El mundo financiero se vio sacudido por la desaparición de Jonathan Bloomer, un banquero de larga trayectoria en las finanzas internacionales. El director de Morgan Stanley International, de 70 años, fue reportado como desaparecido tras el naufragio del superyate de lujo “Bayesian”, que se hundió cerca de la costa de Sicilia, Italia, en medio de una violenta tormenta. La tragedia, ocurrida en las primeras horas de la mañana del martes, dejó un saldo de seis personas desaparecidas y al menos una víctima fatal confirmada. Entre los desaparecidos también se cuentan figuras importantes del mundo empresarial, como el magnate tecnológico británico Mike Lynch y su hija Hannah.
El yate “Bayesian”, que transportaba a 22 personas, incluidos 10 miembros de la tripulación y 12 pasajeros, fue atrapado por una tormenta feroz mientras estaba fondeado frente al puerto de Porticello. Testigos informaron que un tornado rompió el mástil principal del velero, provocando su volcadura y posterior hundimiento. Hasta el momento, 15 personas fueron rescatadas con vida, incluida Angela Bacares, esposa de Lynch, pero la búsqueda de los seis desaparecidos continúa. Entre los desaparecidos está también el jefe de la agencia de protección civil de Sicilia, Salvatore Cocina, quien había abordado el yate junto con otros invitados.
El naufragio del “Bayesian” captó la atención de los medios internacionales, en parte debido a la prominencia de las figuras involucradass.
Jonathan Bloomer es ampliamente reconocido en el sector financiero internacional. Su trayectoria comenzó en 1974 en la firma estadounidense Arthur Andersen, donde trabajó durante 20 años antes de pasar a Prudential, una de las aseguradoras más importantes del Reino Unido. En Prudential, Bloomer ocupó diversos cargos de alta responsabilidad, ascendiendo hasta convertirse en el CEO del grupo en 2000. Durante su mandato, lideró la empresa a través de momentos clave de expansión y transformación, antes de dejar el cargo en 2005.
A partir de ese momento, Bloomer comenzó a diversificar su experiencia y a asumir múltiples roles en distintos directorios de empresas. Fue nombrado director de Morgan Stanley International en 2018, puesto que le otorgaba un lugar clave en las decisiones estratégicas de una de las firmas más influyentes del planeta. También es presidente del grupo asegurador Hiscox desde 2022, otro gigante de los seguros.
La carrera de Bloomer no se limitó a los grandes nombres del mundo financiero. También ocupó la presidencia de SDL Group Holdings, una compañía de ropa deportiva, y estuvo involucrado en otras actividades comerciales a lo largo de los años. Esta diversificación de roles ilustra la amplitud de su influencia y el respeto que se había ganado dentro de diversas industrias.
El destino de Bloomer y Mike Lynch, otro de los desaparecidos en el naufragio del superyate “Bayesian”, están profundamente entrelazados. Lynch es conocido por ser el fundador de Autonomy, una empresa de software que protagonizó una de las adquisiciones más controvertidas en la historia de la tecnología. En 2011, Autonomy fue vendida a Hewlett-Packard (HP) por más de 11.000 millones de dólares, una cifra impresionante para la época. Sin embargo, la adquisición pronto se convirtió en un escándalo financiero cuando HP acusó a Lynch y a otros ejecutivos de inflar artificialmente los ingresos de Autonomy antes de la venta, lo que provocó una pérdida multimillonaria para HP y una serie de litigios de alto perfil.
Bloomer tuvo un papel clave en ese proceso, ya que fue presidente del comité de auditoría de Autonomy durante la época de la venta a HP. Bloomer fue llamado a testificar en el juicio que siguió, donde defendió la postura de Lynch, asegurando que este no estaba particularmente interesado en los aspectos financieros de la operación. Esta declaración fue crucial en el caso, que finalmente resultó en la absolución de Lynch en junio de 2023, liberándolo de las acusaciones de fraude.
El juicio contra Lynch fue uno de los más seguidos por la prensa económica en los últimos años, y su absolución fue motivo de celebración para él y sus allegados. Fue en este contexto que Lynch decidió organizar un viaje de celebración en el “Bayesian”, invitando a colegas y amigos cercanos, entre los que se encontraban Bloomer, Morvillo y otros implicados en el proceso legal.