A la espera del avance en las negociaciones con el Fondo Monetario por un nuevo acuerdo, que según las últimas declaraciones al respecto del ministro de Economía, Luis Caputo, todavía no empezaron, en el mercado hacen las cuentas todos los días: cuántas reservas ganó en el día el Banco Central, cuántos pagos hizo, cuántas perdió al siguiente. Y también calculan esos resultados en función de la meta del tercer trimestre con el organismo. Tanto las del primer trimestre como la del segundo fueron sobrecumplidas –si bien todavía no se trató formalmente en el directorio del organismo la aprobación de los objetivos del junio– pero las metas de septiembre presentan un desafío.
Para fin del mes próximo, el Banco Central deberá haber acumulado reservas netas USD 8.700 millones, una cifra que a principios de año parecía por demás accesible ante la fuerte acumulación de los primeros cinco meses pero que, tras el drenaje de los últimos dos meses, ya no luce tan sencilla.
De acuerdo a las estimaciones que se comparten en el mercado, en las próximas 5 semanas, la entidad monetaria que preside Santiago Bausili deberá retener al menos USD 1.000 millones para alcanzar el objetivo. No es poco, dadas las obvias dificultades para comprar dólares evidenciadas desde fines de mayo, pero tampoco es una cifra imposible. Lejos de eso. Sin embargo, si bien en agosto el BCRA logró comprar en el mercado USD 540 millones, eso apenas impactó en la variación de las reservas desde principios de mes, en un contexto en el que la demanda de dólares por parte del sector privado está aplacada por la inminente reducción de 10 puntos porcentuales del impuesto PAIS anunciada y confirmada por Caputo.
En cualquier caso, si hubiera un desvío, sería relativamente menor, particularmente en el marco de una negociación por un nuevo acuerdo que se espera se alcance antes de fin de año. También dependerá de cómo el FMI decida computar el pago pendiente de los Bopreal –el bono para los importadores con el que el Central avanzó en la regularización de la deuda comercial. Descontando de las reservas netas los vencimientos a pagar por los próximos 12 meses de esos títulos, el monto acumulado a la fecha se ubicaría, según Aurum Valores, en USD 7.675 millones (USD 1.025 millones por debajo de la meta) pero si no se descontara el pago de los títulos, las reservas acumuladas desde principios de año ascienden a los USD 9.946 millones, superando incluso el objetivo hacia fin de año de USD 9.700 millones.
Este nivel de acumulación implica que en términos netos las reservas siguen siendo negativas ya que no se logra, con esas cifras, revertir totalmente el rojo heredado por USD 11.500 millones. Claro que, en el interín, se avanzó en la normalización del pago de importaciones, además de la resolución de la deuda comercial.
“Hubo un foco muy claro en acumular todos los dólares que fuera posible durante la primera parte del año, dada el rojo virulento de las cuentas del Central. Pero esa necesidad no es ahora tan acuciante para el equipo económico, que prefiere avanzar en la normalización de otros frentes”, afirmó el CEO de un importante banco extranjero que opera en la Argentina quien destacó que, a pesar de eso, Caputo y Bausili negocian permanentemente para obtener fondos frescos para fortalecer esas reservas.
Es que, si bien en un principio resultaba fundamental acumular dólares para levantar el cepo, hoy resulta fundamental reunir esos fondos para bajar el riesgo país, lo que en el equipo económico consideran un paso previo imprescindible para levantar el cepo y en el mercado, algunos actores importantes como el JP Morgan, consideran que esa baja será más una consecuencia que una causa para liberar los controles cambiarios. En cualquier caso, sin dólares, el panorama parece complicarse.