Las estaciones de servicio están atravesando un 2024 complicado. Si bien las subas de precios les han permitido aumentar sus niveles de facturación, las ventas en términos de volumen han caído considerablemente. En gran medida, esto se atribuye a la pérdida del poder adquisitivo sufrida por los salarios en la primera parte del año, luego de la devaluación implementada por el Gobierno.
Las estadísticas dan cuenta de un cambio interesante en los patrones de consumo. Según datos publicados por la Secretaría de Energía de la Nación, los conductores conocen cuáles son las zonas con precios más bajos y priorizan cargar en las bocas de expendio más económicas. Este fenómeno se ve reflejado claramente en la comparación de los números de ventas de Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y Provincia de Buenos Aires.
Los datos oficiales indican que la venta de nafta súper cayó un 3% en Buenos Aires durante los primeros siete meses del año, pasando de 1.438.863 m3 en 2023 a 1.395.588,68 m3 en 2024. En CABA, en cambio, la venta de ese mismo producto tuvo un fuerte repunte del 16% en el período analizado. En detalle, las estaciones de servicio de la Capital Federal despacharon 313.989 m3 de nafta súper entre enero y julio del año pasado y vendieron 363.204 m3 en igual período de este año.
Volumen y mercados
Como se puede observar, el tamaño del mercado es muy diferente en uno y otro caso, pero en términos de volumen el comportamiento de ambos mercados resulta lógico. Es que en Buenos Aires se dejaron de vender 43.274 m3 de nafta súper en los primeros siete meses del año y en CABA se vendieron 49.215 m3 más. Eso sugiere que en realidad los conductores siguieron cargando la misma cantidad de combustible e incluso un poco más, pero eligieron otras estaciones de servicio.
El motivo, claro está, son las brechas de precios. Históricamente Capital Federal ha sido siempre más económico que provincia de Buenos Aires en lo que a combustibles se refiere, por lo que miles de conductores, en la medida de lo posible, eligen cargar en las estaciones de servicio de esa zona. Actualmente las diferencias oscilan entre el 2% y el 4%, dependiendo de la petrolera, pero en algunas épocas la distancia ha sido mucho mayor.
De todas formas, esta ventaja que se obtiene cargando combustible en CABA podría terminar pronto. El presidente de YPF, Horacio Marín, hizo referencia al achicamiento de las diferencias de precios entre las diferentes regiones de Buenos Aires. “Cuando nosotros ingresamos, la diferencia entre la Capital Federal y el conurbano estaba en el orden del 15%. Hoy está en el 2% o 3%, prácticamente nada. Eso parte de una justicia lógica. No puede ser que en el conurbano el combustible sea más caro que en la Capital Federal”, subrayó.
Cayeron el resto de las ventas
El traspaso de la demanda entre Capital y Provincia se dio en la nafta súper, pero no se repitió en el resto de los combustibles. Por el contrario, en ambas jurisdicciones cayeron las ventas de todos los otros productos.
En CABA, cayó 12% la venta de nafta premium, bajó 10% el gasoil premium y se redujo un 6% la venta de gasoil común, según los datos publicados por la Secretaría de Energía.
En lo que respecta a Buenos Aires, la caída más pronunciada se dio también en la nafta premium, que se desplomó un 21%. El resultado es lógico, tomando en cuenta el escenario recesivo y la necesidad imperante de ahorrar. En tanto, los resultados estadísticos indican que cayó 9% la venta de gasoil común y 3% la comercialización de gasoil premium.
Los precios podrían bajar
Horacio Marín, consideró que el precio del combustible podría bajar en octubre, tras cinco años de subas consecutivas. El disparador sería la caída del precio internacional del barril de crudo.
“El precio del combustible depende del precio del petróleo. Si el valor del crudo baja, los usuarios no tienen que subvencionar a YPF, porque no es justo que nosotros tengamos una ganancia arriba de lo lógico que tiene que tener la venta de combustibles. Así mismo, cuando sube, nosotros no podemos no subir el precio del combustible, porque habría una subvención de YPF a los usuarios y eso tampoco es justo”, comentó el líder de la compañía.
“El precio del barril bajó USD 10 y en la última semana subió USD 4. Estamos analizándolo y prometo que la semana que viene vamos a tener una definición. Puede ser que bajemos el precio del combustible”, reconoció Marín.
No está claro de cuánto podría ser la baja, pero sí hay razones para pensar que la reducción, en caso de concretarse, será mayor en el gasoil.
“Cuando ingresamos a YPF, vimos una gran distorsión de precios relativos entre la nafta y el gasoil respecto de los precios internacionales. El valor de la nafta en Argentina, respecto de los precios internacionales, estaba mucho más bajo de lo que estaba el gasoil, por lo que no se puede hacer el mismo ajuste para los dos combustibles”, explicó Marín en una entrevista para LN+.