El ajuste de tarifas y su contrapartida, la reducción de subsidios a los servicios públicos, parece una historia sin fin. A pesar de la agresiva reducción de la asistencia financiera a los usuarios para afrontar el gasto en energía, agua y transporte, incluyendo a sectores sociales que ya no la reciben y pagan el 100% del costo, el Estado todavía cubre, en promedio, más de la mitad del costo de las tarifas.
El dato surge del habitual informe del Observatorio de tarifas y subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (UBA-CONICET), que sigue la evolución del precio de la canasta de servicios para un hogar según el cual las familias necesitaron $143.000 en agosto para cubrir las necesidades básicas en energía, agua y transporte. La cifra representó una suba de apenas 0,3% respecto del mes pasado e implica que los usuarios, en promedio, cubren poco más de una tercera parte del costo del servicio de gas y luz mientras que apenas una cuarta parte en el caso del transporte. Sólo en el agua, los usuarios cubren con la tarifa el 100% del costo.
Pero, en todos los casos, se trata de un promedio ya que en el segmento socioeconómico alto los usuarios cubren el 100% de la tarifa mientras que el resto recibe asistencia a través de los subsidios.
“La cobertura tarifaria residencial, estimada como el promedio ponderado de costos de los servicios públicos en el AMBA a cargo del usuario, es del 43% en el mes de agosto mientras que el Estado se hace cargo del 57% restante. Sin embargo, esta cobertura es dispar entre segmentos de hogares y entre servicios” estalló el IIEP, que dio cuenta hasta qué punto el ajuste tarifario es una tarea de largo aliento: “En agosto 2024, la cobertura tarifaria se encuentra en el mismo nivel que en diciembre 2023″, apuntó.
Según el informe, la cobertura tarifaria de los costos de los servicios públicos se mantiene en un nivel similar al observado en los últimos cuatro meses pero es levemente superior al promedio de los últimos ocho meses (39%). Esto con un incremento de tarifas notable ya que, según señaló el reporte, con respecto a diciembre de 2023, el costo de la canasta total se incrementó 375% dadas las actualizaciones en el transporte (enero y febrero), la energía eléctrica (febrero, junio y agosto), el gas natural (abril y junio) y agua (abril, julio y agosto).
De esta manera, el gasto en servicios públicos se mantiene muy similar al mes anterior, lo que se explica por los menores consumos de energía eléctrica y gas que comienzan a bajar una vez pasado el pico estacional de invierno mientras los cuadros tarifarios se modificaron muy levemente (un 4% energía eléctrica mientras el del gas se mantiene invariante) y por los incrementos en los cuadros tarifarios de agua y transporte público.
“El gasto en transporte público será mayor en septiembre ante igual cuadro tarifario. Eso se debe a que en agosto el aumento se efectivizó a partir del día 12 y por lo tanto el gasto refleja doce días con la tarifa anterior y diecinueve con el valor actual del boleto”, explicó el informe que no avanzó sobre la posibilidad que se retiren los subsidios tal como el Gobierno nacional pretende y informó a la Ciudad de Buenos Aires y a la provincia de Buenos Aires. Pero el instituto sí calculó el costo técnico del boleto de colectivo, que se ubicó en $1.132 para el mes de junio, “Ascendería a $1250 considerando el IVA del 10,5% adicional, mientras que para la Secretaría de Transporte el costo regulado fue de $754.”, detalló.