El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, eliminó los precios máximos en las garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP). Desde esta semana, las empresas podrán definir libremente los costos de estos envases para las cerca de 20 millones de personas que utilizan ese combustible y solo existirán “precios de referencia”, pero sin tope.
La medida se conoció este lunes a través de la Resolución 216/2024 que publicó Energía en el Boletín Oficial. “Esto, al igual que estamos haciendo con las tarifas, permite reducir la intervención del Estado y lograr que el precio al consumidor cubra los costos económicos reales. De esta manera, seguimos por la senda de la desregulación, promoviendo la competitividad y la inversión”, indicaron en la dependencia que conduce Chirillo.
La normativa dispuso que “a fin de liberar de regulaciones de precios al sistema, resulta necesario dejar de aplicar ‘Precios Máximos de Referencia’ para las etapas de fraccionamiento, distribución y venta al público de garrafas a fin de continuar estableciendo únicamente ‘Precios de Referencia’, sin un tope que obstaculice la cobertura de la real variación experimentada en los costos observados en los segmentos de fraccionamiento, distribución y comercio minorista”.
Al explicar la finalidad de la decisión, el texto oficial precisó que “la presente medida tiene por objetivo dejar de obstruir el ejercicio de las libertades individuales en el ámbito contractual conforme los principios de libertad de mercado”.
Además, remarcó que “la desregulación del mercado de precios de GLP, producirá una mayor eficiencia en lo económico y estimulará la inversión, produciendo de esta forma una mejora progresiva en cuanto a una amplia competencia logrando elevar al mercado de GLP local a estándares internacionales”.
La medida forma parte de las disposiciones en materia de desregulación fijadas en el DNU 70/2023 en el que se estableció “como objetivo de política nacional el funcionamiento libre de los mercados energéticos en todos sus alcances”, por lo que en relación al GLP se determinó que “los criterios normativos vinculados al sector deben armonizarse con los objetivos de política nacional que habrán de regir el sector energético en su integralidad”.
En este marco y bajo la renovada denominación, Energía también actualizó el “precio de referencia” de las garrafas, incluyendo impuestos:
- La de 10 kg en $8.500,
- La de 12 kg en $10.200
- La de 15 kg a $12.750
Asimismo, derogó “los apartamientos máximos permitidos”, un cálculo que se hacía por jurisdicción con el fin de fijar el precio de las garrafas para los hogares según el costo logístico para las distintas zonas del país.
En el gobierno explican que la tarifa social continuará vigente a través del Programa Hogar, que por el momento permanecerá sin cambios. Ese esquema implica un subsidio que otorgan Energía y Anses para cubrir el 80% del precio de la garrafa de 10, 12 y 15 kilogramos, cuyo valor cambia dependiendo de la provincia en la que se encuentre el usuario y la época del año, a los hogares más vulnerables que no cuentan con acceso a la red de gas natural.
La visión oficial es que la desregulación del sistema energético permitirá mayores inversiones y competencia entre empresas que terminarán beneficiando a los usuarios finales de los servicios. En ese marco, los aumentos en las tarifas de electricidad y gas, además de las garrafas, implican un impacto en los debilitados bolsillos de los consumidores.
De hecho, destacaron en Energía, durante los últimos meses era casi imposible conseguir garrafas en línea con los precios máximos que estaban fijados por la normativa anterior. Es decir, en la práctica no había acceso al benefecio de mantener los valores con el tope establecido.