La UTE Techint-Sacde informó que culminó esta semana los 100 kilómetros de gasoducto en Córdoba que forman parte del proyecto de reversión del Gasoducto Norte, una obra clave que permitirá transportar el gas de Vaca Muerta a siete provincias del norte argentino y sustituir importaciones. La puesta en marcha de la obra, que originalmente debía entrar en funcionamiento antes de este invierno, está prevista desde septiembre. La activación del nuevo sentido del gasoducto marcará el final de la importación de gas desde Bolivia, que demandó casi USD 20.000 millones en pagos y se extendió por cerca de 18 años.
Las empresas alcanzaron en forma anticipada la condición de Apto para Funcionar (APF), adelantando las fechas previstas en el contrato y sus condiciones vigentes. La ejecución fue realizada para Energía Argentina SA (Enarsa), bajo la modalidad de contrato EPC (ingeniería, suministros y construcción).
La reversión del Gasoducto Norte demandó una inversión de unos USD 710 millones y permitirá revertir el flujo gasífero que viene desde Bolivia para llevar el gas de Vaca Muerta a las provincias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, así como la conexión de hogares a la red de gas natural, la generación de electricidad y el desarrollo de actividades como la industrial o la minería de litio.
Según informó la UTE, la construcción de los 100 kilómetros de ducto de Integración Federal tuvo como desafío la ejecución de más de 30 cruces especiales, como rutas provinciales, arroyos y ríos. En el pico de la obra trabajaron más de 1.100 personas y se movilizaron más de 500 equipos de construcción. Para su desarrollo, precisaron, fue necesario transportar más de 8.000 tubos de 12 metros desde Buenos Aires a Córdoba, lo que equivale a más de 2.000 viajes de camiones, que recorrieron más de 1.300.000 kilómetros sin incidentes.
“Durante la construcción del ducto se alcanzó un promedio de 3km diarios de avance en la cuadrilla de soldadura ejecutadas en un solo frente, alcanzando un récord para este tipo de proyectos. Este hito fue posible gracias a tecnologías como la soldadura automática y la planta de doble junta, entre otras, que permitieron reducir los tiempos de ejecución”, señalaron las empresas constructoras. Estos sistemas habían sido utilizados por primera vez para la construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, lo que posibilitó realizar una mayor cantidad de soldaduras diarias, minimizar errores y darle previsibilidad al ritmo de producción.
Con el plan original del Gasoducto Norte, Enarsa esperaba un ahorro en importaciones por casi USD 2.000 millones anuales desde 2024.
El proyecto de reversión contempla dos ampliaciones (loops) al Gasoducto Norte, de 62 kilómetros de extensión, con cañerías de 30 pulgadas de diámetro, también en Córdoba. Falta además el cambio del sentido de flujo de 4 plantas compresoras. La puesta en marcha de la obra está prevista a partir de septiembre, para transportar 5 millones de metros cúbicos diarios de gas, con una futura ampliación de otros 4 millones de metros cúbicos diarios.
En concreto, la reversión del Gasoducto Norte demandó una inversión de unos USD 700 millones y permitirá revertir el flujo gasífero que viene desde Bolivia para llevar el gas de Vaca Muerta a las provincias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, así como la conexión de hogares a la red de gas natural, la generación de electricidad y el desarrollo de actividades como la industrial o la minería de litio, por ejemplo.
Con el plan original del Gasoducto Norte se esperaba un ahorro en importaciones por casi USD 2.000 millones anuales desde 2024. Sin embargo el Gobierno anterior no terminó el proceso de licitación de las obras y la gestión de Javier Milei también tuvo demoras para avanzar en ese sentido, por lo que este año hubo que negociar mayor abastecimiento de energía proveniente desde Bolivia y Brasil.