La primera gran confusión que produjo el lenguaje técnico del presidente Javier Milei en Wall Street fue que el cepo se iba a eliminar cuando la inflación sea 0%. En realidad, cuando se lo escucha con atención, está adelantando que el obstáculo que impide la libertad cambiaria, desaparecerá cuando la inflación baje a 2,5% mensual.
El otro tema que debió ser aclarado, porque dejó dudas en los inversores, fue el DNU que eliminó la restricción que había impuesto el ex ministro de Economía de Martín Guzmán, que prohibía utilizar distintas monedas en el canje de deuda. Esto es un bono en pesos solo podía ser cambiado por otro en pesos. Lo mismo sucedía con los emitidos en dólares. Ahora se podrán canjear bonos en pesos por bonos en dólares en ambos sentidos.
Además, la norma elimina las imposiciones del Congreso para canjear deuda. Se pedía que en el canje se cumplan dos de estas tres condiciones: alargar el plazo del nuevo bono, reducir intereses y lograr quita de capital.
Lo que busca el Gobierno no es reestructurar la deuda, sino tener manos libres para negociarla y dar lugar a quienes busquen canjes de deuda voluntario. Si fuera compulsivo, se entraría en default algo que está descartado porque el Gobierno insiste en que va a pagar los vencimientos de 2025.
De hecho, el ministro de Economía, Luis Caputo, está negociando una operación importante de REPO, esto es entregarle bonos a un grupo de bancos a cambio de dólares con la promesa de recomprar esos bonos en tiempo y precios predeterminados. Además, hay conversaciones con el FMI para que perdone desembolsos de 2025 y conseguir financiamiento adicional. Si el DNU fuera emitido para cambiar las condiciones de los bonos actuales, todo lo que se está negociando no tendría sentido.
El DNU apunta al frente interno y a pasivos con el Banco Central. Si el mercado hubiera interpretado que puede haber una restructuración, los bonos ayer hubieran tenido un fuerte derrape y no habrían ingresado casi USD 1.000 millones más al blanqueo.
Por el contrario, los bonos de referencia, el Bonar y el Global 2030, estuvieron estables y el título estrella, el Global 2035 que tiene ley extranjera subió 0,50%. Esto hizo que el riesgo país baje 13 unidades (-0,8%) a 1.308 puntos básicos.
El analista financiero Salvador Vitelli señaló que el DNU “habilita a canjes voluntarios; no significa default. La normativa que existía era controversial porque indicaba que cualquier canje debería ser beneficioso para la Argentina. Esto hoy es imposible de lograr porque el mundo lo rechazaría. Veo que la medida apunta a que la deuda argentina se ponga más performing con el riesgo país. En otras palabras, con el DNU se eliminó un corset”.
Las confusiones iniciales, hicieron que el día empezar con malos augurios, pero sobre el final de la rueda hubo calma. De hecho, las acciones que abrieron con bajas importantes, pero recortaron pérdidas y el Merval de las acciones líderes cedió apenas 1,79% pero sin papeles con caídas destacadas.
Los ADR -certificados de tenencia de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York- cerraron con mayoría de bajas, pero la más importante no sobrepasó 3,6%, como fue el caso de Loma Negra un certificado que acumula alzas de 20,3% en lo que va del mes porque el blanqueo beneficia a la construcción.
El jefe de Mesa de Conosur, Juan Martín Yanzon, adjudicó la caída de bonos y acciones a que “los papeles traccionaron muchísimo por el aluvión de dólares del blanqueo. Hay niveles de precio increíbles. Las emisiones que vencen en 2031 que nacieron entre junio y este mes, como TGS, Pampa, Teco o YPF rinden 7% y monedas, ninguna supera 8%. Hoy se ha comprimido todo y cuesta encontrar papeles. Todo lo que venden los extranjeros lo compran los locales, están muy activos. Hay que ver qué pasa cuando la euforia comience a bajar; en qué nivel se consolidarán. Si uno ve la diferencia con los bonos soberanos, se da cuenta que el inversor le adjudica menos riesgo a la parte corporativa. A mí me llaman la atención, a nivel comparativo que, por ejemplo, un bono de PeMex (Petróleo Mejicano) rinda entre 7 y 10%, o sea más que los activos locales. Ves un soberano brasileño y rinde 5% en dólares y Pampa 27, 5,80%. Un Cencosud chileno super estable, sólido, rinde 5,20%. Estamos medio caros y me parece que hay algo de espuma”.
En tanto, en la plaza cambiaria, la suba inicial de los dólares financieros fue neutralizada y el MEP subió apenas $4,47 (+0,4%) y cerró en $1.204,57. El contado con liquidación (CCL) aumentó $7,18 a $1.226,82. El dólar “blue” quedó sin cambios en $1.245 después de haber tocado $1.250.
En el Mercado Libre de Cambios (MLC) el Banco Central pudo comprar USD 21 millones y las reservas subieron 83 millones a USD 27.346 millones.
Según la consultora F2 de Andrés Reschini, la Argentina siguió el ritmo del mundo: “Los principales índices bursátiles de Nueva York cerraron prácticamente flat mientras aguardan más señales sobre la marcha de la economía”.
La consultora destaca que “las preocupaciones sobre el clima en Brasil impulsaron los futuros de soja en Chicago y dejan subas de 2,67%. Sin embargo, el Merval en dólares sufre un recorte de 2,4% al mientras que la deuda soberana local en moneda extranjera cerró con recortes leves, en sintonía con el ETF (índice) de deuda emergente”.
Para hoy se espera alguna reacción en bonos y acciones, aunque muchos inversores están pendientes de datos clave de la economía de Estados Unidos como el PCE, que es el gasto de los consumidores y el principal indicador para la Reserva Federal. También se conocerá el dato del PBI que podrá mostrar si hay recesión.
Para la Argentina estos indicadores son clave, porque un mayor recorte de las tasas de interés norteamericanas significará, además de un abaratamiento de la deuda, un apoyo para la política cambiaria porque el dólar seguirá bajando frente a las monedas del mundo.
Otra señal que se espera es qué sucederá con la licitación de bonos del Tesoro del jueves donde se buscarán otros $7 billones.