Las provincias realizaron durante el primer semestre un ajuste del gasto público de al menos USD 7.500 millones, con la “motosierra” concentrada especialmente en salarios del personal, obra pública y transferencias a municipios según informó una consultora privada en base a números oficiales.
Entre Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe concentraron casi el 60% del recorte que realizaron las 12 jurisdicciones analizadas, las cuales finalizaron con superávit fiscal.
El presidente Javier Milei afirmó este domingo durante la presentación del proyecto de Presupuesto 2025 en el Congreso que los gobernadores deberían realizar un ajuste de USD 60.000 millones para alcanzar los lineamientos del Pacto de Mayo, en medio de la búsqueda del gobierno por consolidar el equilibrio fiscal. Ese número fue relativizado más tarde por fuentes oficiales, quienes fijaron la cifra en USD 20.000 millones pero no precisaron una meta temporal.
El trabajo de Politikon Chaco releva la ejecución presupuestaria para 12 provincias que tienen actualizada su información correspondiente al segundo trimestre del año. De allí se desprende que todas las jurisdicciones analizadas mostraron una caída en el gasto público: CABA (-9,9%), Neuquén (-14,5%), Buenos Aires (19,1%), Entre Ríos (-20,7%), Santa Fe (20,8%), Río Negro (-22,6%), Córdoba (-24,4%), Chaco (-32,6%), Catamarca (-33,2%), La Rioja (-36,7%), Tierra del Fuego (-38,6%) y Formosa (-42,8%).
A nivel consolidado, el recorte acumulado al primer semestre fue de 21,2% real respecto al mismo período del año pasado. “Traducido en pesos constantes de 2024, el recorte del gasto público es de $6.833.556 millones. Convertido a dólares (según T.C de referencia del BCRA), el ajuste del gasto público es por USD 7.495 millones”, detalló la consultora.
El 36,8% de la “motosierra” pasó por el gasto en Personal (USD 2.762 millones), el 17,6% lo explica la Inversión Real Directa (USD 1.315 millones), el 16,3% las Transferencias corrientes (USD 1.221 millones), y 18,4% en Prestaciones Sociales (USD 1.012 millones), entre las partida más destacadas.
Las provincias de Buenos Aires (USD 2.633 millones), de Córdoba (USD 986 millones) y de Santa Fe (USD 798 millones) explican el 59% del ajuste consolidado en las 12 provincias analizadas, “situación que se produce más por el tamaño de sus cuentas que por su desempeño relativo”.
En once provincias los ingresos mostraron caídas importantes y solamente Neuquén presentó un crecimiento de su recaudación, de la mano de tributos provinciales y regalías. El consolidado de todas las provincias analizadas mostró una retracción del 14,4% real interanual por ese concepto.
Las 12 provincias finalizaron la primera mitad del 2024 con superávit financiero, por lo que a la reducción de los ingresos impulsada por la eliminación de los fondos discrecionales desde Nación se la compensó con un recorte aún mayor del gasto.
El Gobierno trabaja en conseguir apoyos de los gobernadores para conseguir la sanción del Presupuesto 2025. La intención del oficialismo es que la semana que viene comience el debate en comisión de Diputados, aunque no está claro si el ministro de Economía, Luis Caputo, se presentará a defender el proyecto o si enviará representantes de su equipo.
Si bien las palabras de Milei fueron suavizadas por algunos de sus funcionarios en reuniones informales, el pedido de acelerar el ajuste que hizo el domingo a las provincias hizo ruido. “Esta guerra que llevamos adelante contra el gasto público y el costo argentino se pelea en todas las dimensiones del Estado, también las jurisdicciones provinciales y municipales. Nosotros ya hemos cumplido nuestra parte del acuerdo, ahora faltan ustedes”, había apuntado el Presidente.
La Casa Rosada y los gobernadores ya comenzaron, en las últimas horas, una danza clásica que le sigue a toda presentación de los proyectos de Presupuesto: la pelea por las cifras finas de financiamiento a obras de infraestructura y de transferencias a las arcas provinciales. Los primeros números muestran que en 2025, tras el muy marcado recorte de partidas discrecionales de este año, habría una recomposición en términos reales, aunque todavía en niveles presupuestarios bajos.