“Vamos a ver en góndola cada vez más productos de afuera”, dijo el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, al disertar este martes en el Agribusiness Conference 2024, que organizó en el hotel Alvear la Cámara de empresas de EEUU en la Argentina (Amcham). Como parte de un panel titulado “Comercio e integración internacional: impulsando las exportaciones argentinas al mundo”, el funcionario se refirió a la apertura de los mercados y a la vocación que tiene la actual gestión económica de eliminar la burocracia que “no genera valor”.
“Lo que hemos tratado de hacer es que el valor que se genera sea acá, y eventualmente con la apertura de mercados. Que no sea en una oficina pública, con trámites que no generan valor. Porque al final del día, cuando uno empieza a discutir la política detrás, la sustitución de importaciones y todo lo que lo empuja, es un burócrata decidiendo y no generando valor”, remarcó Lavigne, quien, ante líderes del sector privado, sociedad civil y la academia, agregó: “El valor lo generan los 45 millones de argentinos interactuando entre ellos y eligiendo lo que es mejor para producir”.
En este sentido, el secretario de Comercio planteó que la idea del Gobierno es que en 2025 los empresarios no tengan que hacer ningún trámite en la dependencia que él dirige. Y dijo: “La figura del secretario de Comercio debería ir evaporándose y que solo quede la generación de valor y la necesidad de apertura de mercados que le da competitividad para que Argentina se inserte al mundo y exporte. Y ésa es la agenda de la intrascendencia, es simplificarle la vida a ustedes en la medida de lo posible, en el día a día, en los trámites, en los accesos a los insumos”.
Lavigne precisó que lo único quedará para el año próximo es eliminar la ventanilla única de Comercio Exterior, para que se pueda operar desde un entorno amigable del sistema, “punta a punta todos los trámites de importaciones y exportaciones”. “Nos habíamos puesto como objetivo finalizar toda esa desregulación, simplificación y bajas arancelarias que hemos podido este año. Lo más trascendental es que hemos quitado la discrecionalidad del Estado, y es sacar las SIRA, que era un error total”, consignó.
El funcionario agregó que también están apuntando a evitar las dobles certificaciones. Por ejemplo, un producto certificado en el exterior, que entra a un país de alta vigilancia va a poder ingresar a la Argentina, dijo. “Lo más razonable es que ya no se tenga que pedir permiso para operar, para importar o para subir un precio en góndola en el supermercado”, afirmó Lavigne.
Consultado sobre la llegada de importaciones, afirmó que “el mundo funciona comerciando. Y si bien reconoció que “aparecerá el que diga ‘no quiero que entren remeras de Bangladesh, o no quiero que entre acero de Polonia´, el mundo crece cuando se comercia, y es sano que suceda, y vamos a ver en góndola cada vez más productos de afuera”. “Lo que nos ayuda la competencia es a innovar, a incorporar tecnología, es sano que suceda eso. Yo entiendo que algunos se van a ver afectados, pero como siempre sucede en el capitalismo, así funciona. El comercio genera valor, no lo destruye”, manifestó.
Apertura de mercados
“Sin importar no se puede exportar. Y una economía cerrada no es gratis. Entonces, se te van cerrando los mercados de exportación. Una apertura económica es una integración, una economía más grande, más comercio y precios más bajos”, concluyó Lavigne.
También estuvo presente en el evento de AmCham horas antes, Juan Pazo, secretario de Coordinación de Producción, quien destacó la importancia del sector agropecuario y lo calificó como uno de los principales motores de la economía argentina. Durante su presentación, Pazo subrayó el compromiso del gobierno con el sector, haciendo hincapié en las medidas que se están tomando para fomentar su crecimiento y reducir las barreras que históricamente limitaron su desarrollo.
“El campo no es un enemigo, es un aliado estratégico”, afirmó Pazo, al tiempo que explicó que una de las prioridades de su gestión ha sido eliminar regulaciones innecesarias y complejidades que afectaban a la producción. Entre las medidas anunciadas, destacó la eliminación de requisitos burocráticos en la exportación de granos y la flexibilización del comercio entre productores, así como la simplificación de la normativa vinculada a la comercialización de productos como el trigo y la soja.
Asimismo, en su intervención remarcó la importancia de la innovación tecnológica en el agro. Pazo señaló que el futuro del sector depende de la adopción de nuevas tecnologías que aumenten la productividad y reduzcan la dependencia de factores climáticos. “No podemos basar nuestra competitividad en golpes de suerte, sino en decisiones estratégicas que impulsen la innovación y el crecimiento sostenido”, apuntó.
Por último, en relación con la unificación del tipo de cambio, uno de los temas más esperados por el sector, Pazo indicó que si bien no hay un plazo definido, el gobierno está trabajando para que se concrete cuando se den las condiciones adecuadas. “La visibilidad y la previsibilidad son clave para el productor. Necesitamos darles confianza para que puedan tomar decisiones de inversión con mayor seguridad”, concluyó.
Desafíos para el sector
El evento contó con la presencia de variados empresarios del sector, que dialogaron sobre el enorme potencial de crecimiento que tiene el agro y a la vez enumeraron los desafíos que el país tiene por delante para explotar al máximo las capacidad de este sector.
Durante sus palabras de bienvenida, de hecho, el CEO de Amcham, Alejandro Díaz, se refirió a algunos de estos desafíos, entre los que mencionó la necesidad de trabajar en un marco regulatorio que le permita a las empresas realizar innovaciones y estar protegidas frente a ello.
“Hablamos de propiedad intelectual. Ningún país puede tener desarrollos innovadores, nuevos lanzamientos comerciales, si no encuentra un espacio en el que sus derechos sean protegidos. En el mundo, los únicos actores que invierten en desarrollo lo hacen a través de esa política de protección. Para avanzar en innovación y no perder competitividad frente a Paraguay o Brasil, por ejemplo, necesitamos que la Argentina ofrezca un marco regulatorio que contemple ese incentivo”, afirmó Díaz.
El CEO de Amcham también se refirió a la necesidad de tener una agenda de género en el sector, para que las mujeres sean más partícipes en esta industria; se refirió a la necesidad de reducir impuestos y, por último, trabajar en infraestructura. “Requerimos que, una vez que el Gobierno empiece a encontrar respuesta a los ingresos fiscales necesarios para ir al déficit cero, la reducción de la carga tributaria sea puesta sobre la mesa de discusión”, dijo el directivo.
Sobre la necesidad de contar con mayor y mejor infraestructura en el sector, Díaz afirmó: “La red vial y las dificultades en materia de conectividad son una dificultad para el sector. No hemos tenido mucho éxito en los sistemas de concesiones y cobro de peajes; hemos sido rupturistas seriales de todos contratos de estas caracterstcas. Pero hay que volver a establecer modelos de negocios donde se consiga acelerar ese proceso y no depender de que sea el sector público el único encargado de hacer infraestructura”, remató.