El blanqueo es hoy el activo principal de la política económica, pero no llega a disipar las dudas sobre los vencimientos de deuda, cada vez más cercanos, de 2025. No son pocos los que creen inexorable un canje. Pero esa posibilidad no está en los planes del ministro de Economía, Luis Caputo, que negocia un mega REPO y créditos con organismos multilaterales para cubrir la primera parte del año y después, con el riesgo país en niveles más bajos, tomar deuda en el mercado internacional de capitales.
Este lunes el esquema de metas del programa con el Fondo Monetario Internacional que la Argentina firmó y puso en vigencia en marzo de 2022 llegará a su fin cuando tenga lugar la fecha de corte de los últimos objetivos de superávit fiscal y de acumulación de reservas exigido en el acuerdo como condición para que el Gobierno pueda conseguir desembolsos del organismo.
El dólar libre abre la semana a $1.245 para la venta. El contado con liquidación a $1.2294 y el MEP a $1.209 por unidad. El viernes el Banco Central compró USD 75 millones. Por el blanqueo, los depósitos en dólares están en su nivel más alto en cinco años. La cuenta corriente cambiaria fue deficitaria por tercer mes consecutivo en agosto: USD 1.269 millones.
El blanqueo de capitales le ha dado un fuerte impulso a las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), permitiéndole recuperarse a partir de niveles de depósitos en dólares del sector privado que hasta el 24 del mes totalizaba un aumento de USD 7.806 millones. Esto fue clave para que las reservas brutas del BCRA superaran los USD 29.000 millones.
Tras un mes agitado en lo cambiario en el que el Banco Central destinó más de USD 3.200 millones de las reservas compradas en el mercado oficial a contener la cotización del dólar financiero, causó sorpresa el dato publicado ayer por la entidad monetaria según el cual en agosto se destinaron “apenas” USD 153 millones.