El blanqueo de capitales puso en foco el servicio de las cajas de seguridad que no deja de crecer con una oferta en manos tanto de bancos como de empresas privadas. La principal expectativa del gobierno es que se blanquee dinero en efectivo y es sabido que los famosos “dólares en el colchón” que tienen los argentinos están, en realidad, en cajas de seguridad. Por ello se esperan fuertes movimientos de billetes verdes de aquí al 30 de septiembre, fecha en que vence la posibilidad de blanquear cash sin penalidades.
No hay un registro certero sobre cuántas cajas de seguridad existen en el país ya que el BCRA no lo informa, como ocurre con otros productos financieros. Las estimaciones van desde 850.000 hasta un millón de unidades, sumando los dos costados de la oferta. Las cajas ya no se instalan únicamente en sucursales bancarias sino también en edificios de oficinas e incluso en shoppings, en donde se añaden servicios conexos con horarios más amplios que en las sucursales bancarias.
En los bancos no ven todavía ninguna alteración en la demanda de cajas de seguridad, a pesar de que el blanqueo está llevando dólares en efectivo desde los cofres hacia las cuentas CERA. Según el BCRA, entre el 2 y el 12 de septiembre los depósitos en dólares del sector privado crecieron USD 1.516 millones, con subas diarias de casi USD 300 millones en los últimos días.
Los costos del alquiler de las cajas de seguridad varían mucho, suelen pagarse trimestralmente y con débito en cuentas o tarjetas y en ocasiones está bonificado si el cliente tiene algún paquete de servicios:
En la última década, el cepo cambiario, la economía informal y los temores (en general, infundados) a un corralito hicieron crecer la demanda de cajas de seguridad. Desde CAESACS, una cámara que reúne a 12 empresas privadas explican que si bien en cada blanqueo hay alguna merma en la demanda, ese numero no es considerable. “La gente ha entendido que el servicio de caja de seguridad está diseñado para guardar valores o documentación que por su valor, por privacidad o por comodidad no queremos que corran riesgos en los hogares o las oficinas. El servicio crece a nivel mundial, incluso en países donde no hay riesgo sistémico ni circulación fuerte de dinero físico”, explica Juan Piantoni, presidente de la cámara, que estima 800.000 cajas en bancos y otras 35.000 fuera de ellos.
También en los shoppings
En Hausler, la empresa líder entre las privadas, aseguran que la demanda “crece constantemente” y tienen una estimación superior. “Según últimos datos del sector en 2023 el país alcanzaba un mercado de más de 850.000 cajas en bancos y más de 50.000 en empresas privadas de resguardo de valores. Hoy se estima que se alcanzó el millón de cajas totales”, señalan en la empresa.
El crecimiento de la demanda mencionado también se apoya en algunos datos de los bancos, sobre todos los que tienen mucha sucursales. Desde Santander, por caso, señalaron que a lo largo de este año estuvieron abriendo casi 1.000 cajas de seguridad nuevas por mes, con el apoyo de planes comerciales para bonificar el primer mes del alquiler. “Tenemos una ocupación alta de las cajas, del 82%. No esperamos que el blanqueo traiga una demanda mayor”, señalaron en el banco de origen español.
La novedad de las cajas de seguridad no bancarias pasa por agregar servicios (tecnología para detectar billetes falsos, salas para escrituras, etc), adaptarse a necesidades tanto de individuos como empresas y no contar con la rigidez de los bancos en cuanto a horarios. Hausler cuenta con 20.000 cajas de seguridad en 9 sedes distintas, entre ellas Unicenter y Alto Palermo, en donde alguien puede tomar contacto con su dinero resguardado incluso los sábados y domingos. La seguridad es extrema, con mucho reconocimiento biométrico y robotización en lugar de las llaves tradicionales. Cuestan $45.000 por mes, en general algo más caras que las bancarias.
“La flexibilidad y la seguridad son prioridades, en un mercado que se expande”, señaló Ignacio Serrano, gerente de Marketing de Hausler: “En el último tiempo, hemos notado un creciente interés, sobre todo en un contexto donde la oferta es limitada y esto se vuelve cada vez más habitual. Competimos en un mercado que avanza hacia sistemas modernos y prevemos que las cajas de seguridad privadas seguirán ganando protagonismo como una solución confiable para el resguardo de bienes”.