Con la llegada de las estaciones cálidas, los espacios exteriores cobran vida, y contar con un jardín, parque o balcón bien diseñado no solo mejora la calidad de vida, sino que también contribuye a aumentar significativamente el valor de la vivienda.
La tendencia actual privilegia el uso de especies autóctonas y diseños que integren la naturaleza con el estilo de vida moderno. Crear un espacio funcional y estéticamente agradable no sólo añade valor inmobiliario, sino que otorga un lugar de relajación y bienestar.
Maximiliano Olmi, de Arquitecto x Hora, dijo a Infobae que las refacciones en áreas exteriores, como parques, balcones o terrazas, pueden incrementar el valor de una propiedad “entre 15% y 25%, dependiendo del sector y de cómo esté decorado y aprovechado el espacio verde”.
Actualmente, es clave acopiar materiales para obras, como cemento, hierros, pinturas o revestimientos de pisos. “Cualquier descuento que se obtenga beneficiará el presupuesto y esa inversión permitirá valorizar la vivienda independientemente del espacio cubierto que se disponga’, amplió Olmi.
Etapas
¿Cuáles son los pasos esenciales para llevar a cabo una renovación eficiente adaptada para distintos bolsillos?
Damián Revelli, arquitecto experto en refacciones de casas, contó cuáles son las áreas clave que suelen necesitar mejoras en un jardín o parque: “Hay dos opciones: las zonas visuales, donde las vistas carecen de atractivo paisajístico, y las zonas de tránsito, donde el césped se pela o faltan caminos y áreas de estar”.
Y agregó: “Es importante planificar los exteriores como si fueran ambientes, buscando equilibrio entre funcionalidad y estética”.
Principalmente, los canteros son las áreas que más sufren los efectos del invierno y las plagas, como hormigas y hongos. Estos espacios, especialmente los florales, requieren renovación al cambiar de estación, ya que las especies que florecen en primavera y verano demandan otro cuidado y atención.
Silvina Grillo, del estudio Arquitectura + Paisaje, dijo a este medio: “Este invierno en particular afectaron gravemente al césped las heladas, lo que hace imprescindible intervenir para recuperarlo. Renovar los canteros y el césped es clave para devolverle vitalidad al jardín y mantener su atractivo durante la primavera y verano”.
Especies
Es habitual que quienes inicien refacciones exteriores prefieran jardines simples en casas, con zonas verdes que no requieran mucho mantenimiento. Por eso, la recomendación suele inclinarse hacia especies de bajo cuidado, como gramíneas, suculentas, cactus sin espinas, lavandas, equisetum, salvia rusa y santolina.
“Siempre buscamos especies que se adapten bien a cada región del país, priorizando el bajo mantenimiento. Estas plantas no solo aportan estética, sino que requieren menos atención diaria, sin que los propietarios deban estar constantemente pendientes de su cuidado”, añadió Revelli.
La clave es lograr una armonía entre la arquitectura y el paisaje, buscando que ambos se complementen de manera natural.
La tendencia actual en el diseño de jardines es utilizar plantas nativas o autóctonas, aunque su implementación depende de la adaptabilidad del suelo y el diseño del espacio
Grillo acotó: “Sin embargo, las modas también juegan un papel importante. Desde hace algunos años, las gramíneas ganaron popularidad, convirtiéndose en una elección frecuente por su resistencia y estética versátil, lo que las convierte en una opción ideal para quienes buscan jardines de bajo mantenimiento”.
Estrategias
Los factores que más influyen en el precio incluyen el tamaño del terreno, las especies de plantas seleccionadas, la instalación de sistemas de riego, y la incorporación de elementos como veredas, mobiliario exterior y fogones.
Damián Revelli destacó que “armar un jardín no solo implica plantar, también incluye veredas, sistemas de riego y equipamiento. Todo esto influye en el presupuesto final”.
En cuanto a los tiempos, una refacción completa puede ser rápida en comparación con remodelaciones interiores. Desde un proyecto simple con solo plantas, que podría llevar alrededor de 15 días, hasta aquellos que incluyen pisos, caminos o galerías, que pueden extenderse por dos meses o más, según la magnitud de la superficie.
Este año, las heladas fueron especialmente severas, afectando gravemente el césped y los arbustos, sobre todo en la zona norte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
En algunos casos, el daño puede corregirse con una poda adecuada y el enriquecimiento del suelo, pero en otros, es necesario reemplazar completamente el césped y las plantas afectadas.
“En jardines urbanos pequeños, una vez evaluado el daño y adquiridos los materiales, la reparación puede llevar solo uno o dos días con un equipo de 2 o 3 personas. En cambio, en jardines suburbanos más grandes, se necesitan más herramientas, personal e insumos, lo que alarga los tiempos. Además, se prefiere elegir especies que requieran poco riego y mantenimiento, como las suculentas (los cactus, los agaves o el género Aloe, entre otras), y se tiende a usar fertilizantes naturales y ecológicos para mantener los jardines de manera sustentable”, contó Silvina Grillo.
A la hora de refaccionar un jardín, es recomendable optar por plantas de bajo mantenimiento y crear un ecosistema donde las plantas bajas y altas se protejan mutuamente
A la hora de refaccionar un jardín, es recomendable optar por plantas de bajo mantenimiento y crear un ecosistema donde las plantas bajas y altas se protejan mutuamente. Es fundamental tener paciencia en los proyectos verdes, ya que al principio el espacio puede parecer vacío después de plantar, pero pronto las especies comenzarán a crecer y llenar el espacio.
Revelli destacó la importancia de planificar con visión a largo plazo: “Hay que prever cómo evolucionarán las especies, cuán invasivas pueden ser y los conos de sombra que proyectarán los árboles en el futuro. Un jardín es el reflejo de su usuario, por lo que es esencial entender las necesidades de la familia y quién lo cuidará para diseñar un espacio que funcione bien a lo largo del tiempo”.
Precios
Una parquización simple tiene un costo aproximado de USD 250 por metro cuadrado, mientras que, si incluye elementos más elaborados como veredas o una pérgola, puede variar entre USD 500 y USD 600 por m2.
Destacan los expertos que lo más importante al diseñar un jardín es respetar las condiciones de luz y sol, ya que muchas plantas no prosperan si no están ubicadas en el lugar adecuado para su desarrollo óptimo. Además, es clave considerar el ritmo de crecimiento de las especies para evitar que se superpongan o proyecten sombra unas sobre otras.
Grillo preciso: “El mayor condicionante en un proyecto de paisajismo son las dimensiones del terreno, el clima, la orientación y las condiciones del suelo. Es esencial evaluar todos estos factores antes de seleccionar las especies y dividir el espacio según la funcionalidad. Esto incluye desde dejar áreas libres para juegos infantiles hasta adaptar el suelo en zonas donde es necesario excavar más profundo para que las plantas puedan resistir.
También es importante prever los cambios climáticos, especialmente las temperaturas extremas que se están volviendo más comunes. Elegir especies resistentes tanto a los veranos rigurosos como a las bajas temperaturas ayudará a asegurar que el jardín se mantenga saludable y funcional durante todo el año.
Entre los árboles nativos del ecosistema bonaerense, se destacan el aguaribay, el ceibo, el espinillo y el fumo bravo. Para un atractivo otoñal, el liquidámbar, el acer palmatum y el ginkgo biloba son ideales.
En cuanto a follaje persistente, la tipa es una excelente opción, mientras que para destacar por su floración, se recomiendan el lapacho, jacarandá, palo borracho y el manzano de campo.
En edificios
En la propiedad horizontal y en departamentos con balcones, es clave definir el destino que se le quiere dar a ese espacio.
Antes de comenzar, los especialistas consideran importante planificar cuánto lugar se destinará para muebles y cuánto para plantas, siempre asegurando que estas reciban la cantidad adecuada de luz natural.
Lucía Dirisio, técnica en jardinería y de Rincones Vivos, recomendó optar por plantas de bajo mantenimiento, que toleren el viento y no requieran mucho riego. “Las especies nativas son grandes aliadas para terrazas y balcones, ya que aumentan la biodiversidad y atraen polinizadores como mariposas y aves”.
También es esencial conocer las necesidades de cada planta para asegurarse de que reciba los cuidados adecuados.
Plantas colgantes pueden ser ubicadas en hangers o estantes, mientras que las de mayor tamaño deberían estar en macetones grandes, prestando atención al peso para evitar accidentes.
Entre las especies más utilizadas en balcones y terrazas, Dirisio destacó algunas como la dietes bicolor, strelitzia nicolai, trachelospermum jasminoide, y varias nativas como la salvia guaranítica y la lantana montevidensis. Estas plantas son ideales por su resistencia y aporte estético.
Las plantas más pequeñas suelen costar entre $4.000 y $6.000, mientras que las especies más grandes, como las strelitzias, parten de $30.000, dependiendo del tamaño.
Si ya se cuenta con plantas y macetas, Lucía Dirisio sugirió reaprovechar lo existente. Y añadió: “Descartar macetas en mal estado y unificar materiales y colores puede revitalizar el espacio”.
Para quienes empiezan de cero, es recomendable ir por etapas, priorizando la elección de la planta correcta, asegurando un buen sustrato “y suficiente espacio para un desarrollo saludable a largo plazo”, concluyó la idónea.