El Gobierno cree que la reducción de alícuotas del impuesto PAIS que operará desde el próximo lunes no debería poner en peligro el superávit fiscal por la compensación de ingresos que tendrá el fisco con las medidas del paquete fiscal -principalmente la moratoria impositiva- y el reajuste del impuesto a las Ganancias. Así lo dijo el secretario de Finanzas Pablo Quirno este miércoles, quien además afirmó que el equipo económico busca que la salida del cepo sea “no traumática” y dijo que ese paso en el plan económico “no es un objetivo, sino un resultado del orden macro”.
En una exposición ante ejecutivos de finanzas, Quirno planteó, consultado sobre la baja del impuesto PAIS y el efecto negativo que tendrá en la recaudación, que “el equilibrio fiscal es innegociable, toda decisión a nivel fiscal no toca esa primera premisa. El paquete fiscal nos aprobó ingresos adicionales para poder bajar impuestos”, mencionó, ante el IAE Business School, la escuela de negocios de la Universidad Austral.
Sobre la persistencia del riesgo país en la zona de los 1.500 puntos, el secretario de Finanzas reconoció que “es un indicador más, que tiene su importancia respecto a lo que la gente mira en acceso a financiamiento”, pero relativizó la importancia para la Nación como potencial emisor de deuda. “YPF salió al mercado, la primera compañía después de muchos años, por debajo de 10% con riesgo país a 2.400 puntos. ¿Es el termómetro correcto? Tengo ofertas de bancos para salir hoy al mercado, no las estamos tomando. No es que no tenemos acceso al crédito, buscamos alternativas que nos dejen tranquilos”, dijo en un panel moderado por el economista Santiago Bulat.
“Tengo ofertas de bancos para salir hoy al mercado, no las estamos tomando. No es que no tenemos acceso al crédito, buscamos alternativas que nos dejen tranquilos” (Quirno)
Respecto a la salida del cepo cambiario, Quirno aseguró que no se trata “de un objetivo” del Gobierno sino de “un resultado del orden macro”. “Atrás de esa ansiedad hay una preocupación por el tipo de cambio, por si va a requerir un salto cambiario. Estamos trabajando para que la salida del cepo ocurra de manera no traumática. No es un objetivo salir del cepo, es un resultado del orden macro. No miramos el tipo de cambio como algo que tocar, que manipular, sino producto de acciones que estamos haciendo”, mencionó y ejemplificó, como precio de referencia, los $1.100 como valor de convergencia entre los tipos de cambio paralelos y el oficial.
El equipo económico viene asegurando en reuniones privadas que buscará bajar la brecha “desde arriba” sin devaluar, como paso previo a la salida del cepo. “Va a ser una consecuencia casi aritmética. Hay ciertos agentes que no entienden que vamos a una situación en que el peso es el bien escaso. Para los que argumentan que el tipo de cambio está atrasado, que se necesita una devaluación, eso ya se intentó en el pasado. Tenemos que ganar competitividad bajando impuestos”, dijo Quirno.
En ese plano, el funcionario, mano derecha del ministro Luis Caputo en el Palacio de Hacienda, descartó una situación de atraso cambiario y dijo que hay antecedentes de una economía funcionando con un tipo de cambio bajo. “La baja de inflación deja abstracta esa discusión, en la medida en que converjan al 2 por ciento. En la convertibilidad el tipo de cambio era de $580 (a precios de hoy). Hay trecho de apreciación. La brecha va a ir de los dólares financieros hacia el oficial, no es una pelea dogmática, es algo matemático”, concluyó.
“Hay trecho de apreciación. La brecha va a ir de los dólares financieros hacia el oficial, no es una pelea dogmática, es algo matemático” (Quirno)
Una idea similar, sobre la caída de la brecha desde el paralelo hacia el oficial como consecuencia del esquema actual (con un dólar blend que destina el 20% de los dólares de liquidación de exportaciones al tipo de cambio “contado con liqui” más el refuerzo de la emisión cero que también agrega oferta en los dólares financieros) había dejado saber Caputo a empresarios en reuniones recientes.
Las dudas en el mercado están puestas sobre si el equipo económico podrá sostener el estado de las regulaciones cambiarias en un contexto de debilidad de reservas. Sobre eso debatieron, en el mismo evento de la IAE Business School, los economistas Martín Polo (Cohen), Pilar Tavella (Balanz) y Ramón Agote (ConoSur Investments).