Las acciones y los bonos de Argentina operaron en terreno negativo este miércoles ante previsibles tomas de utilidades, en el marco de un mes de agosto que se mantiene positivo para la inversión bursátil.
El índice accionario líder S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires bajó un 2,3%, a los 1.621.076 puntos, tras acumular un alza del 14,3% en las anteriores nueve sesiones de negocios. Entre los ADR y acciones de empresas argentinas negociadas en dólares en Nueva York se impusieron las pérdidas, lideradas por Edenor (-3,7%), IRSA (-3,4%) y Telecom (-3,2%).
“El índice acumulaba una suba superior a 11% en el mes de agosto, pero parece que encontró su techo de corto plazo”, afirmó Mauro Natalucci, ejecutivo de Cuentas de Rava Bursátil. El panel Merval sostiene en 2024 un beneficio de 74,4% en pesos y de 31,9% en dólares, según la paridad del “contado con liquidación”.
Una posible mejora de la calificación del país a mercado emergente por parte del proveedor de índices MSCI podría generar un flujo de inversiones en acciones domésticas por alrededor de 1.000 millones de dólares, dijo JP Morgan en un reciente informe.
Los bonos en dólares registraron sensibles bajas, que promediaron 1,1% en el día para los títulos Globales en Nueva York, mientras que el riesgo país argentino medido por el banco JP Morgan subía 37 unidades a 1.525 puntos básicos a las 17:40 horas.
“Los activos domésticos parecerían finalmente más inclinados hacia ensayar una toma de ganancias luego de la fuerte recuperación reciente, la cual podría abrir paso a un descanso mientras se continúa evaluando el escenario político y económico”, consideró el economista Gustavo Ber.
“Ocurre que dicha fuerte reacción llegó impulsada principalmente por un mayor apetito por riesgo global, tras el resbalón que generaron los ruidos sobre el yen hace algunas semanas, y ahora los operadores se encuentran expectantes de las próximas definiciones del gobierno, entre las cuales se destaca la reducción del impuesto PAIS y su anticipada positiva repercusión sobre la desinflación, en contraposición al efecto en la recaudación y eventuales mayores importaciones”, continuó el titular del Estudio Ber.
Aunque el monto operado en el mercado mayorista siguió en niveles muy bajos, con USD 224,1 millones en el segmento de contado, el Banco Central adquirió USD 82 millones en la sesión, el 36,6% del total en oferta.
La entidad monetaria encadenó doce ruedas seguidas con saldo comprador en el mercado, dada la recuperación del superávit energético -un rubro que presionó sobre la demanda en junio y julio- y la postergación de importaciones, a la espera de la reducción en diez puntos porcentuales del impuesto PAIS, prevista para septiembre.
Las compras del BCRA acumulan en agosto USD 527 millones, para interrumpir una serie de dos meses con saldo negativo por la participación cambiaria.
Las reservas internacionales brutas cedieron USD 13 millones, a USD 27.661 millones, pues se efectuaron pagos de obligaciones con el exterior de menor cuantía, pero que demandaron en total unos USD 70 millones en el día, según indicaron a Infobae fuentes del BCRA, frente a compras de contado por USD 50 millones efectuadas el martes y que se contabilizan 24 horas después de realizadas.
El dólar “blue” estuvo ofrecido con alza de cinco pesos a $1.360 la mayor parte de la rueda, pero descontó las ganancias sobre el cierre y terminó a $1.355, el mismo precio del martes. Con un dólar mayorista que ganó 50 centavos a $945, la brecha cambiaria quedó en el 43,4 por ciento.
“Nuestras proyecciones sugieren que la inflación se ubicaría a fin de año en 3% mensual, por encima del 2% de crawling. Mejorar la acumulación de las divisas necesarias para salir del cepo exige, como mínimo, modificar el ritmo de depreciación del peso”, puntualizó Analytica Consultora.