El Gobierno dice ahora que no habrá cortes programados de luz a hogares

El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, negó la posibilidad de interrupciones programadas de electricidad para usuarios residenciales durante el verano. Además, implementará un esquema de incentivos para que grandes compañías moderen su consumo

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El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo
El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo

El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, aseguró ahora que el Gobierno no prevé cortes programados de electricidad para los usuarios residenciales durante el verano, descartando la posibilidad de una medida de ese tipo como la que se aplicó en décadas anteriores. El funcionario explicó que el objetivo es incentivar la reducción voluntaria del consumo por parte de grandes empresas, a las que se les ofrecerá una compensación económica si disminuyen su demanda de energía en los meses más críticos.

De ese modo contradijo al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien había anticipado durante el fin de semana que la Secretaría de Energía ya estaba trabajando en un calendario de interrupciones del servicio durante los meses con las temperaturas más altas del año.

“No va a haber cortes programados, volver a los cortes rotatorios del 80, del 88. Yo lo viví cuando era chico y la década del 80 con Alfonsín. Pero nada de eso va a ocurrir, ni se está pensando ni creemos que vaya a ocurrir en absoluto”, afirmó Chirillo en declaraciones a Radio Mitre, refiriéndose a la situación que se vivió en el país hace varias décadas, cuando los cortes de luz eran frecuentes.

El funcionario aclaró que la prioridad del Gobierno es evitar cualquier interrupción forzosa del suministro eléctrico para los hogares y que el enfoque está puesto en las grandes industrias que consumen cantidades significativas de energía. “En ningún momento se está hablando de cortes programados para residenciales”, enfatizó.

El plan que el Gobierno está elaborando desde hace meses apunta a que las empresas reduzcan voluntariamente su consumo de energía en los meses de mayor demanda, que coinciden con las temperaturas más altas del verano. “Se le ofrece a la demanda que voluntariamente quiera reducir su capacidad de contratación de potencia y con eso alivianar la red”, detalló Chirillo.

““No va a haber cortes programados como los cortes rotatorios del 80, del 88″

Esta estrategia implicará que empresas grandes, particularmente del sector industrial, ajusten su producción o su uso de energía durante los meses de diciembre a febrero, a cambio de un incentivo económico. “Una empresa industrial o una empresa grande, desde ahora se le avisa que puede ordenarse de manera que en diciembre, febrero no produzca tanto, o baje la carga”, explicó. A cambio, el Gobierno les ofrecerá una remuneración para aquellos que decidan no contratar tanta potencia.

El secretario de Energía aclaró que este plan es completamente voluntario y que no se trata de una imposición del Gobierno. “Quiero destacar el carácter voluntario, porque cuando estamos acostumbrados a hablar de cortes programados, pensamos en la imposición de la autoridad que te dice: ‘de 8 a 12 se te corta la luz’. Esto es otra cosa, es diferente”, subrayó Chirillo.

Otro de los puntos que Chirillo mencionó en la entrevista fue la dependencia de la Argentina de la importación de energía para cubrir los picos de demanda durante el verano. “Estamos haciendo las gestiones para poder contar con la energía que habitualmente Brasil nos brinda”, comentó. Argentina planea importar 2.300 megavatios de energía desde Brasil y también mantener las negociaciones con Paraguay para asegurar un mayor suministro desde la central hidroeléctrica de Yacyretá.

El funcionario explicó que, actualmente, Brasil enfrenta un problema de baja hidraulicidad que afecta su capacidad de generar energía hidroeléctrica, pero confía en que las condiciones mejorarán hacia diciembre. “Dios mediante, las indicaciones dicen que para comienzos de diciembre, y estamos hablando constantemente con la Secretaría de Energía de Brasil, vamos a contar con esa energía”, indicó.

“Se le ofrece a la demanda que voluntariamente quiera reducir su capacidad de contratación de potencia y con eso alivianar la red”

A pesar de las dificultades, Argentina está exportando electricidad a Brasil en estos momentos debido a la menor demanda interna. “Hoy, que nosotros no tenemos tanto consumo, sin embargo, ellos tienen este problema y nosotros les estamos exportando electricidad”, explicó Chirillo, quien además recordó que esta relación de intercambio de energía con Brasil data de 2001.

Además de la importación de energía, el Gobierno está trabajando en un plan de contingencia para aumentar la disponibilidad de las plantas generadoras locales que actualmente no operan a plena capacidad. Según Chirillo, muchas plantas en Argentina no generan electricidad porque la remuneración que reciben no es suficiente. “Cuando las llamas para que empiecen a generar, te dicen: ‘a ese precio no te vendo’. Es como tener coches disponibles, pero justo cuando los convocás, te dicen que se les pinchó la rueda”, describió gráficamente.

Ante esta situación, el Gobierno tiene previsto implementar un esquema de remuneración adicional para que estas plantas puedan aumentar su capacidad de generación durante los picos de demanda en verano. “Va a haber una remuneración en verano, en invierno y el próximo verano para que adhieran esas plantas y recuperar la cantidad que se nos está escurriendo por las manos”, explicó Chirillo.

Chirillo también mencionó que se están llevando a cabo obras en el sistema de transporte de electricidad para fortalecer la red y reducir la vulnerabilidad ante posibles interrupciones. “Estamos poniendo transformadores en lugares críticos que tiene el sistema porque está muy vulnerable”, afirmó, y añadió que se están incorporando sistemas automáticos que permitirán mantener el suministro eléctrico en funcionamiento en caso de que una línea de transmisión falle.

Finalmente, el secretario de Energía pidió a la población y a los medios que eviten generar alarmismo con términos como “blackout”, refiriéndose a la posibilidad de un colapso total del sistema eléctrico. “Son todos términos tremendistas que no aportan nada”, sostuvo.

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