El impuesto PAIS ha sido una de las grandes fuentes de recaudación del Gobierno desde que asumió e inmediatamente subió la alícuota del 7,5 al 17,5 por ciento. Se aplica sobre todas las mercaderías importadas y en industria automotriz y el mercado automotor, tiene un alto impacto debido a que afecta los costos de los autos importados completos (CBU), las autopartes que se importan para fabricar vehículos localmente, y los insumos con los que los autopartistas producen localmente para abastecer a las terminales.
Sin embargo, y a pesar de no ser coparticipable, por lo que la recaudación queda completa para el tesoro nacional, tanto el presidente Javier Milei como el Ministro de Economía, Luis Caputo, anunciaron que a partir de septiembre tendrá una reducción de esos diez puntos porcentuales que subió en diciembre de 2023, para volver a ser del 7,5% como una medida intermedia hasta llegar a diciembre, cuando desaparecerá por completo.
Esta fue una buena noticia para el sector, tanto industrial como comercial, porque implica una reducción de la carga impositiva de la que se quejan desde siempre y más aún desde el incremento de diciembre pasado.
Cómo afectará el precio de los autos
Así, la gran pregunta que se hacen los consumidores es si esta reducción del impuesto PAIS se verá reflejada en precios o no, y de ser así, desde cuándo sería y hasta cuánto podría llegar esa baja.
Si bien buena parte de esas dudas que no tendrán respuesta hasta que se reglamente la medida, algunas consideraciones pueden analizarse ahora. El impuesto se cobra sobre el precio al que se compra la mercadería en fábrica de origen, con lo que la reducción de diez puntos porcentuales es sobre una parte del precio de mercado y no sobre el total, donde se suman otros impuestos, como el arancel de importación, y la ganancia del importador.
“Si bajan diez puntos, el impacto podría ser de entre 4 y 5% en autos importados, y un poco más en autos nacionales porque entre el 50 y el 60% de las partes son importadas”, explicaron desde una terminal automotriz ante la consulta de Infobae. “Pero si tenemos en cuenta que hay una inflación del 4% mensual y que la devaluación por crawling peg es del 2% cada mes, es muy probable que haya una reducción mínima de precio en algunos modelos”, complementaron la respuesta.
“No vamos a poder trasladar a precio la reducción de diez puntos del impuesto PAIS por varias razones. Primero porque el auto no es todo importado. Tiene mano de obra nacional, los costos fijos son nacionales, y los impuestos también lo son, y pesan un 58% en el valor de un auto. Después están también los componentes nacionales. Entonces, la idea de ‘bajan diez puntos quiero diez puntos menos en el precio’ no va a pasar. Dependerá de cada caso, pero habrá varios modelos en los que los clientes verán mejoras en el precio”, respondió Pablo Sibilla, presidente y CEO de Renault Argentina en la presentación oficial del Renault Kardian el jueves pasado.
Los más optimistas hablan de una leve baja, del 2 o 3%, para el primer mes del ajuste. Otros prefieren pronosticar que por esta reducción del impuesto, al menos un mes no habría aumentos; en julio y agosto los precios volvieron a promediar el 4% entre todas las marcas y modelos.
Algunas mejoras periféricas
El Gobierno mantuvo reuniones con los ejecutivos de las terminales argentinas nucleadas en Adefa, y hay coincidencia en todas las partes respecto al buen diálogo y la buena predisposición para mejorar las condiciones de los fabricantes, especialmente en función de la competitividad que les permita mejorar las exportaciones.
Gracias a ese buen diálogo es que, mientras llega la reducción del impuesto PAIS, se logró bajar los plazos de pago de los autos terminados de 180 a 120 días a principios de julio, nuevamente de 120 a 90 días a comienzos de agosto, y la reducción de cuatro tramos iguales de 30, 60, 90 y 120 días dos pagos de 30 y 60 días para las autopartes importadas.
“En cualquier parte del mundo, pagar a 90 días es una locura que pocos pueden entender. En Argentina, sin embargo, es una buena noticia”, dijo Martin Zuppi, presidente de Stellantis Argentina y también de Adefa desde noviembre de 2023. “Pagar a 90 días permite tener una exposición financiera menor: no es lo mismo pagar a tres meses que a seis. Hay un costo menor para cubrirte financieramente”, explicó.
La relación entre el impuesto PAIS y los pagos
Aunque parezcan cosas separadas, ambas medidas tienen puntos de contacto. Sin embargo, hay dos temas que deberán definirse que podrían influir directamente en que la baja del impuesto se pueda trasladar a precio cerca del 1 de septiembre o un tiempo después.
Por un lado está la operatoria del Gobierno. Actualmente, la Aduana hace una percepción o adelanto del impuesto PAIS del 95%. Así, del 17,5% sobre el precio de despacho que se debe pagar, un 16,6% ya se cancela al momento de nacionalizar la mercadería al llegar a Argentina, y sólo queda el restante 5%, o el ajuste que corresponda por la cotización del dólar, para liquidar cuando vence el plazo para entrar al MULC (Mercado Único y Libre de Cambios) y acceder a los dólares para pagar. Esto es 30 y 60 días después en el caso de las piezas y 90 días más tarde para autos terminados.
La gran pregunta que se hacen los consumidores es si esta reducción del impuesto PAIS se verá reflejada en precios o no
Lo que se espera que suceda a partir del 1 de septiembre es que esa percepción deje de existir y el impuesto PAIS se pague completamente al momento de acceder al MULC, ya que si se hace ese pago anticipadamente, las importaciones futuras, incluso las que se hagan en noviembre y diciembre, paguen una alícuota que no es la adecuada para el momento de la cancelación de la operación.
La otra cosa que se debe decidir es qué sucederá con lo que ya percibió la Aduana pero cuando llegue el 1 de septiembre todavía se encuentre dentro de los 30, 60 o 90 días hasta la fecha de vencimiento para pagar al exterior. Lo que se supone que sucederá es que haya un procedimiento para que los importadores puedan recuperar ese monto percibido (el 95%), para que lo puedan trasladar a precios. Este sería el único caso en el que los productos podrían sentir una baja considerable, aunque siempre queda la ecuación interna que se debe hacer en cada caso.
El otro tema no es competencia del Gobierno, sino de las propias empresas y se aplica claramente en el caso de los autos importados. Se trata del tiempo que transcurre entre la nacionalización, la distribución a la red de comercialización y la venta efectiva de los vehículos, que puede ser de entre uno y dos meses como promedio. En septiembre y octubre se venderán en las concesionarias, autos que entraron en julio y agosto, que pagaron el impuesto PAIS del 17,5 por ciento.
Los más optimistas hablan de una leve baja, del 2 o 3%, para el primer mes del ajuste. Otros prefieren pronosticar que por esta reducción del impuesto, al menos un mes no habría aumentos
“El tema es que hay un stock en la red de concesionarios. Y ese stock ya fue pagado con impuesto PAIS, entonces en esos casos, el reflejo de la baja no va a ser inmediato. Va a haber como un aterrizaje y un mix entre autos que lo pagaron y autos que no lo pagan. Depende del tipo de modelo y su circulación, ese lapso puede ser de un mes a tres meses en stock”, explicó Sibilla.
La situación se da ahora, pero se repetirá a fin de año, cuando el impuesto PAIS deje de tener vigencia. Si se elimina la percepción anticipada, será más fácil prever la reducción del impuesto, pero de todos modos, sabiendo que en enero no existirá, podría darse la situación de marcas que no importen autos en noviembre y diciembre para hacerlo desde enero pagando un 7,5% menos.
“El problema de una decisión así es que te podés perder un excelente mes como es enero, porque mucha gente esperará a que empiece el año nuevo para tener un modelo 2025. Si no importas durante los dos meses anteriores te podés quedar sin autos para vender. Dependerá de los modelos. Quizás lo puedan hacer con autos muy específicos, de nicho, pero no con los de venta masiva”, dijeron a Infobae desde una terminal automotriz.