En su exposición de 43 minutos ante el Congreso, el presidente Milei insistió en todo momento en el núcleo de sus convicciones y de su programa de gobierno: eliminar el déficit fiscal, mantener el equilibrio presupuestario, incluyendo en esta definición un saldo suficiente para cubrir los servicios de la deuda pública y lanzó un desafío a los gobiernos provinciales: hacer un ajuste adicional del gasto de nada menos que USD 60.000 millones.
“Así como el déficit es el corazón del problema, la reducción del gasto para lograr superávit va a estar en el centro de la solución. ¿por qué? porque es el único camino para devolverle a los argentinos el fruto de su trabajo, que hoy el Estado le roba con impuestos”, señaló Milei en uno de los tantos pasajes en que reiteró su credo fiscal.
El presidente recurrió incluso a las sagradas escrituras para sostener que el superávit “va a hacer que la deuda sea sostenible. la sostenibilidad de la deuda va a bajar el riesgo país, y abaratar el costo financiero, contribuyendo al aumento de la inversión y el ahorro; y en consecuencia al crecimiento económico y del salario real”.
Bajar la presión fiscal
Ese logro, prosiguió, “implicará menor presión fiscal futura sobre los contribuyentes, lo que significará mayor incentivo para invertir. en una economía globalizada, y aún más desde la existencia de internet (porque) el capital se ha vuelto nómade, hoy cualquier persona puede abrirse una cuenta en estados unidos, o en Paraguay, sin moverse de su casa, y lo hacen buscando mejores condiciones fiscales que las que ofrecemos nosotros. por eso es imperativo que Argentina vuelva a ser atractiva para los argentinos. tenemos que terminar con esta pulsión por expulsar el capital de nuestros compatriotas con impuestos prohibitivos, que lo único que hacen es reducir el flujo y el tamaño de nuestra economía, castigando al país en su conjunto, con más pobreza y más exclusión”.
Hay que amigarnos de una vez con la idea de que lo mejor para un trabajador es un empresario que invierte. pero la única forma de multiplicar la cantidad de empresas es sacándoles la mano del bolsillo
Según la convicción presidencial, de ese modo las empresas argentinas volverán a ser competitivas y podrán “contratar a más trabajadores, pagarles mejores sueldos, y así frenar el éxodo de capital humano que vivimos hace más de 20 años. Hay que amigarnos de una vez con la idea de que lo mejor para un trabajador es un empresario que invierte. pero la única forma de multiplicar la cantidad de empresas es sacándoles la mano del bolsillo, y liberándolos del infierno de regulaciones, permisos, y costos altísimos que tiene la actividad privada en este país”.
Milei encomió “el plan de reformas estructurales más ambicioso de toda la historia argentina, el cual se inició con el decreto 70/23, siguiendo con la aprobación de la ley bases sancionada por este congreso, y continua con todas las desregulaciones que anunciamos a diario, sumado a los proyectos de ley que seguiremos enviando a este congreso. gracias a esta mega-reforma del Estado que hemos emprendido”.
Esta guerra que llevamos adelante contra el gasto público y el costo argentino, se pelea en todas las dimensiones del Estado, también las jurisdicciones provinciales y municipales
Luego, tras reiterar su muy optimista proyección de que con esas reformas “estamos alcanzando niveles de libertad económica similares a los de Alemania, Francia o Italia. en menos de un año de gestión” y de que “con viento y marea en contra vamos en rumbo firme y decidido a ser el país más libre del mundo”, Milei lanzó un desafío a los gobiernos provinciales que difícilmente sea recibido con alegría.
“Esta guerra que llevamos adelante contra el gasto público y el costo argentino, se pelea en todas las dimensiones del Estado, también las jurisdicciones provinciales y municipales” fue su introducción, antes de lanzar abiertamente el desafío.
“Por eso, a los gobernadores les digo: cumplir el compromiso de bajar el gasto público consolidado a 25 puntos del PBI requiere que las provincias en su conjunto, hagan un ajuste adicional de 60.000 millones de dólares”. El presidente aseguró que el gobierno nacional ya cumplió su “parte del acuerdo” y aleccionó a los gobernadores “ahora faltan ustedes”.
“Los argentinos a lo largo y ancho del país saben perfectamente bien, que por cada peso que dejen de gastar las provincias y los municipios, se lo podrán devolver en bajas de ingresos brutos u otras tasas. si cumplen con este mandato popular, los argentinos de bien estarán agradecidos. y hay algo que estoy seguro que los argentinos no les van a permitir, y es que cuando el Estado nacional elimine o baje un impuesto, ustedes quieran ocupar ese espacio subiendo los suyos”, señalamiento directo a proliferación de aumentos de tasas municipales, en particular en la provincia de Buenos Aires, que ya ha generado reacciones de una variedad de cámaras empresarias y llevó incluso al Banco Nación a considerar la posibilidad de cerrar su gerencia zonal en La Pampa, por un brutal aumento de la alícuota del impuesto a los ingresos brutos.
Esos aumentos, cerró Milei, “no van a caminar. los argentinos son un pueblo rebelde y cansado de las avivadas de los políticos. “Estamos viviendo un momento bisagra en la historia argentina, advirtió. “no lo subestimen”.