El presidente de la UIA respondió las críticas de Javier Milei a la industria: “No somos victimarios, somos víctimas”

El Presidente había dicho que “se robó al campo para proteger a la industria”. El presidente de la cámara empresaria dijo que no temen a la apertura de la economía si primero se equilibra el terreno

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El presidente Javier Milei y el titular de la UIA Daniel Funes de Rioja
El presidente Javier Milei y el titular de la UIA Daniel Funes de Rioja

El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, respondió a las duras críticas realizadas por el presidente Javier Milei durante su discurso por el Día de la Industria, en las que acusó al sector industrial de ser beneficiado a costa del campo. En una entrevista concedida a Radio Mitre, Funes de Rioja defendió la importancia de la industria para la economía argentina, pero también subrayó la necesidad de equilibrar las distorsiones económicas antes de avanzar con una mayor apertura comercial.

En respuesta a estas declaraciones, Funes de Rioja, presidente de la UIA, abordó los comentarios de Milei en su entrevista en Radio Mitre. Aunque reconoció la dureza de las críticas, argumentó que la industria argentina enfrenta graves dificultades que limitan su competitividad y no pueden ser ignoradas en el debate sobre la apertura económica.

Funes de Rioja argumentó que, lejos de ser los “victimarios”, la industria es en realidad una “víctima” de las distorsiones económicas que afectaron a toda la economía argentina. “No somos los victimarios, somos víctimas. Somos víctimas como ha sido toda la economía argentina”, enfatizó. El dirigente industrial destacó que la industria enfrenta una presión fiscal exorbitante, con una carga impositiva que alcanza entre el 40% y el 50%, lo que afecta a todos los sectores productivos por igual. “La presión fiscal sobre la industria, como sobre todos los sectores productivos de Argentina, es de casi entre el 40% y el 50%”, explicó.

Además, Funes de Rioja señaló otros problemas graves que enfrenta la industria, como los elevados costos de logística y las dificultades para importar insumos esenciales. Según él, estos desafíos no son culpa de los empresarios, sino el resultado de un entorno económico adverso que debe ser corregido antes de considerar una mayor apertura comercial. “No le tememos a que abran la economía, pero primero equilibren el terreno antes”, subrayó Funes de Rioja, dejando claro que, si bien no se opone a la apertura económica, esta debe realizarse en un contexto donde todas las distorsiones actuales sean corregidas para que todos los sectores puedan competir en igualdad de condiciones.

Funes de Rioja fue enfático al señalar que abrir la economía sin corregir primero las distorsiones actuales “mata a cualquier sector”, no solo a la industria. Para él, es fundamental que se implementen reformas estructurales que permitan a todos los sectores, incluyendo el agroexportador, desarrollarse y contribuir al crecimiento del país en un terreno de juego equilibrado.

Durante la entrevista, Funes de Rioja también defendió la importancia de la industria para la economía argentina, subrayando que genera un millón y medio de empleos directos y tiene un efecto multiplicador significativo en la economía. Rechazó las acusaciones de que la industria ha sido sobreprotegida y señaló que, en realidad, ha sido víctima de políticas erróneas que generaron distorsiones y perjudicado su competitividad. “Si ha habido negociados y sobreprotecciones en algunos casos, que no son los que nosotros pretendemos para la industria, lo que pretendemos y dijimos muy claramente es, no le tenemos miedo a que se abra la economía”, reiteró.

Milei durante la celebración del Día de la Industria
Milei durante la celebración del Día de la Industria

Funes de Rioja también abordó la necesidad de realizar una reforma estructural antes de avanzar con una mayor liberalización comercial. Para él, es crucial que se corrijan las distorsiones que afectan a todos los sectores productivos del país para garantizar un entorno competitivo justo. “Lo que hay que hacer, y me alegro que quiera hacerlo, es corregir esa distorsión”, señaló, refiriéndose a los comentarios de Milei sobre la necesidad de eliminar las políticas que perjudicaron a la economía argentina.

A lo largo de la entrevista, el presidente de la UIA también destacó que la organización tuvo que equilibrar su postura durante los últimos años para asegurar la continuidad de la producción industrial en un entorno hostil. Aunque la UIA expresó su desacuerdo con las políticas del gobierno en varias ocasiones, Funes de Rioja subrayó que la organización siempre tuvo en mente la protección de los trabajadores y la producción. “Nosotros somos ciudadanos, no somos hacedores de política del gobierno”, aclaró.

Las críticas de Milei

Este lunes, en el marco de la celebración por el Día de la Industria, Javier Milei arremetió contra las políticas industriales implementadas en Argentina a lo largo de las últimas décadas. Según el presidente, estas políticas no solo fracasaron en su objetivo de desarrollar un sector competitivo, sino que generaron un sector industrial dependiente del Estado. Milei fue enfático al criticar las medidas proteccionistas, tales como los subsidios, exenciones tributarias y aranceles elevados, argumentando que estas políticas terminaron por convertir a la industria en una carga para la economía, al depender completamente del financiamiento estatal, el cual proviene en gran medida de las exportaciones agropecuarias.

Para proteger a la industria se le robó al campo. Y esa protección lo único que generó es un sector industrial adicto al Estado”, afirmó Milei ante un auditorio de industriales. Además, señaló que estas políticas, lejos de beneficiar a la economía en su conjunto, tuvieron un efecto perjudicial sobre el resto de la sociedad, encareciendo productos y reduciendo la capacidad de ahorro e inversión de los argentinos. También sostuvo que las políticas industriales distorsionaron los precios relativos y contribuyeron a la persistente inflación que afecta al país, creando un entorno en el que ningún sector puede prosperar de manera sostenible.

Finalmente, Milei propuso que la mejor política industrial no es la intervención estatal, sino la implementación de una sólida política fiscal y monetaria que garantice estabilidad económica. Según su visión, solo a través de la eliminación de la inflación y la recuperación de la credibilidad del país, la industria argentina podrá competir en igualdad de condiciones a nivel global. “Ningún país quebró por abrirse al comercio internacional. Todo lo que lo hicieron progresaron, de hecho. ¿A quién se le puede ocurrir semejante disparate? Y lo único que es pernicioso para el desarrollo industrial es tener un Estado elefantiásico montado a sus espaldas”, agregó Milei, defendiendo la apertura económica.

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