En el marco del blanqueo, a posibilidad de hacer pagos con una tarjeta de débito en dólares que el ministro de Economía Luis Caputo anunció la semana pasada avanza a paso lento. Por un lado, hay dudas acerca de si hace falta o no que el BCRA agregue alguna regulación específica. Pero además, las posibilidades de que se extienda el gasto en dólares con tarjetas de débito dentro del país (ya es posible hacerlo en el exterior) están vinculadas a la salida del cepo cambiario, algo que aún no tiene fecha cierta.
El Gobierno tiene la intención de que los argentinos empiecen a gastar los dólares ahorrados por dos vías. La primera es que los billetes debidamente declarados ante AFIP, que duermen en las cajas de seguridad, cara chica o cara grande, se depositen en cajas de ahorro bancarias en dólares. La segunda, son los dólares a blanquear que, hasta el 30 de septiembre, pueden depositarse en las cuentas especiales del blanqueo, las CERA. Para ello, habría que “vincular” las tarjetas de débito a ambos tipos de cuentas. Hoy es posible gastar con débito desde una caja de ahorro en dólares, pero solamente en el exterior.
Desde hace algunos meses, tanto Visa como Mastercard trabajan en esa posibilidad, en conjunto con el Banco Central y con las empresas adquirentes, aquellas que le ofrecen el servicio de pagos a los comercios. La idea es que no se necesite emitir nuevos plásticos, sino que las tarjetas de débito existentes puedan incorporar el gasto en dólares.
Si se gasta en dólares para comprar en dólares, no hay problemas; pero si se compra un producto en pesos desde una cuenta en dólares, hay una operación cambiaria sujeta a restricciones
Fuentes del Banco Central aseguran que para implementar eso no hace falta ningún cambio normativo. De hecho, explican que si las empresas no lo hicieron hasta ahora es por su propia decisión, por incentivos comerciales. Cualquier banco podría dejar que sus tarjetas de débito puedan servir para hacer compras en el país, tanto en dólares como en pesos.
Allí es donde aparece el cepo. Si se gasta en dólares para comprar en dólares, no hay problemas; pero si se compra un producto en pesos desde una cuenta en dólares, hay una operación cambiaria. Y allí habría que aplicar topes, impuestos y toda las restricciones existentes. Y ver a qué tipo de cambio se hace esa transacción. Por eso, ni las tarjetas ni los bancos quieren hacer ese desarrollo.
De hecho, algunas fuentes del sector financiero consideran que si el Gobierno impulsa la tarjeta de débito bimonetaria como una vía para gastar los dólares del colchón, será una señal de que la salida del cepo está más cerca. Mientras sigan las restricciones, explican, el uso en dólares de la tarjeta va a ser muy limitado porque los bancos no van a querer asumir el costo operativo de la implementación y el riesgo cambiario que supone el cepo. En algunas entidades todavía se lamentan por la cantidad de cambios a que los obligó el dólar turista en los últimos años.
Otro punto central es qué pasará con las otras tarjetas, las prepagas y las de crédito, para gastar los dólares del blanqueo. En el primer caso, quedarían fuera de esta opción las tarjetas de Mercado Pago y el resto de las billeteras virtuales ya que no hay cuentas CVU en dólares. Con respecto a las tarjetas de crédito, la ley que las regula establece que el cliente puede elegir la moneda en que paga, lo que suma una nueva traba regulatoria.
Una fuente de Mastercard señaló que la empresa está en conversaciones por este tema “con el regulador y los diferentes jugadores del ecosistema de pagos para habilitar la operatoria en todos los productos: débito, crédito y prepago, siendo débito el primero en estar disponible”. Agregaron que “para habilitar estas operaciones con tarjetas de crédito y prepago se requieren cambios en el marco normativo vigente. Esperamos tener novedades durante el segundo semestre de 2024.”
Al poner el tema en agenda, Caputo advirtió que en Economía analizan que el uso de la tarjeta de débito esté exento del pago de la multa del 5% que excede a los blanqueos superiores a 100.000 dólares. “Es decir: vos podrías regularizar 200.000 dólares y quisieras comprar un auto de 50.000. Si se retiran los fondos correspondería la multa. Pero si lo pagas con la tarjeta de débito no te aplicaría ninguna multa”, explicó el ministro. Si ese auto estuviera facturado en dólares, podría pagarse desde un cuenta CERA con una transferencia inmediata que no tiene costo; pero en el ejemplo que dio Caputo, se cobraría la multa del 5%.
Al explicar la medida, el ministro enfatizó que “el blanqueo va a acelerar el proceso de competencia de monedas”. En ese sentido, destacó que ya está permitido que un vendedor facture su producto en dólares y el comprador también puede cancelar la operación en moneda estadounidense. “No hace falta pasar por el Congreso” para que eso se ponga en práctica, dijo.