Una medida del costo de mover dólares al exterior a través del mercado financiero, “el canje” o el diferencial entre la cotización local del billete en la plaza financiera y la cotización internacional -es decir, los tipos de cambio “MEP” y “contado con liquidación”- se mantiene hace meses en niveles ínfimos, en torno al cero por ciento, facilitando el movimiento de capitales al exterior.
La nula diferencia, resultado de la ausencia de percepción de riesgo por parte de los ahorristas locales respecto a una confiscación, la entrada de fondos al mercado local y la intervención oficial en el mercado de cambios presenta a los inversores argentinos con un costo inexistente a la hora de invertir en activos del exterior. La única traba, no menor, es que se necesita abrir una cuenta bancaria fuera del país.
El canje, o el diferencial entre el dólar MEP y el dólar contado con liquidación, funciona habitualmente como una prima que pagan los inversores locales por mover sus fondos al exterior. Ese diferencial rara vez está quieto. En momentos de fuerte salida de capitales tiende a subir, encareciendo el movimiento hacia afuera, y en momentos de ingreso de dólares financieros, tiende a achicarse. Semanas atrás llegó a estar negativo, un 8%, en momentos en que colocaciones puntuales entraban por el mercado cambiario financiero para seguir estrategias de carry u otras vías de inversión.
Durante el gobierno de Alberto Fernández, donde no abundaron las medidas promercado, pero no hubo realmente una percepción de riesgo inmediato de confiscación de depósitos, el promedio del canje fue del 3,5% (Donzelli)
“Durante el gobierno de Alberto Fernández, donde no abundaron las medidas promercado, pero no hubo realmente una percepción de riesgo inmediato de confiscación de depósitos, el promedio del canje fue del 3,5%. No tan alto. Imaginate que con el cambio de Gobierno y la percepción de que en la administración de Javier Milei ese riesgo es aún menor, es lógico que baje”, dijo Maximiliano Donzelli de IOL Invertironline.
Tanto el especialista como otros analistas del mercado destacan eso como un factor atractivo. Aunque también están jugando bemoles propios de las medidas económicas con las que el Gobierno intenta mantener a raya la brecha cambiaria.
“A estos niveles se llegó por la liquidación de grandes exportadores que es en el contado con liquidación. En cambio, una parte importante de la demanda por dólares es por MEP”, comentó Rodrigo Benítez de MegaQM.
De esta manera, con la prima por mover dinero al exterior en cero, para los inversores argentinos -no tantos- que disponen de una cuenta bancaria en EEUU, Uruguay u otro país, invertir en acciones del S&P Merval porteño, en papeles de la Bolsa de San Pablo o en Wall Street tiene, a grandes rasgos, el mismo costo.
La única diferencia reside en el tratamiento fiscal, que tras la aprobación del Paquete Fiscal en el Congreso eliminó el tratamiento diferencial a las tenencias fuera del país para el pago de Bienes Personales. Pero también están los fiscos de los países de destino, por ejemplo, el withholding tax americano que retiene el 30% de los resultados de quienes operan allí desde el exterior (monto que se puede reintegrar, aunque no sea tan sencillo).
Si la opción no está abierta para todos es porque se encuentran vigentes, todavía, normas del cepo cambiario
Si la opción no está abierta para todos es porque se encuentran vigentes, todavía, normas del cepo cambiario que fuerzan a los inversores a fondear sus colocaciones en moneda extranjera desde una cuenta bancaria, ya sea local o en el exterior. No se puede usar directamente cuentas de inversión, con lo cual los servicios a distancia no sirven. Se necesita tener el producto de un banco extranjero, algo bastante más engorroso.
Pero para los que sí acceden a ese tipo de servicios financieros, la diferencia entre el mercado local y el global ya no existe. El costo es nulo. Eso abre alternativas de inversión que, hasta hace poco, eran prácticamente imposibles.
Por ejemplo, la “inversión más segura del mundo” -como muchas veces se llama a los bonos del Tesoro de los EEUU- ahora es factible. Por ejemplo, cuando el costo del canje estaba en torno al promedio de la presidencia anterior, invertir en esos papeles desde la Argentina no tenía mayor sentido.
Si los inversores locales pagaban 3,5% por pasar de dólar MEP a liqui y la tasa de interés pagaba, como este último viernes, 3,8%, sólo el canje se llevaba casi un año de rendimientos. Ahora, ese 3,8% anual no será quizás un enorme rendimiento, pero se puede percibir de manera íntegra.
Si alguien quisiera invertir en algo muy específico, por ejemplo, un ETF de empresas de ciberseguridad o de inteligencia artificial, con el canje a 0 se abren esas opciones que no están disponibles acá (Donzelli)
Lo mismo pasa con renta fija de otros países. Si para invertir en bonos de deuda argentinos hay que partir de rendimientos de en torno al 8% anual de las empresas con mejor riesgo crediticio, para luego saltar a soberanos de un rendimiento mucho mayor, se está partiendo de niveles de riesgo altos. Colocar al 4%, al 6% en deuda mejor calificada o considerada más segura -como por ejemplo la de países sudamericanos con mejor rating- ahora es una opción con vía libre para los inversores locales.
“Desde la inversión en fondos comunes de inversión Latam, que invierten en bonos o acciones de países de la región, hasta ETF’s (fondos con cotización de mercado que siguen a un índice o sector), hoy está en el menú a la par de las opciones locales”, dijo Benítez.
“En general, la ventaja no es grande si es que hay activos en el país que permiten invertir en algo en particular. Por ejemplo, entre invertir en un Cedear de Tesla y la acción de Tesla no hay grandes diferencias, está todo muy arbitrado hoy por hoy”, dijo Donzelli.
“Pero si alguien quisiera invertir en algo muy específico, por ejemplo, un ETF de empresas de ciberseguridad o de inteligencia artificial, con el canje a cero se abren esas opciones que no están disponibles acá. Siempre y cuando tengas cuenta bancaria afuera”.