anuales de interés, una tasa considerada cara para tomar un préstamos en moneda extranjera.
En ese marco, las conversaciones siguen en marcha y en el mejor de los casos, aseguran en los despachos oficiales, podrían llegar a una conclusión más cerca de fin de mes, plantearon ante este medio. Una posibilidad es que el Gobierno estuviera dando espacio a un recorte mayor del riesgo país para abaratar ese costo de financiamiento eventual.
Octubre será un mes crítico para las reservas, más allá de que ya no correrán las metas de acumulación que pendieron sobre el BCRA desde que comenzó el acuerdo vigente con el Fondo Monetario en marzo de 2022. Este mes se prevé con una mayor demanda de divisas para el pago de importaciones, por cómo quedó configurado el esquema de habilitación de dólares para ese tipo de operaciones.
“En la flexibilización del pago de importaciones, si bien se genera cierto escollo en octubre (una suerte de ‘Rubicón’) por la propia calendarización del sector, haya una probable migración de quienes previamente pagaban sus operaciones al tipo de cambio contado con liquidación, ante el cambio de régimen, busquen calzar sus compras en el A3500+PAIS (dólar oficial) y con ello alivianar la demanda sobre el dólar financiero, quedando el blend como oferente”, mencionaron.
Aunque está en niveles mínimos desde mayo, el riesgo país todavía se sostiene por encima de los 1.200 puntos porcentuales, lo que preanuncia que cualquier financiamiento al país ronda los dos dígitos anuales de interés
De esta forma, la especulación es que haya importadores que abandonen en “contado con liqui” para financiar sus compras al exterior, vuelvan al tipo de cambio administrado y que eso le quite vendedores al CCL en el mercado. Solo quedaría el esquema 80/20 de dólar exportador para abastecer la oferta.
Esta semana la última meta con el FMI, tal como se preveía, quedó incumplida por un amplio margen, que podría ser mayor a los USD 2.000 millones. Esa cifra era la estimada por el sector privado hasta el cierre de la semana pasada como la distancia hasta el umbral exigido por el programa. Pero la caída de reservas del último día del mes, que incluyó pagos a organismos internacionales por USD 300 millones, podría haber hecho caer incluso más el nivel de reservas netas.
Los depósitos en dólares continuaron su escalada y hasta el jueves pasado, último dato disponible del Banco Central, prácticamente alcanzaban los USD 30.000 millones y se encaminan a quebrar el récord nominal de USD 32.500 millones que registró la autoridad monetaria en agosto de 2019. El incremento es de USD 11.326 millones desde el 15 de agosto, recopiló el economista Amílcar Collante.
“El efecto en las reservas netas dependerá ulteriormente de: lo que se pague de multas por la regularización (probablemente tengamos los primeros datos la semana que viene con los números de recaudación de septiembre; recordar que la multa se abona en dólares), lo que los bancos terminen prestando de dólares a exportadores (que deberían liquidar en el MULC, y la decisión del Gobierno (Tesoro o BCRA) de, eventualmente, colocar Letras locales en dólares para financiar parte de los vencimientos de 2025″, mencionó un informe reciente de la consultora 1816.
La posibilidad de que el Tesoro emita una letra corta en dólares apareció con fuerza entre los análisis de mercado desde la semana pasada. “El fuerte incremento de los depósitos en dólares producto del blanqueo podría abrir una nueva fuente de financiamiento para el gobierno: la emisión de nuevas Letes en dólares. Así se podría abrir una nueva opción para canalizar los fondos provenientes del Blanqueo además de las colocaciones de ONs que se aproximan”, apuntó un informe de Delphos Investment.
“Aunque hasta el momento no forman parte de la estrategia financiera del Tesoro, es fácil pensar que podría haber apetito entre los inversores locales por Letes (Letras del Tesoro o del BCRA de corto plazo suscriptas con y pagaderas en Dólar MEP) a tasas relativamente bajas”, dijo 1816.
“Lo vemos así por cómo funciona el ecosistema CERA, pero también por la restricción cruzada MULC/CCL, que genera un universo de inversores ‘cautivos’ en argendólares. Aún así, no queda claro si el mercado estaría dispuesto a comprar instrumentos con vencimiento en 2026 (o más adelante), cuando quizás no haya cepo”, continuaron, antes de concluir: “Otra opción sería emitir Letes con vencimiento en 2025, aunque sospechamos que en ese caso el mercado pasaría a mirar a las reservas netas neteando el saldo de esos instrumentos”.