Los salarios acumularon entre enero y julio un aumento de 91%, mientras que la inflación subió 87% en el mismo período, según un informe de PwC. Si bien parece haber una recuperación del nivel de ingresos, el consumo no sigue la misma tendencia porque solo una parte de la población viene empatando al Índice de Precios al Consumidor (IPC). El relevamiento no analiza datos interanuales.
En el monitoreo mensual de la compañía, donde participaron 140 organizaciones de todo el país, se observa que se proyecta un incremento salarial anual promedio del 153%, frente a una inflación anual esperada del 122,9%, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central. Las empresas participantes creen que la inflación se ubicará en 155%.
En tanto, el 49% de las empresas estiman realizar un aumento del 8% en agosto a los empleados que se encuentran fuera de convenio colectivo.
Por otra parte, las empresas argentinas han empezado a modificar la frecuencia de ajustes salariales debido a la desaceleración de la inflación: el sondeo detalla que el 41% de las empresas consultadas realizan actualizaciones de forma trimestral.
La mayoría de las empresas hacen ajustes salariales trimestrales (PwC)
“Ante un escenario complejo y desafiante, existen síntomas de una recuperación de los salarios frente a la inflación, lo que continúa marcando el comportamiento de los salarios y su revisión periódica”, dijo Damián Vázquez, socio de PwC Argentina líder de Management Consulting.
El informe detalla también que solo el 18% de las empresas consultadas han adoptado nuevos beneficios para sus empleados en los últimos meses, entre los que se destacan descuentos en comercios, plataformas de Bienestar / Gimnasio o mejoras en el servicio de comedor, entre otras.
“Ante la dificultad para mantener salarios competitivos, las compañías buscan ofrecer una buena Propuesta de Valor al Empleado (PVE) para retener al talento. Esto se evidencia en aspectos como mejoras de los servicios de prepaga, incorporación de incentivos a la productividad, capacitaciones, servicios de asistencia psicológica al colaborador y su grupo familiar, entre otros”, asegura Mariela Rendón, senior manager de People & Organisation de PwC Argentina.
A pesar de la recuperación de los salarios registrados del sector privado en términos reales, el consumo sigue cayendo. Por caso, según adelantaron desde Scentia, el consumo en supermercados en agosto cayó entre 18% y 19% interanual. Asimismo, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) indicaron que las ventas de las pymes disminuyeron 10,5% interanual y 1,6% mensual. Todos los rubros presentaron bajas.
Este fenómeno se produce debido a que, de acuerdo a Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA, “el salario promedio de los trabajadores registrados del sector privado es solo un componente del ingreso disponible de los hogares. El salario promedio de los trabajadores del sector público cayó muy fuerte (cerca de un 20%), el de los trabajadores no registrados seguramente también haya caído (no tenemos datos oficiales aún pero es una hipótesis más que plausible), las transferencias (otro mecanismo de ingresos) también cayeron (creció fuerte la AUH pero se desplomó el Potenciar Trabajo y cayeron las jubilaciones)”.
En otras palabras, “la masa de ingresos disponible de los trabajadores que se destina al consumo, de la que el salario del sector privado registrado es solo un componente, seguramente esté todavía bastante abajo de fines del año pasado”, aseguró.
Respecto a la referida caída de las jubilaciones, Campos dijo: “Si se deflacta por IPC, actualmente están más o menos en los mismos niveles de fin del año pasado. Pero si se compara el promedio del primer semestre contra el mismo período de 2023 la caída es del 30% aproximadamente”.
“Además, el tema medicamentos pesa muy fuerte acá. La reducción de la cobertura del PAMI, por ejemplo, no impacta en la medición de la jubilación en términos reales (porque en ese caso el precio de los medicamentos no se modifica), pero el golpe en el ingreso disponible es enorme (lo que se gasta en el medicamento que antes no se pagaba se sustraer del consumo en otros bienes)”, añadió.