La frecuencia de más de 30 líneas de colectivos se verá reducida a partir de este domingo 1 de septiembre, tras el anuncio de la Secretaría de Transporte de la Nación quitar los subsidios a servicios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La medida se va a sentir, sobre todo, durante los horarios nocturnos y de fin de semana, y aquellas líneas que circulan exclusivamente por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires.
“Lo que vamos a hacer es reducir los servicios nocturnos como una forma preventiva de evitar una parálisis total”, aseguró Luciano Fusaro, presidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA). El diagnóstico es compartido por otras cámaras empresarias, que ya advirtieron al Estado nacional y a las autoridades del gobierno porteño y bonaerense por la “situación de crisis” que atraviesa el sector.
El conflicto tiene como telón de fondo el ajuste en el gasto público que impulsa el presidente Javier Milei, y la pulseada en cómo se va a financiar el transporte de pasajeros en el AMBA. La disputa enfrenta a las gestión libertaria con las de Jorge Macri y Axel Kicillof. Para el Gobierno nacional, cada jurisdicción debe hacerse cargo de los subsidios por el pacto fiscal de 2018.
En lo concreto, el desacuerdo cómo se afronta el recorte del financiamiento para las líneas de colectivo que operan en CABA, la cobertura de la RED SUBE para las líneas no nacionales que recorren el AMBA, y la falta de actualización de la estructura de costos usada para calcular dichos subsidios.
Además, los empresarios destacan un “sub-reconocimiento” en el cálculo de la asistencia estatal destinada a la inversión en vehículos, señalando una disparidad que supera el 100%.
En este contexto de falta de claridad, desde AAETA advirtieron que no pueden afrontar la caída de estos recursos. “No se publicó la redeterminación de costos del sistema, que de ahí sale la cuenta de los subsidios y que no se actualiza desde abril”, sostuvo Fusaro. El directivo precisó que las empresas ya recortaron el servicio nocturno, algo “antipático y que está “lejos de lo que desean las empresas”. La tendencia a reducir las frecuencias irá en crecimiento. Hasta ahora, se perdieron el 5% de estos recorridos en los últimos meses.
Pero la decisión alcanza a la mayor parte de la actividad. Este lunes, las empresas emitieron un comunicado donde no se han logrado “comunicaciones eficaces con las autoridades, de manera de prever cómo garantizar los servicios el mes que viene ante eventuales quitas de subsidios que no sean compensadas con tarifa, ante la falta de acuerdo entre ellas”.
Las cámaras empresarias subrayaron que el reciente ajuste tarifario del 12 de agosto de 2024, que incrementó el boleto en un 37%, es un mecanismo utilizado por el regulador para reducir los subsidios, sin impacto positivo en las economías de las empresas. Según el sector, el monto promedio recibido por viaje entre tarifas y subsidios es de $862, cifra que consideran insuficiente para cubrir las necesidades de inversión y operacionales del sistema.
“Por tal motivo desde la semana que viene se reducirán los servicios en horarios nocturnos y fines de semana, para evitar una parálisis mayor”, señala el comunicado difundido este lunes y suscrito por AAETA, la Cámara Empresaria del Autotransporte de Pasajeros (CEAP), la Cámara de Transporte de la Provincia de Buenos de Buenos Aires (CTPBA), y la Cámara de Empresarios Unidos del Transporte Urbano de Pasajeros de Buenos Aires (CEUTUPBA).
Para esta semana se esperan definiciones respecto a dos puntos clave. Uno, el traspaso de 31 líneas de colectivo al ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y, el otro, la definición de la estructura de costos de los operadores, un cálculo clave que va a definir el nivel de subsidios en medio de las protestas de los empresarios que aseguran no poder cubrir los costos y tras una reciente suba del precio del boleto.
La disputa política de fondo
Ayer, el secretario de Transporte Franco Mogetta, confirmó que la Ciudad deberá asumir las responsabilidades y los costos de las 31 líneas de colectivos porteñas que circulan dentro de su territorio. Estas son las 4, 6, 7, 12, 23, 25, 26, 34, 39, 42, 44, 47, 50, 61, 62, 64, 65, 68, 76, 84, 90, 99, 102, 106, 107, 108, 109, 115, 118, 132 y 151. El funcionario empuja para que todas las provincias equiparen la tarifa de colectivo.
En el gobierno porteño aseguran que las líneas de colectivos son potestad del Gobierno Nacional, ya que es el que fija las tarifas y los recorridos. De concretarse un traspaso, debe ser con los recursos correspondientes y con una ley. Esta disputa en particular puede alcanzar coletazos judiciales, mientras se profundiza la tensión entre Mauricio Macri y Javier Milei por la falta de acuerdo por los recursos de la Ciudad.
“No nos pueden transferir unilateralmente competencias o traspasar el aporte de subsidios a la Ciudad sin nuestro consentimiento, que debe realizarse a través de un acuerdo firmado y avalado por la Legislatura porteña y el Congreso Nacional. Hacerlo de otra forma es inconstitucional y viola la Constitución”, advierten desde el entorno de confianza de Jorge Macri.
El financiamiento nacional, en tanto, se mantendrá en las 103 líneas del AMBA y 10 líneas del interior del país que son de jurisdicción nacional. Se trata de aquellas que circulan entre las calles porteñas y el territorio bonaerense, que representan el 40% de las líneas del AMBA.
La consecuencia de la misma decisión también impacta en los recursos de la provincia de Buenos Aires. El gobierno de Axel Kicillof, que ya asumía los gastos de las compensaciones del sistema, ahora tendrá que solventar el programa Red SUBE en las líneas provinciales y/o municipales.
El impacto en el transporte
Del monto de la tarifa final de $862, calculada por los empresarios, el pasajero paga $371. Por su parte, la Nación aporta un subsidio de $271 mientras que el Gobierno porteño, a partir de un acuerdo que había rubricado Horacio Rodríguez Larreta, subsidia $221 por boleto. Con la quita de Casa Rosada del subsidio y, si CABA decide no cubrir esa diferencia, el viaje costaría $642.
El conflicto expone factores irritantes. Las cámaras empresarias cuestionan la distribución desigual de los subsidios en favor del Grupo DOTA, que habría recibido más de 30.000 millones de pesos desde 2022 en fondos públicos. En su comunicado, este reparto de recursos fue “poco transparente” y perjudicial para el resto de los operadores, situación que consideran ha sido advertida por las actuales autoridades y sería corregida.
“Esta situación derivada de una poco transparente distribución de subsidios al gasoil entre todos operadores, y que beneficia a ese grupo, ya ha sido advertida por las actuales autoridades que heredaron este tema que empezó hace más de 2 años, y que si bien existe el compromiso de que se corregirá a través de la orientación del subsidio a la demanda, el daño producido contribuye a agravar la crisis del sector, hasta tanto tal irregularidad sea corregida”, señalaron las cámaras sectoriales.
Más allá de las pulseadas internas y los recortes de frecuencias, también peligran los puestos de trabajo de los colectiveros. Las empresas aseguran que “no podremos garantizar continuidad de fuentes laborales, hasta tanto se resuelva cómo y quién paga por este transporte que emplea a 50.000 trabajadores”. Insisten en que la tarifa vigente solo cubre el 20% del costo real.
Nuevos parámetros operativos
En este marco, el Gobierno nacional cambió hoy los parámetros operativos de 100 líneas de jurisdicción nacional. Estos parámetros definen frecuencias y modalidades de servicio que, según las cámaras empresarias, ya se aplicaban informalmente en los últimos años. La norma publicada hoy, en alguna medida, “blanquea” esas prácticas que ya implicaban una racionalización de los servicios.
La medida se hizo efectiva a través de la resolución 801/2024 del Ministerio de Economía, que se publicó esta madrugada en el Boletín Oficial, y alcanza a las siguientes líneas de los servicios públicos de transporte por automotor de pasajeros de carácter urbano y suburbano de jurisdicción nacional: 1, 2, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 12, 15, 17, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 28, 29, 31, 32, 33, 34, 37, 39, 41, 42, 44, 45, 46, 47, 49, 50, 53, 55, 56, 59, 63, 64, 65, 67, 68, 70, 71, 75, 76, 80, 84, 85, 90, 91, 92, 93, 97, 98, 100, 101, 102, 103, 105, 106, 107, 108, 109, 110, 113, 115, 117, 118, 119, 123, 124, 126, 128, 130, 132, 133, 134, 135, 140, 146, 148, 150, 152, 153, 154, 158, 159, 160, 161, 163, 164, 166, 168, 172, 174, 176, 178, 179, 180, 181, 182, 184, 185 y 188.
Así, el Ejecutivo estableció las frecuencias máximas y mínimas de cada uno de los recorridos de esas líneas, así como el horario de funcionamiento y los cuadros tarifarios en cada uno de los tramos que comprende a determinados tramos de las rutas.
Los parámetros para cada una de las 100 líneas se encuentran en los anexos que forman parte de la resolución y están publicados en la página de la Secretaría de Transporte.
Estos parámetros surgen de la “del procesamiento de datos emergentes oficiales del Sistema de Modernización de la Red de Colectivos de la Región Metropolitana de Buenos Aires y los emitidos por el Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE), detectándose allí modificaciones funcionales al sistema de transporte en los itinerarios de los servicios autorizados por los respectivos permisos, en mérito a las mejoras referidas precedentemente”, según alega el considerando de la norma.
A su vez, sostienen que “los cambios de la vialidad, las mejoras en la vías de circulación introducidas en la RMBA, el avance de la infraestructura producto de las obras públicas y centros de trasbordo, han generado la base para un rediseño del sistema de transporte automotor de pasajeros, con miras a su agilidad y eficiencia”.
La medida se hizo oficial días después de que el Gobierno ratificara que desde el 1 de septiembre dejará de pagar los subsidios por el boleto integrado de la Red Sube en las líneas de colectivo que circulan exclusivamente por el territorio bonaerense y CABA. De igual forma, sí garantizó que continuarán las subvenciones a las tarifas de gran parte las líneas mencionadas, que corresponden a la jurisdicción nacional.
La Nación lo anunció luego de no llegar a un acuerdo con sus contrapartes de las gestiones de Axel Kicillof y Jorge Macri para llevar adelante una transición más ordenada.
“En el marco del ordenamiento de subsidios al transporte, el Gobierno Nacional definió terminar con los favoritismos hacia algunas jurisdicciones en relación a los recursos destinados a financiar al transporte y garantizar el federalismo y la igualdad de condiciones en todos los distritos”, dice el comunicado de Transporte.
El primer frente de conflicto es el del boleto integrado de la Red SUBE, por el que Buenos Aires debería asumir un costo mensual adicional de $6.500 millones y CABA otros $1.500 millones. Ninguna de las dos gestiones está dispuesta a asumir ese gasto. El beneficio se aplica de forma automática en el momento del viaje solo para las tarjetas registradas: el primero se paga con tarifa plena, el segundo con descuento del 50% y el tercero con 75% de rebaja. En un rango de dos horas se pueden hacer hasta cinco combinaciones de transporte, pero debe existir un intervalo de tiempo mínimo de 2 minutos y no se puede abonar el transporte de otra persona.