Mudarse de una vivienda a otra aumentó un 240% en los últimos 12 meses. Este incremento incluye gastos relacionados con salarios, combustibles y materiales necesarios para la mudanza, como cajas para embalajes. La inflación (recién ahora en descenso) impactó con fuerza en estos costos.
En el proceso de cambiar de propiedad, además de los costos de la operación (alquiler o compra venta), es fundamental considerar el valor de la mudanza. La incertidumbre sobre los gastos, el miedo a daños en pertenencias valiosas y el estrés de coordinar los detalles pueden convertir un nuevo comienzo emocionante en una experiencia estresante.
Según Zonaprop, estos son los factores más importantes que influyen en la tarifa, según los diferentes niveles de servicios que hay:
- Básico: el cliente embala sus pertenencias y el flete sólo las carga y transporta. Si el presupuesto disponible es ajustado, esta es la mejor opción.
- Premium: el cliente delega en la empresa todo el proceso de mudanza desde el embalaje hasta el transporte y la descarga. Ideal para una mudanza sin estrés, informan desde el mercado inmobiliario.
- Moving planner (un planificador se encargará de toda la operación): contratar una persona que se ocupa de todo, desde la organización del embalaje, hasta acomodar, armar y organizar los muebles y pertenencias en el nuevo hogar. Es el más caro, claro.
Cristian Hernán Castro, de la compañía Castro y Regini, afirmó a Infobae que, aunque los valores subieron, el ritmo laboral no decayó. Por el contrario, observan una expansión en las mudanzas de personas y familias que se relocalizan desde la ciudad de Buenos Aires hacia otros destinos en el Gran Buenos Aires y el interior, y viceversa.
Los períodos de mayor actividad suelen abarcar desde el día 25 hasta el 5 o 6 del mes siguiente, coincidiendo con la finalización de contratos de alquiler y el cambio de residencia de individuos o familias. “Aunque hay actividad a lo largo del mes, esos días son los más dinámicos”, amplió Castro.
Los costos de mudanza pueden variar notablemente según diversos factores: la empresa elegida, las condiciones del edificio, y la cantidad y tipo de muebles a trasladar.
Castro aconsejó: “Que la empresa de mudanzas contratada realice una inspección antes de la mudanza para evitar sorpresas y costos adicionales. Un presupuesto en persona es más fiable que uno a través de videollamada o fotos, ya que permite analizar mejor las condiciones del lugar, como la disponibilidad de ascensores”.
Es recomendable evaluar los gastos involucrados, como el depósito, la garantía (si se trata de un alquiler), comisiones, escrituras y el costo de la mudanza. También, considerar posibles desembolsos adicionales como la compra de muebles, electrodomésticos y posibles arreglos
En la mayoría de los casos, la mudanza implica un cambio importante y demanda una cuidadosa reflexión sobre los objetos que no serán trasladados al nuevo hogar.
Determinada la fecha para mudarse, ya sea a una vivienda adquirida o alquilada, es vital solicitar dos o tres presupuestos. Se aconseja llevar por separado elementos más pequeños o realizar personalmente el embalaje de artículos con valor afectivo, como cuadros familiares o fotografías, dejando el resto en manos de la empresa seleccionada.
Por razones de seguridad, los objetos de gran valor podrían trasladarse a otro domicilio, como el de un familiar o amigo, un día antes y completar la mudanza posterior.
Estructura eficaz
Para la organización de la mudanza, es aconsejable contactar a la empresa al menos con 15 a 20 días de anticipación. Esto facilitará la entrega de materiales con suficiente antelación y permitirá gestionar permisos necesarios en los consorcios o administraciones de los edificios.
“Algunas torres con múltiples departamentos requieren la reserva de turnos para las mudanzas, especialmente a fin de mes o a principios del siguiente, cuando hay más demanda por vencimiento de contratos de alquiler”, dijo Castro.
El costo de una mudanza también depende de la accesibilidad en los inmuebles de origen y destino. Factores como escaleras estrechas, ausencia de ascensor o estacionamiento restringido complican el traslado, elevando el precio.
Castro destacó que aunque proporcionan a sus clientes canastos de mimbre y cajas de cartón, siempre aconsejan un manejo especial para objetos de alto valor, como relojes y joyas. “En el caso de que también deban trasladar estos ítems, instamos a los clientes a proporcionar detalles específicos sobre cómo manejarlos, para prevenir incidentes o robos durante el traslado”.
Cuando la mudanza no incluye un servicio integral llave en mano, es clave asegurarse de que el embalaje sea adecuado, especialmente utilizando cajas de calidad para proteger objetos frágiles como vajillas, cristalería, dispositivos digitales, espejos de vidrio y televisores, entre otros, para evitar daños durante el traslado.
Tarifas
La tarifa de una mudanza dentro de la ciudad de Buenos Aires varía según la cantidad de ambientes de la vivienda. Un departamento de dos ambientes puede costar entre $800.000 y $900.000, mientras que uno de tres ambientes puede alcanzar 1.100.000 de pesos.
Para un departamento de cuatro ambientes, el precio promedio oscila entre $1.400.000 y $2.000.000, y los costos se incrementan si la vivienda es más grande o tiene cinco ambientes.
Jorgelina García, de Verga Hermanos, explicó que, aunque las mudanzas dentro de un radio de 30 kilómetros no suelen tener diferencias de costo, cada situación se evalúa individualmente. “No es lo mismo mudar una casa en planta baja que realizar el izaje de muebles por el exterior de un edificio”, detalló.
En cuanto a operaciones más costosas, como mudarse de un departamento de tres ambientes en CABA a un barrio privado en Tigre o Escobar, el costo inicial llave en mano es de 1.600.000 pesos.
“Este servicio incluye cajas desechables y canastos disponibles por hasta 96 horas, recogiéndose una vez que la mudanza se completa y los objetos están reorganizados en el nuevo hogar”, acotó García.
La ubicación también influye en el costo. A veces, una mudanza dentro del mismo barrio puede costar tanto como trasladarse a una distancia considerable, debido a factores como la accesibilidad del edificio y el tipo de bienes a mover.
Por ejemplo, mudarse dentro de Belgrano puede costar lo mismo que mudarse a Pilar, a pesar de los 60 km de diferencia, debido a que en Belgrano y otros barrios porteños muchas veces se deben mover muebles por escaleras o hasta pisos altos sin ascensores grandes.
Respecto al embalaje, las cajas nuevas tienen un costo de aproximadamente $4.200 cada una. Algunos proveedores ofrecen cajas recicladas, pero estas no siempre son adecuadas para mantener la seguridad de los objetos durante la mudanza.
Castro destacó una tendencia en alza en el almacenamiento: el uso de guardamuebles. “Es una opción cada vez más popular que permite almacenar desde electrodomésticos hasta muebles, disponibles para retirar en otro momento. Este servicio cuesta $80.000 más IVA y baulera por mes, con un mínimo de 10 metros cúbicos. No incluye embalaje adicional que pueda ser necesario”.
Detalles y cómo armar el nuevo hogar
Por último, es vital la correcta organización de la mudanza dependiendo del tipo de vivienda.
Si se trata de una casa, lo último que se arma es el dormitorio, y si es un departamento, lo primero que se arma suele ser el comedor y el living para así liberar cajas y disponer de más espacio.
Las empresas de mudanzas ofrecen servicios variados, como roperos móviles para transportar ropa colgada y guardamuebles para aquellos que no pueden mudarse directamente.
“También implementamos subastas automáticas online para vender muebles usados”, agregó García.
En cuanto al embalaje, es crucial distribuir los pesos correctamente en las cajas, especialmente con vajillas, y emplear técnicas específicas para proteger muebles y objetos frágiles.
Además, algunas compañías proporcionan servicios de desembalaje para organizar casi todos los ambientes tras el traslado.
García puntualizó: “Una vez mudados conviene comenzar a acomodar la nueva vivienda por lo esencial, dejando los elementos decorativos para después”.
En áreas residenciales, los horarios para mudanzas están restringidos a días hábiles, mientras que en edificios y torres, sobre todo en CABA y GBA, también se incluyen los sábados.
En general, el número de personas trabajando en la mudanza varía según el tamaño del departamento, y el conductor debe permanecer en el vehículo para gestionar necesidades de desplazamiento.