Iniciar el proceso de compra de una propiedad es, sin dudas, una experiencia movilizadora que puede también incluir algunos riesgos: las llamadas estafas inmobiliarias, prácticas fraudulentas que abarcan desde anuncios falsos hasta la usurpación digital de identidad.
Para evitar estos peligros y asegurar una operación segura, es esencial seguir algunas recomendaciones clave.
La primera defensa contra este tipo de estafas es identificar señales de alerta. Una de las más evidentes es que el precio de la propiedad esté significativamente por debajo del valor de mercado. Ese es un indicio clásico de posible fraude.
Otra red flag es la negación a proporcionar la dirección exacta de la propiedad o la solicitud de datos personales y bancarios antes de cualquier visita o firma de contrato. También es importante desconfiar de cualquier solicitud de pago por adelantado, así como de publicaciones o contactos desde el extranjero que exigen decisiones rápidas. La falta de información clara y coherente sobre el inmueble es otro signo de alarma.
Martín Beorlegui, director del área residencial de Baigun Realty, dijo a Infobae que las estafas en el mercado inmobiliario argentino representan un problema creciente en los últimos años. “No solo implican pérdidas económicas para los afectados, sino que también dañan la confianza en los profesionales del sector y dificultan el acceso a la vivienda, así como el ingreso de propiedades para su comercialización”, destacó.
Las estafas más comunes
- Venta de propiedades inexistentes o con títulos de propiedad falsos. Es una de las modalidades más usadas. Las víctimas suelen ser personas que buscan propiedades a precios muy bajos o en zonas de alta demanda. Beorlegui explicó que “los duplicados suelen basarse en publicaciones existentes y son creados por independientes que copian avisos. Utilizan títulos de propiedad, boletos y certificados de dominio falsos o adulterados, y sus publicaciones suelen tener pocos datos, como la ausencia de dirección o un solo teléfono de contacto. Además, al ser consultados sobre el inmueble, suelen carecer de información detallada”.
Al buscar una propiedad la dificultad para contactar con la otra parte o la existencia de datos de contacto inexistentes debe levantar sospechas
- Falsificación de documentos como escrituras, títulos de propiedad e incluso certificados de dominio.
- Ofertas engañosas o directamente falsas en plataformas online.
Análisis
Para reforzar la seguridad, nunca se debe enviar dinero ni documentación por adelantado. Antes de la firma del contrato, no se deben facilitar copias de documentos de identidad o de la propiedad, ni datos bancarios. Ningún tipo de anticipo debería ser solicitado hasta que se formalice el contrato.
La información proporcionada debe ser siempre verificada de manera independiente. Se recomienda consultar registros públicos de la propiedad y, si es posible, acudir a profesionales del sector como abogados o inmobiliarios de confianza que puedan realizar una revisión exhaustiva de la transacción.
“Las estafas más comunes incluyen la venta de propiedades con falencias en los títulos, lo que puede implicar desde una falla hasta su total ausencia. En este contexto, los compradores se encuentran a menudo bajo presión por precios atractivos o urgencia en la compra, lo que los lleva a tomar decisiones apresuradas, por tal motivo el asesoramiento de un profesional es crucial para evitar entrar en este camino”, precisó Verónica Pagola, CEO de Century 21 Argentina.
Proceso de verificación
Sobre la verificación de la documentación, estos son los documentos que deberían ser revisados antes de proceder con cualquier transacción:
- Certificado de dominio
- Certificado de inhibición
- Libre deuda de expensas si es que corresponde
- Libre deuda de servicios
Pagola dijo: “La verificación de la documentación es crítica para evitar fraudes. Se debe revisar la escritura de la propiedad para verificar que esté debidamente inscripta en el Registro de la Propiedad del distrito que corresponda y que no existan anotaciones adicionales que indiquen embargos o hipotecas. Y hay que ver el Informe de dominio, el documento que confirma la situación jurídica de la propiedad, revelando si hay gravámenes o problemas legales”.
La situación catastral verifica las dimensiones y características del terreno, que deben ser los mismos que figuran en la escritura. El informe de inhibiciones comprueba que el vendedor no está legalmente inhibido para disponer de bienes.
Beorlegui recomendó tomar recaudos verificando que los profesionales “estén matriculados y titulados, además de investigar su trayectoria y referencias”.
Prevención
Algunas señales de alerta incluyen:
- Precios excesivamente bajos o demasiado buenos para ser verdad.
- Presión para hacer pagos rápidos, sin tiempo suficiente para revisar la documentación.
- Documentos con datos vagos o inconsistentes.
- Que el vendedor no quiera mostrar la propiedad en persona u ofrecer detalles específicos.
Beorlegui destacó la importancia de verificar títulos y planos digitales y validar credenciales en desarrollos. “Además, se debe usar la transferencia bancaria como único medio de pago para evitar el manejo de efectivo”, afirmó.
Cómo actuar
La resolución de estafas inmobiliarias depende de la gravedad del engaño y del avance en la transacción. Si ya se realizaron pagos, es fundamental denunciar de inmediato a las autoridades y tomar acciones legales.
En casos más serios, como estafas que involucran a múltiples víctimas, el asunto puede escalar a nivel penal, lo que complica la recuperación del dinero, especialmente en situaciones donde se falsifican documentos. Cuando se detecta la falsificación de escrituras o certificados, es crucial actuar rápidamente y denunciarlo, este tipo de fraude afecta directamente al sistema registral.
Aunque la recuperación de los fondos es difícil, un proceso judicial puede llevar a la resolución del conflicto, sin embargo, el proceso puede ser tedioso y requiere la intervención de un abogado.
“Es vital contar con un profesional en cada transacción, un buen profesional facilita la negociación, ayuda a identificar señales de alerta y verifica la situación legal de la propiedad, minimizando los riesgos”, concluyó Pagola.