Un grupo de indicadores mensuales de actividad sectorial de agosto mostraron un retroceso en comparación con julio y echaron un manto de duda sobre la velocidad a la que la economía podría recuperarse tras haber tocado su piso entre el primer y el segundo trimestre del año. Esta semana el Indec dará a conocer el índice oficial de actividad (EMAE) de julio y el Gobierno estima que el 2024 terminará con una contracción del PBI de 3,8%, según el Presupuesto 2025.
Un informe de la consultora LCG estableció un “semáforo” del nivel de actividad con datos anticipados de agosto. La economía llegaba con una caída de 0,3% mensual en junio y con números positivos para el séptimo mes del año. En ese sentido, adelantaron que en julio “estimamos que la actividad se recuperó sensiblemente, compensando la caída de junio”.
“Proyectamos un crecimiento mensual en torno al 1,2% desestacionalizado, aunque en términos anuales continua en terreno negativo (-5,6 por ciento). Entendemos que el comportamiento errático que presenta la actividad desde hace ya varios meses seguirá a partir de una recuperación desigual a nivel sectorial. Por lo pronto, algunos primeros datos de agosto que implicarían una nueva caída mensual”, asegura un pasaje del informe.
El semáforo, con la información más reciente disponible, muestra que hay sectores que en julio habían tenido números en verde pero en agosto cortaron la tendencia. La importación de bienes de consumo pasó de crecer 35% en julio a caer 13,7% un mes después. El patentamiento de autos usados mejoró 23,6% interanual en julio y retrocedió 4,3% en agosto.
El semáforo de actividad de la consultora LCG, con la información más reciente disponible, muestra que hay sectores que en julio habían tenido números en verde pero que cortaron la tendencia en agosto
Lo mismo sucedió con el Índice Construya (12,1% y -4,3%, respectivamente), el despacho de cemento (19,6% y -11,7%), la producción automotriz (38,7% y -4,3%), el consumo de energía eléctrica de la industria (14,7% y -1,2%), la producción de carne avícola (28% y -9,6%) y vacuna (24,6% y -9,2%) y la importación de bienes intermedios (33,5% y -24,5 por ciento).
Otros informes habían concluido con una noción similar sobre la evolución de la actividad. Invecq, por ejemplo, indicó que “pese a que la actividad haya tocado piso, muestra una recuperación lenta e irregular, con heterogeneidad a nivel sectorial” y también acudió a indicadores anticipados de agosto para argumentarlo.
“Por otro lado, si bien datos vinculados con el rubro de la construcción -como los despachos de cemento y el Índice Construya- los cuales, disminuyeron en términos intermensuales y anuales, mostraron que el piso ya parecería haber ocurrido en el mes de marzo”, plantearon. Como resumen, apuntaron que “la actividad económica se encuentra atravesando un camino de recuperación lenta, heterogénea e irregular; patrón que probablemente se mantenga en el corto plazo”.
Entre los indicadores sectoriales, el último conocido fue el informe de actividad industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA). En julio, la producción fabril registró una caída del 5,8% en términos interanuales y acumula una baja del 12,8% en lo que va del año. Sin embargo, el séptimo mes del año registró un repunte del 12,8% respecto de junio, lo que representó un leve respiro que, no obstante, parte de niveles muy bajos. Así, da cuenta de esa mejora general de la actividad en julio.
“La actividad económica se encuentra atravesando un camino de recuperación lenta, heterogénea e irregular; patrón que probablemente se mantenga en el corto plazo”, planteó Invecq
Y también, tal como los primeros números anticipados empiezan a exhibir en agosto, la información fabril preliminar de ese mes hace pensar que el repunte industrial de julio podría haber sido temporal, ya que se espera una nueva caída tanto interanual como en la comparación mensual, reflejando un contexto de incertidumbre que persiste en el sector.
El Indec, hace algunos días, dio a conocer la variación del PBI del segundo trimestre del año, que fue negativo en 1,7% interanual, mientras que en los primeros seis meses acumula un retroceso de 3,4 por ciento. “El dato más alarmante es la fuerte caída de la inversión privada, de -29,4 por ciento. Esta caída en la inversión se contrapone con un fuerte aumento de las exportaciones de origen industrial en agosto, que subieron 27 por ciento. Pero en cierta medida el incremento de las exportaciones resulta del aumento de los saldos exportables por caída de la demanda interna y no de la escala en el nivel de producción”, indicó un informe de la consultora Epyca.
El tercer trimestre podría dar, en términos generales, datos negativos en la comparación interanual. Es una idea que dejó saber el Ministerio de Economía, a través de uno de los asesores del ministro Luis Caputo, Felipe Núñez, que aseguró en diálogo con Radio con Vos que un nivel de actividad “inflado” por las medidas económicas del gobierno anterior en el contexto de la campaña electoral dejaron una base de comparación alta.