La inercia que muestran los aumentos del rubro servicios y las subas pendientes que tiene el Gobierno para recomponer el atraso que acumularon las tarifas durante los últimos años le ponen un piso a la inflación de los próximos meses. De hecho, una recomposición total de los precios relativos implicarían 6 puntos adicionales al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec y un nuevo impacto a los castigados bolsillos de los consumidores.
Esa dinámica será un desafío para el objetivo de que la variación del IPC converja a “un escalón más bajo” del 4% mensual que busca el ministro de Economía, Luis Caputo, quien tiene la mira puesta en el 2% en el que se mueve el dólar oficial. Es por eso que, en medio de un delicado contexto social, el titular del Palacio de Hacienda analiza el mejor timing para los próximos incrementos en luz, gas, combustibles y transporte.
La inflación de julio fue del 4%, la más baja del año pero también desde enero de 2022, acumuló 87% en 7 meses del 2024 y 263,4% en los últimos doce meses. Durante el mes pasado los servicios aumentaron 6,4% y duplicaron a los bienes (3,2%).
La consultora GMA Capital destacó que los bienes parecen converger más rápidamente a la marcha del dólar oficial pero los servicios muestran una historia diferente, más relacionado con lo que en la literatura económica se conoce como precios “pegajosos” (sticky prices).
“Este concepto se refiere a la resistencia de los precios a ajustarse rápidamente a los cambios en la oferta y la demanda”, explicaron. Esa rigidez, indicaron, puede ocurrir por varias razones: contratos e indexación, costos, expectativas y comportamientos de los consumidores y regulaciones gubernamentales.
“El atraso en los sectores regulados impone un sendero de inflación fijo para los servicios. Según nuestras estimaciones, un ajuste hacia las relaciones de precios relativos de abril de 2019 significaría un aporte de 4,56 puntos porcentuales por el lado del sector de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles al IPC. Además, correcciones sobre el alquiler de vivienda, y transporte público en GBA significarían incrementos en 1,15 puntos porcentuales sobre la canasta relevante para medir la inflación”, estimó GMA Capital.
En tanto, Caputo habilitó en agosto un incremento del 4% en las tarifas de energía y del 37,5% en los boletos de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). En paralelo, señalaron fuentes oficiales a Infobae, el ministro de Economía analiza el mejor timing para aplicar los próximos ajustes en servicios públicos.
Los analistas suelen destacar la corrección que realizó el gobierno de Javier Milei sobre las cuentas públicas y, a pesar de contra marchas, en precios relativos. “Una de las marcas registradas del kirchnerismo fue atrasar las tarifas para intentar contener la inflación. Eso además de no haber sido efectivo tiene efectos negativos sobre la calidad de los servicios. El gobierno actual inició su gestión dando señales de intentar recomponer el terreno perdido por todos los precios regulados que fueron atrasados”, apuntó la consultora Econviews, que dirige el ex ministro de Finanzas Miguel Kiguel.
En ese sentido, precisaron, el ejemplo más claro es el del rubro electricidad, gas y otros combustibles dentro del IPC del Indec: En los cuatro años de Alberto Fernández subió 357% al mismo tiempo que el nivel general de precios aumentó 1.147 por ciento. La situación actual es la inversa: en lo que va de gestión Milei ese rubro tuvo una suba del 310%, muy por encima del 87% de inflación acumulada. Sin embargo, los usuarios pagaban en julio solo el 55,8% del costo “real” de la tarifa de electricidad.
“Es decir que queda trabajo por hacer. Transporte público, prepagas, telefonía e internet o educación son más ejemplos de este comportamiento”, comentaron.
En el otro extremo, citaron el caso de las prendas de vestir y calzado. Los precios de ese rubro, en primeras marcas, en Argentina son mucho más altos que los de sus vecinos de la región y muchos países de Europa. “Este sector fue un claro ganador durante la gestión anterior y ahora es uno de los que menos aumentó”, apuntó Econviews.
La consultora proyectó que la inercia inflacionaria va a continuar, por lo que ven difícil cifras mensuales que comiencen con 0% o 1% como espera el gobierno. La clave será la política tarifaria y la cambiaria, ya que una eventual aceleración del crawling peg o un salto del tipo de cambio oficial impactaría directo en la variación de los precios.
Por su parte, Caputo confía en que el IPC continuará en franca desaceleración durante los próximos meses más allá de algún salto “eventual” por correcciones en tarifas. La apuesta del ministro es, además de sostener el apretón fiscal y monetaria, que la baja del impuesto PAIS “permitirá bajar un escalón más la inflación y hacer más competitiva la economía”.