La balanza comercial volvió a darle una buena noticia al Gobierno y se mantuvo en terreno superavitario por USD 1.575 millones en julio, y enhebró así ocho meses consecutivos con saldo positivo desde diciembre, cuando la devaluación del tipo de cambio oficial empujó el volumen de exportaciones e hizo retroceder el ritmo de importaciones.
Según informó este martes el Indec, las exportaciones sumaron en el séptimo mes del año 7.221 millones de dólares y las importaciones lo hicieron por 5.646 millones de dólares, lo que da como resultado el saldo superavitario de USD 1.575 millones. En el acumulado del lapso enero-julio la balanza comercial fue favorable en USD 12.626 millones.
En la comparación con 2023 la dinámica del sector externo es muy distinta. El saldo de julio del año pasado había sido en julio del año pasado deficitario en 700 millones de dólares, y a esta altura del 2023 el desequilibrio del balance comercial era de USD 5.193 millones. Así, la diferencia entre el déficit acumulado de los primeros siete meses del 2023 con respecto a los primeros siete meses del 2024 es de USD 17.400 millones.
La balanza comercial enhebró ocho meses consecutivos con saldo positivo desde diciembre, cuando la devaluación del tipo de cambio oficial empujó el volumen de exportaciones e hizo retroceder el ritmo de importaciones
La tendencia experimentó un cambio tras el salto devaluatorio de diciembre, días después del recambio de Gobierno, que elevó en 120% el precio del tipo de cambio y empujó con fuerza las exportaciones, que desde ese mes acumulan ocho meses consecutivos de mejora interanual. En lo que va del año, por ejemplo, las ventas externas mejoraron 14,8% en relación a 2023. El “pico” de mejora, al menos en la comparación interanual, fue en mayo, cuando escalaron 22% respecto a ese mes del año anterior.
Al analizar las exportaciones, las Manufacturas de origen agropecuario mejoraron en un 29,1% en relación a julio del año pasado, los Productos primarios lo hicieron 19,7%, Combustibles y energía un 42% y Manufacturas de origen industrial quedaron sin cambios.
Por el lado de las importaciones, hubo una contracción inmediata tras la devaluación y la suba del impuesto PAIS, con una alícuota que pasó de 7,5% a 17,5% para todos los casos. Esa tasa, se espera, volverá al nivel que tenía antes del cambio de gobierno desde septiembre, lo que hará que el tipo de cambio importador sea más barato.
Las importaciones registraron en todos los meses del año caídas interanuales a ritmo de dos dígitos, aunque ese retroceso tuvo una desaceleración marcada de un mes a otro: mientras en junio las compras al exterior se habían desplomado 35% en relación al mismo mes de 2023, en julio lo hicieron por 16,5 por ciento, lo que podría responder a una demanda algo más marcada de importaciones ante una actividad económica que mostraba algunas señales muy preliminares de recuperación. Con todo, en el tramo enero-julio las importaciones se derrumbaron algo menos de 30 por ciento.
La diferencia entre el déficit acumulado de los primeros siete meses del 2023 con respecto a los primeros siete meses del 2024 es de USD 17.400 millones
Consideradas por rubros, las importaciones de Bienes intermedios (el más representativo dentro de las compras al exterior) cayó un 39,1% en julio, Piezas y accesorios para bienes de capital se desplomó 23,5%, Combustibles y lubricantes (en el que se incluyen las compras por el invierno para abastecer la calefacción en todo el país) retrocedió 33,5% y requirió 110 millones de dólares menos que en junio mientras que Bienes de consumo cedió 4,3 por ciento.
Mantener una balanza comercial positiva será una de las columnas en las que buscará apoyarse el Gobierno en lo que resta del año para evitar un deterioro mayor en el frente de las reservas del Banco Central. La expectativa del equipo económico es que en agosto la diferencia entre importaciones y exportaciones de combustibles sea positiva.
Incluso se terminaría de cancelar deudas por electricidad que llegó de Paraguay y gas de Bolivia. En septiembre la balanza energética marcaría un superávit de USD 400 millones, según estimaciones oficiales. Esa dinámica, sumada a menores pagos de deuda y mayores ingresos de organismos multilaterales, permitiría una mejora de las reservas en USD 1.200 millones.