El mercado cambiario, los bonos y las acciones consolidaron ayer el mejor humor que comenzó a insinuarse tras la confirmación por parte del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre la rebaja a partir del lunes del impuesto PAIS para los importadores. La medida, a la que se sumaron durante la jornada otras decisiones en línea con una mayor apertura económica y nuevos incentivos para forzar la baja de la inflación por la reducción de los aranceles a la importación de acero, siguió alentando el buen clima que potenció los papeles de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street hasta 7% mientras que los bonos soberanos también anotaron nuevas subas. Así, el riesgo país cerró en su menor nivel desde junio y busca el piso que tocó en abril, apenas por encima de los 1.100 puntos.
Para lograrlo, sostienen los analistas, no necesariamente el Banco Central deberá volver a acumular reservas en la magnitud que lo hizo durante los primeros cinco meses del año sino que, a juzgar por los últimos acontecimientos, sería suficiente con que se encadenen una serie de eventos positivos que induzcan a los inversores a creer que la salida del cepo se acerca en vez de alejarse,
De hecho, cuando 15 días atrás el Presidente Javier Milei y Caputo parecieron sugerir que no había urgencia para levantar el cepo el mercado reaccionó negativamente, con un riesgo país que volvió a los 1.600 puntos básicos en un contexto de dificultades políticas en el Congreso. Apenas una semana más tarde, con señales inversas a esos dichos, el mercado respondió con marcadas subas. Todo, vale aclarar, en un contexto internacional más favorable para los países emergentes como la Argentina.
“Los anuncios de baja de impuestos se vieron como un paso más cerca de la salida del cepo y como medidas que podrían reactivar la actividad, ambas noticias serían favorables para los bonos” (IEB)
“Se observa una moderada pero sostenida tendencia alcista de los títulos hard dollar desde principios de mes, superando la fuerte volatilidad observada durante junio y julio. Las mejoras en el frente fiscal y una mejor performance del Banco Central durante agosto han ayudado a las cotizaciones junto a un entorno internacional más propicio para la demanda de activos”, apuntaron desde Delphos Investments, donde agregaron el dato clave. “La baja del impuesto PAIS podría haber sido interpretada por los inversores externos como un acercamiento a la fecha del levantamiento del cepo”, afirmaron.
Existe un factor adicional a la expectativa de una salida no tan lejana del cepo y es que las últimas anunciadas también contribuirían a estimular la reactivación económica que diferentes indicadores comenzaron a reflejar el mes pasado pero que todavía es frágil e incierta. En la medida que que los índices muestren avances más marcados, parte de las dudas de los inversores comenzarán a despejarse y, con ello, el riesgo país podría finalmente empezar a ceder de manera sustancial.
Por lo pronto, el Gobierno sumó algunos logros más allá del superávit fiscal que es el gran ancla que nadie pierde de vista: no sólo anotó un agosto atípico en el mercado de cambios, motivado por factores igualmente atípicos que menguaron la demanda de dólares, sino que lentamente empieza a impactar el efecto de otras medidas como el blanqueo. Los depósitos en dólares crecen, ya se ubican cerca de los USD 19.000 millones, y si bien no alimentan las reservas netas, no dejan de ser una señal positiva para la economía. Por otra parte, la contrapartida de los ingresos por el blanqueo de activos será un mayor ingreso fiscal.
“Gran rueda de los bonos tanto en lo local como en USA con subas de más de 2%. Creemos que los anuncios de baja de impuestos se vieron como un paso más cerca de la salida del cepo y como medidas que podrían reactivar la actividad, ambas noticias serían favorables para los bonos”, fue la síntesis diaria de los analistas de IEB. El economista Amílcar Collante advirtió un detalle para nada menor respecto de los vaivenes económico-políticos; cuando el Gobierno logra ordenar un plano, el del mercado, por ejemplo, se le desordena otro, en este caso, el frente político interno. Y a la inversa. En cualquier caso, lo que se festeja, en Casa Rosada y también en el mercado, es que lo que se mantiene inalterable por el momento es el apoyo social a su agenda de reformas.