El vencimiento de Bienes Personales le agrega presión bajista al dólar MEP, que podría perforar los $1.200

Miles de contribuyentes desarman posiciones en dólares para aprovechar el régimen especial del impuesto con la alícuota especial de 0,45% por los próximos cinco años

FOTO DE ARCHIVO: Billete de dólar estadounidense delante de un gráfico bursátil se ve en esta ilustración tomada, el 12 de junio de 2022. REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración

A partir de hoy y hasta mediados de la semana pasada, según el número de CUIT del contribuyente, vence la adhesión al REIBP, el régimen especial para el pago de Bienes Personales. El pago por cinco años a una alícuota especial de 0,45% anual provocó que muchos se vean obligados a vender dólares para cancelar el impuesto en pesos, generando presión adicional a la baja en el mercado cambiario.

Ayer el dólar MEP cerró en su valor más bajo de los últimos meses, perforando el nivel de $1.215. No sería extraño si en los próximos días incluso termina por debajo de los $1.200, producto de muchos inversores que tendrán que salir a vender para ingresar en el REIBP.

Quienes entren a este esquema tendrán una serie de ventajas. En primer lugar una alícuota reducida de 0,45% por año del impuesto a los Bienes Personales, hasta 2027 inclusive. Además, pueden aprovechar la brecha cambiaria, ya que las tenencias en dólares se calculan al tipo de cambio oficial del 31 de diciembre, poco más de $800.

Al mismo tiempo, el contribuyente deja de presentar su declaración del tributo por los próximos cinco años. Incluso no tendría que pagar por los incrementos patrimoniales que se produzcan a lo largo de estos años. Y después de 2027 la alícuota aplicable por sus bienes sería de apenas 0,25% anual.

El régimen general de Bienes Personales parte de una alícuota de 1,5%, que será reducida en 0,25% por año hasta 2027. En el caso de los contribuyentes cumplidores, se dispone una reducción adicional de 0,5 puntos de la alícuota por año.

Si bien el dólar MEP es el que se ve directamente influido por la necesidad de pesos para pagar el impuesto, los restantes tipos de cambio también operaron en baja. El contado con liquidación, por ejemplo, cerró a $ 1.242, un descenso de 0,13%. En este caso, también se nota menos demanda de importadores, que ahora tienen mayor fluidez para conseguir divisas en el mercado oficial para hacer frente a sus compras en el exterior.

El dólar libre sigue cayendo, pero se mantiene un escalón por encima de los financieros y cerró a $ 1.270. La brecha de los dólares financieros con el oficial se mantiene debajo de 30%.

El REIBP va en paralelo con el blanqueo. De hecho, el Gobierno permitió ingresar al plan de regularización de activos y al mismo tiempo entrar en el régimen especial de Bienes Personales, aunque en este caso el costo es levemente mayor (0,50% anual en vez de 0,45%).

Los dólares financieros quedaron a punto de perforar los $1.200. Esto podría ocurrir en los próximos días, ante la necesidad de muchos contribuyentes de vender divisas para entrar en el régimen especial de Bienes Personales, que implica el pago de tributo por los próximos cinco años

La incógnita que persiste en el mercado es si la baja del dólar por estas cuestiones particulares podrá mantenerse en el tiempo. El peligro es que una vez finalizados ambos procesos a fin de mes se produzca un rebote de las cotizaciones, ampliando nuevamente la brecha con el oficial.

Algunos economistas, como Fausto Spotorno, sugieren que esta nueva reducción de la brecha permitiría avanzar más rápido con la liberación de las restricciones cambiarias. Sin embargo, el Gobierno sigue sin dar señales de tener apuro por salir del cepo.

Domingo Cavallo, por ejemplo, también consideró que la unificación cambiaria permitirá bajar más rápido la inflación a partir de un plan de estabilización. Incluso cuando produzca un leve salto de los precios en el corto plazo.

El problema, sin embargo, es que a pesar de la reducción de la brecha el Central continúa complicado por la caída de reservas netas. El pago de deuda de enero llevaría el rojo a más de USD 6.000 millones, por lo que liberar el mercado dejaría al Gobierno con poca protección en caso de un aumento de la presión cambiaria.

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