La baja de la tasa de interés en EEUU es buena para los bonos argentinos, pero hay un Talón de Aquiles que debe tenerse en cuenta

La última decisión de la FED promete impulsar un aumento en el valor de la deuda, pero persiste un factor que afectará ese proceso

El recorte de tasas en Estados Unidos generó optimismo en los mercados emergentes, favoreciendo la deuda argentina

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) inició su ciclo de relajación monetaria con un recorte de 50 puntos básicos en la tasa de referencia, llevándola al 5% anual. Esta decisión, en línea con lo que los mercados esperaban, responde a la moderación de la inflación y a la creciente preocupación por una posible recesión en la mayor economía del mundo.

Aunque los recortes adicionales dependerán de la evolución de los datos, la Fed anticipó que proyecta una tasa del 4,5% para fines de 2024 y del 3,5% para 2025, lo que marca un cambio significativo en la política monetaria global.

Movimientos como este suelen dar inicio a períodos de mejora para activos emergentes como los argentinos, en particular la siempre problemática deuda soberana. Los astros parecen estar alineándose en ese sentido: pero queda un talón de Aquiles.

Los inversores que apuestan por bonos soberanos argentinos, que venían acumulando subas, recibieron este anuncio con optimismo. “El ciclo de baja de tasas en el mundo ya comenzó hace rato”, destacó un informe de GMA Capital conducido por Nery Persichini, y remarcó: “Los lineamientos de la Reserva Federal de Estados Unidos podrían indicarnos algunos cambios en las decisiones del resto de los bancos centrales”.

Los lineamientos de la Reserva Federal de Estados Unidos podrían indicarnos algunos cambios en las decisiones del resto de los bancos centrales (GMA Capital)

Para los inversores en activos de mercados emergentes, este cambio podría resultar en una mayor demanda de bonos argentinos, favoreciendo una compresión en los spreads y una baja en la tasa interna de retorno (TIR), lo que implicaría una suba en los precios de los títulos.

El efecto en los mercados emergentes

El impacto de la política de la Fed no tardó en reflejarse en los mercados globales. La reducción de tasas disminuye el costo del dinero y fomenta el apetito por activos financieros de mayor riesgo, como los bonos de países emergentes. Al menos el FMI espera eso.

Gustavo Ber, economista, lo resumió diciendo: “El recorte de tasas de la Fed y las perspectivas de fuertes bajas por delante vienen potenciando el apetito hacia los emergentes”.

De hecho, tras el anuncio de la Fed, los bonos soberanos argentinos mostraron una leve alza, siguiendo la tendencia de las últimas semanas.

Según GMA Capital, “los Globales ponderados por outstanding operan por encima de USD 50 y ya acumulan un 13% de mejora desde inicios de agosto”.

A su vez, los Credit Default Swaps (CDS), que actúan como seguros ante un eventual default, continuaron su tendencia a la baja, indicando una menor probabilidad implícita de cesación de pagos.

Los Credit Default Swaps (CDS), que actúan como seguros ante un eventual default, continuaron su tendencia a la baja

Sin embargo, a pesar de esta tendencia positiva, los expertos advierten que existe un factor clave que podría poner en riesgo esta recuperación: el bajo nivel de reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

El desafío de las reservas internacionales

El bajo nivel de reservas netas es una preocupación constante para los analistas que siguen de cerca la economía argentina. Según un informe de Balanz, el foco de las últimas semanas ha estado en las reservas del BCRA, que acumulan USD 27.263 millones brutos, pero se encuentran en terreno negativo en términos netos.

El bajo nivel de reservas netas es una preocupación constante para los analistas que siguen de cerca la economía argentina (Foto: Reuters)

“Los desafíos continuarán en mantener un elevado nivel de reservas brutas y en la dinámica de la inflación”, subrayó el informe de marras.

En un análisis de la consultora Macroview, en una presentación para sus clientes, se refuerza esta idea al comparar el rendimiento de los bonos soberanos con el nivel de reservas internacionales de distintos países de la región.

En el caso de Argentina, el rendimiento promedio de sus bonos (TIR) se sitúa en 22,1% anual, mientras que las reservas netas son negativas en USD 3.000 millones. Este alto rendimiento, que refleja un precio bajo de los bonos, contrasta con países como Uruguay, cuya TIR es del 4,2% con reservas netas de USD 16.000 millones, o Brasil, con una TIR de 6,5% y reservas que superan los USD 340.000 millones.

Los rendimientos saludables de la deuda y el nivel de reservas internacionales parecen estar emparentados (Macroviews)

La hipótesis de Macroview sugiere que los países con mayores reservas y mejor relación entre sus exportaciones y deuda tienden a tener rendimientos más bajos en sus bonos, lo que implica precios más altos y una percepción de menor riesgo por parte de los inversores. En el caso de Argentina, las exportaciones ascienden a USD 77.000 millones y la deuda a USD 68.000 millones, una relación que podría parecer manejable, pero el hecho de tener reservas negativas genera dudas sobre la sostenibilidad de su deuda.

El problema cobra aún más relevancia si se tiene en cuenta que desde el inició de la “Fase 2″, la estrategia de emisión cero que revende las divisas compradas por el BCRA en el mercado formal en los dólares financieros para contener la brecha cambiaria, las reservas internacionales del BCRA sufren.

El enfoque fiscal es muy importante y es el gran activo del Gobierno, pero una solución al frente fiscal que no contemple al frente externo es incompleta (Goldin)

“El enfoque fiscal es muy importante y es el gran activo del Gobierno, pero una solución al frente fiscal que no contemple al frente externo es incompleta. En algún momento el Gobierno va a tener que encarar, ya sea con una salida del cepo cambiario o, de manera más gradual, con una eliminación del dólar blend”, dijo Pablo Goldin de Macroview a Infobae.

Al parecer, los inversores quieren ver dónde están los dólares con los que se va a pagar la deuda antes que avalar precios más altos por los bonos. Si el ministro de Economía, Luis Caputo, está de acuerdo con estos temores no es algo que exprese públicamente. Es posible que, sin embargo, a algo de ello haya apuntado cuando esta semana concretó la promesa de depositar en Nueva York USD 1.500 millones de intereses que vencen en enero.

Riesgo país y perspectivas

Con todo, el optimismo es todavía el sentimiento dominante. Los especialistas se ilusionan con mejoras en los precios de los títulos de deuda con el cambio de viento internacional. Pero el problema del frente externo -esquema cambiario y reservas- no desaparece.

El riesgo país de Argentina, que mide la diferencia entre la tasa de interés que pagan sus bonos y los del Tesoro de Estados Unidos, se encuentra actualmente en torno a los 1.300 puntos básicos (Foto: EFE)

El riesgo país de Argentina, que mide la diferencia entre la tasa de interés que pagan sus bonos y los del Tesoro de Estados Unidos, se encuentra actualmente en torno a los 1.300 puntos básicos. Aunque eso implica una mejora significativa desde los niveles previos, sigue siendo alto en comparación con otros países de la región.

“Si el sector público sigue haciendo los deberes, la compresión de spreads con respecto a la deuda provincial y corporativa continuará, dando lugar a importantes ganancias en la deuda Hard Dollar”, menciona el informe de GMA Capital.

No obstante, si el BCRA no logra acumular reservas de manera sostenida, el escenario podría revertirse. La consultora Balanz advierte que “mantener el equilibrio de las reservas brutas es clave para evitar una mayor presión sobre el tipo de cambio y, en consecuencia, sobre los precios de los bonos soberanos”.

Escenario con oportunidades y riesgos

El recorte de tasas en Estados Unidos abre una ventana de oportunidad para los bonos argentinos, en un contexto donde los rendimientos de la deuda global han comenzado a bajar. Gustavo Ber advirtió que, a pesar de las expectativas optimistas, los inversores “siguen evaluando la salud de la economía” y los pasos futuros de la Fed, lo que podría influir en la demanda por activos emergentes.

A corto plazo, el apetito por bonos argentinos podría mantenerse, siempre que se sigan alineando las expectativas de recortes adicionales en Estados Unidos y continúe el proceso de estabilización macroeconómica interna. Sin embargo, la capacidad de sostener este rally dependerá en gran medida de cómo Argentina gestione sus reservas internacionales. La experiencia de países como Brasil, Chile y Perú, con niveles de reservas significativamente mayores y rendimientos mucho más bajos, muestra que este factor es crucial para consolidar la confianza de los mercados.