La inflación de agosto resultó en un dato, si no negativo, al menos incómodo para el Gobierno que esperaba perforar el 4% del mes anterior y mostrar así, aunque fuera leve, un camino sostenido de desinflación. Particularmente en la variable más sensible de la estadística, la inflación núcleo, cuyo aumento fue incluso mayor al del nivel general.
En cualquier caso, la división a la que se le atribuye gran parte de la “culpa” de ese avance promedio de los precios es los servicios públicos, además de otros que venían retrasados y que avanzaron más velozmente en la recomposición como el caso de la medicina prepaga. Ésa es, en todo caso, la parte más luminosa de un indicador que dejó un sinsabor ante la expectativa instalada de una reducción algo más rápida de la inflación.
Es que si bien los incrementos dispuestos en transporte, gas y electricidad empujaron hacia arriba el IPC del mes pasado, al menos ese mayor costo tuvo la contraprestación de corregir, también con mayor velocidad, la distorsión de los precios relativos.
Los regulados continúan aumentando por encima de la inflación núcleo y su realineamiento ha adquirido una velocidad comparable a la de los primeros meses de la gestión de Mauricio Macri (Consultatio)
“A pesar del estancamiento de la inflación, existe un aspecto positivo que se mantiene en los últimos meses. Los (precios) regulados continúan aumentando por encima de la inflación núcleo y su realineamiento ha adquirido una velocidad comparable a la de los primeros meses de la gestión de Mauricio Macri”, apuntó Consultatio.
La consultora destacó en su último informe semanal un dato clave: “el atraso relativo con respecto a ese período es que la corrección prácticamente terminó dejando en equilibrio las tarifas, hasta que se volvieron a congelar en abril de 2019, es sólo de 21%. Es decir que la brecha de los precios atrasados se redujo significativamente”.
Sin embargo, el estudio privado advirtió que todavía queda un tramo no menor por transitar en ese sentido: “Regresar a esta estructura de precios de referencia implicaría una suba de 27% de los regulados por sobre la canasta núcleo, lo que entre efectos de primera y segunda ronda adicionaría cerca de 7 puntos porcentuales a la inflación general”.
Caída de los subsidios
La contrapartida de esa corrección es también la caída de los subsidios, esencialmente a la energía, con la consecuente cada vez mayor cobertura por parte de los usuarios del costo del servicio.
Un estudio del ex ministro de Energía, Gustavo Lopetegui, proyectó que, de no mediar un cambio de contexto macroeconómico, como un salto del tipo de cambio oficial, hacia fin de año los usuarios cubrirían a través de las tarifas el 80% del costo de la electricidad. Ese porcentaje se ubicó en 40% en plena ola de frío, cuando se suspendió transitoriamente el ajuste, y llegó al 70% en agosto tras los incrementos aplicados.
Y estimó que “en los próximos meses, no será tanto el aumento de tarifas lo que amplíe la cobertura del costo sino, esencialmente, la baja por factores estacionales y por aumento de la oferta, esencialmente, ante menor necesidad de importación. Ese nivel de cobertura implica regresar, otra vez, a los niveles considerados aceptables de 2018 y principios de 2019, sobre el fin del gobierno de Cambiemos.
A su vez, quitaría algo de presión sobre la inflación, sobre la que se vislumbra que a partir de ahora sólo puede seguir bajando a fuerza de medidas estructurales más de fondo, la reducción de impuestos y las desregulaciones sobre la actividad privada.
Hacia fin de año los usuarios cubrirían a través de las tarifas el 80% del costo de la electricidad (Lopetegui)
De hecho, el cálculo oficial es que el recorte de 10 puntos del Impuesto PAIS induciría una caída de medio punto en la medición de este mes, para ubicarla en un techo de 3,5% o algo por debajo. Pero lo cierto es que no luce tan sencillo.
Al menos la última medición semanal de la consultora Equilibra arrojó una suba de 0,5% lo que implica que en las últimas cuatro semanas, el nivel general se encuentra en 3,5%, por lo que estiman el dato final se ubicará en 3,7% hacia fin de mes. Esa cifra es medio punto más alta que la proyección realizada en base a los datos de la primera semana de septiembre, cuando preveían un dato de 3,2 por ciento.