Poco a poco los argentinos están retomando una tradición que se había visto interrumpida: los tours de compras de 24 horas a Chile. Aprovechando la actual diferencia cambiaria y la variedad de productos a precios competitivos, miles de argentinos están cruzando la Cordillera de los Andes en busca de ofertas. La combinación de un tipo de cambio favorable y la eliminación de algunos aranceles del lado chileno ha revitalizado esta modalidad de consumo.
A lo largo de las últimas décadas, muchos argentinos han visto en los países limítrofes una oportunidad para adquirir productos a precios más bajos que los que se encuentran en el mercado local. Chile, con su economía abierta y una política comercial orientada hacia la integración global, se ha convertido en un destino ideal para aquellos que buscan calidad y buen precio. Los productos tecnológicos, la ropa de marca y los artículos para el hogar encabezan la lista de las preferencias de los turistas argentinos.
¿Qué compran los argentinos en Chile?
En Santiago, los centros comerciales como el Costanera Center o el Parque Arauco son puntos de encuentro habituales para los turistas argentinos. Las tiendas de ropa de marca, tecnología, calzado y cosméticos son las más visitadas. La elección de estos productos responde a una sencilla ecuación: en Chile, los precios pueden ser entre un 30% y un 50% más bajos que en Argentina, dependiendo del rubro. Además, la devolución del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para turistas extranjeros -sólo para compra de bienes muebles con un valor mayor de 113.527 pesos chilenos- se convierte en un incentivo adicional que ayuda a reducir aún más los costos.
Uno de los rubros estrella es el de los electrónicos, especialmente teléfonos móviles, tablets y laptops. Las cadenas chilenas de electrodomésticos y tecnología, como Falabella y Ripley, ofrecen promociones que, combinadas con el tipo de cambio favorable, resultan tentadoras para los compradores argentinos.
En cuanto a indumentaria, las tiendas de marcas internacionales tienen gran afluencia de argentinos que buscan no solo moda a buenos precios, sino también productos que en muchos casos no están disponibles en la Argentina. Los descuentos en ropa de invierno, a medida que el país vecino se despide de la temporada fría, también son un atractivo que los argentinos no están dejando pasar.
Los precios trasandinos
Como se mencionó, las diferencias de precios son notables en muchos productos. Por citar un ejemplo, un par de zapatillas Adidas Galaxy 6 se venden en Chile a un valor de oferta de $26.990, lo que equivale a 36.976 pesos argentinos. El mismo modelo, en nuestro país, se comercializa a $62.999, por lo que existe una brecha del 70% en el precio.
Para pasar de una moneda a otra, se tuvo en cuenta la cotización del dólar en Chile (para pasar el precio a dólares) y el valor del dólar libre en Argentina (para hacer la conversión a nuestra moneda). Para simplificar el cálculo, al precio que se exhibe en Chile se lo debe multiplicar por 1,37. Es decir que un producto que en Chile se vende a 1.000 pesos chilenos, para los consumidores argentinos tiene un valor de 1.370 pesos.
Otro rubro muy demandado por los argentinos que cruzan a Chile es el de la telefonía celular. Un Samsung S24 se vende en ese país a un precio de 699.990 pesos chilenos, lo que equivale actualmente a $958.986 en moneda argentina. El mismo modelo se vende dentro de Argentina a $1.749.999, por lo que hay una diferencia de $791.013. La ventaja es que dentro de nuestro país se puede conseguir en cuotas.
Por su parte, un televisor LED de 50 pulgadas 4K LG cuesta 329.990 pesos chilenos del otro lado de la Cordillera, lo que equivale a $452.086 en moneda argentina . Exactamente el mismo modelo se comercializa en nuestro país a $720.000, de donde se desprende que la brecha en ese caso es del 59% ($267.914 de diferencia).
Es también considerable la diferencia de una Xbox Series S de 512GB. En Argentina se consigue en un pago a $813.999 (valor de oferta), mientras que en Chile se vende al equivalente de $547.000 en moneda argentina. Eso quiere decir que la diferencia es del 48%.
Iquique y su zona franca
Si bien Santiago es uno de los destinos más comunes, Iquique se ha consolidado como otro de los puntos clave para los tours de compras. Esta ciudad portuaria del norte de Chile cuenta con una zona franca donde los impuestos son considerablemente más bajos o incluso inexistentes para algunos productos. Esto hace que los precios sean aún más competitivos que en otras ciudades del país.
En Iquique, los argentinos encuentran una oferta diversa que va desde electrodomésticos hasta artículos de lujo, pasando por repuestos de vehículos y productos de belleza. La oferta de marcas reconocidas a precios reducidos y la posibilidad de comprar al por mayor también son factores que contribuyen a que la ciudad sea un imán para el turismo de compras.
Impacto económico
El retorno de los tours de compras a Chile tiene un impacto económico importante tanto para los comerciantes chilenos como para los operadores turísticos argentinos. Empresas de transporte, hoteles y agencias de viaje han sabido capitalizar esta tendencia, ofreciendo paquetes que incluyen traslados, alojamiento y asesoramiento para aprovechar al máximo las jornadas de compras.
En general, las empresas que se dedican a la realización de tours de compras ofrecen una salida por semana, con precios que varían según el lugar de partida. Una agencia que opera en Cuyo, por ejemplo, realizará tours el 16 y 29 de septiembre (ya se hicieron otros el 5 y 9 del mismo mes) con duración de 24 horas . Saliendo desde Ciudad de Mendoza, el precio más accesible del servicio es de $45.500. El valor asciende a $62.000 partiendo desde San Rafael (Mendoza) y a $92.000 saliendo desde San Luis.
Este tipo de turismo tiene un impacto positivo en las ciudades receptoras, ya que se traduce en un aumento del consumo en sectores como la gastronomía, el transporte local y el comercio minorista.
Por otro lado, esta tendencia también afecta a los comercios argentinos, especialmente aquellos ubicados en las provincias fronterizas como Mendoza, San Juan y Salta. La competencia con los precios chilenos se vuelve casi imposible de sostener, lo que lleva a muchos comerciantes locales a replantearse sus estrategias de negocio, buscando maneras de retener a los consumidores nacionales.