Aunque algunos sectores manifiestan registros de actividad más alentadores en los últimos dos meses, la industria continúa enfrentando un escenario complejo, con catorce meses consecutivos de contracción interanual. De acuerdo con el informe de actividad industrial de la UIA, en julio, la actividad industrial registró una caída del 5,8% en términos interanuales y acumula una baja del 12,8% en lo que va del año. Sin embargo, el séptimo mes del año registró un repunte del 12,8% respecto de junio, lo que representó un leve respiro que, no obstante, parte de niveles muy bajos. Según los datos anticipados de agosto, esta mejora fue temporal, ya que se espera una nueva caída tanto interanual como en la comparación mensual, reflejando un contexto de incertidumbre que persiste en el sector.
En términos sectoriales, los más golpeados en julio fueron los despachos de cemento, que cayeron un 26,5% interanual, mientras que el sector automotor mostró una baja del 18,6%, y la energía eléctrica destinada a grandes usuarios industriales disminuyó un 9,4%. Esta tendencia refleja una baja generalizada, afectando tanto a la construcción como a la manufactura. Además, las importaciones desde Brasil cayeron un 18,3%, lo que impacta en sectores industriales que dependen del comercio internacional para acceder a insumos clave.
Sin embargo, no todo el panorama es sombrío. Algunos indicadores mostraron signos positivos en sectores específicos. Las exportaciones hacia Brasil crecieron un 2,5% interanual, impulsadas en gran medida por el sector agroindustrial, que empieza a mostrar indicios de recuperación. Asimismo, la liquidación de divisas aumentó un 40,4%, y los patentamientos de maquinaria agrícola experimentaron su primera suba en 18 meses, con un incremento interanual del 19,4%. Este comportamiento sugiere que, aunque la industria enfrenta dificultades, algunos nichos están encontrando oportunidades de crecimiento.
La capacidad instalada, lejos de los niveles óptimos
Uno de los grandes problemas que enfrenta la industria argentina es la subutilización de su capacidad instalada. Según la III Encuesta de la UIA dada a conocer el mes pasado, el 69% de las empresas reportó en julio que estaban operando por debajo de los niveles considerados óptimos. Además, el 55,7% de las compañías encuestadas estimaba que recién podrán recuperar esos niveles adecuados en la segunda mitad de 2025, o más adelante. Esto refleja un entorno económico que, a pesar de los repuntes temporales, sigue ofreciendo pocos incentivos para la inversión a corto plazo.
El Monitor de Desempeño Industrial (MDI), un indicador que adelanta el ciclo de actividad industrial, sigue por debajo del umbral de los 50 puntos, situándose en 44,3 en julio. Este nivel, que indica contracción, se ha mantenido durante nueve meses consecutivos, aunque mostró una leve mejora de 5,3 puntos porcentuales respecto al mismo mes del año anterior. Este ligero repunte sugiere que la actividad industrial podría estar alejándose de los mínimos observados a comienzos de 2024, aunque la recuperación sigue siendo frágil y sujeta a vaivenes.
Desempeño sectorial heterogéneo
El análisis desagregado por sectores muestra un panorama heterogéneo. Por un lado, el sector de Sustancias y productos químicos presentó una baja menor en comparación con meses previos (-1,5% i.a.), con una dinámica mixta en su interior. Mientras cayó la producción de pinturas y medicamentos, se registraron subas en la fabricación de productos de limpieza y otros químicos. En particular, se destacó el crecimiento de los agroquímicos (+19,2% i.a.), así como de los químicos inorgánicos y básicos orgánicos (+2,6% i.a.).
El sector de Metales básicos también registró una menor caída en julio (-5,5% i.a.), gracias a una desaceleración en la baja de hierro y acero, atribuida a la reactivación de la demanda en la industria automotriz, energética y de línea blanca. La producción de aluminio, en tanto, se mantuvo estable. A pesar de la moderación en algunos sectores, la producción de Papel y cartón continuó en terreno negativo, con una caída del 12,1% interanual, siendo el papel tissue el único subsegmento que mostró cierta estabilidad.
Otro sector que mostró leves mejoras fue el de Alimentos y bebidas, que creció un 6,2% interanual, impulsado principalmente por el aumento en la producción de aceites, que subió un notable 59,6%. No obstante, si se excluye este rubro, el sector alimenticio habría permanecido en terreno negativo, aunque con una desaceleración en la caída respecto a meses anteriores (-1,2% i.a.).
En contraste, sectores como el de Minerales no metálicos registraron su noveno mes consecutivo de contracción, con una caída del 15,7% interanual, reflejando el impacto persistente en la construcción. En tanto, la producción automotriz, a pesar de una desaceleración en la baja de las exportaciones (-1,2% i.a.), continúa con una caída en las ventas internas, que registraron un descenso del 24,7%.
Expectativas moderadas hacia 2025
El panorama industrial sigue siendo incierto, y aunque algunos sectores muestran mejoras puntuales, las perspectivas generales son moderadas. La UIA anticipa que la recuperación plena de la industria no será inmediata. Los datos recopilados muestran que gran parte de las empresas siguen operando con una capacidad instalada subutilizada, y la mayoría no espera alcanzar niveles adecuados hasta la segunda mitad de 2025.
En resumen, la industria argentina continúa en una fase de contracción, con mejoras puntuales que no logran revertir una tendencia general a la baja. Si bien sectores como el agroindustrial y el de alimentos y bebidas muestran signos alentadores, la caída generalizada en otros sectores sigue limitando una recuperación más robusta. Las expectativas están puestas en una mejora paulatina, pero las condiciones actuales sugieren que la industria deberá sortear varios desafíos antes de lograr una reactivación sostenida.